¿Es seguro usar bicarbonato de sodio y vinagre para las tuberías?

¿Es seguro usar bicarbonato y vinagre para las tuberías? Ay, esa pregunta, ¡cuántas veces me la he hecho yo misma! Recuerdo una vez, hace años, cuando vivía en ese apartamento minúsculo con el baño tan pequeño que parecía una caja de zapatos… ¡y las tuberías, qué desastre! Estaban fatal. De verdad, fatal. Un horror.

Claro, buscaba soluciones baratas y, sobre todo, ecológicas. ¿Quién quiere llenar su casa de productos químicos agresivos, verdad? Leí por ahí, en un blog –ahora no recuerdo cuál– que el bicarbonato y el vinagre eran la solución mágica. ¡Y qué maravilla, pensé! Simple, barato… ecológico. La ilusión que me hizo, ¡uff!

Así que me puse manos a la obra. Recuerdo el burbujeo, el olor a vinagre… parecía una escena de una película de ciencia ficción casera. Y sí, funcionó, ¡pero sólo un poco! Para el mantenimiento regular, genial. Es verdad, se nota la diferencia, las tuberías quedan más limpias, con un olor mucho más fresco. Pero… ¿y si la obstrucción es grave? Ahí es donde la cosa cambia.

Recuerdo la vez que se atascó la tubería del fregadero. ¡Se me inundó la cocina! El bicarbonato y el vinagre? Ni de broma. Me tocó llamar a un fontanero, y créanme, no es barato. ¡Y la cara que se le quedó al pobre hombre al ver el estado de la tubería! Me sentí fatal. Como cuando te equivocas en una receta y la comida sale… digamos, “diferente”.

Así que, la verdad, mi conclusión es esta: el bicarbonato y el vinagre, ¡sí, son seguros y ecológicos! Perfectos para un mantenimiento regular. Un par de veces al mes, una cucharadita de bicarbonato, seguido de un vaso de vinagre, ¡y listo! Pero si ves que la cosa va mal, que el agua no baja, que se acumula… ¡ni lo dudes! Llama a un fontanero. Porque, amigos, a veces, la solución casera no es suficiente. Y créeme, un fontanero, aunque cueste, evita mucho más disgusto a largo plazo. Mucho más.