¿Qué beneficios tiene tomar agua mineral con limón y sal?

¿Agua con limón y sal? ¡Ay, Dios mío, qué recuerdos! Recuerdo a mi abuela, que Dios la tenga en su gloria, siempre con su jarrito de agua tibia con limón y una pizca de sal, diciendo que era “la mejor medicina para el alma y el cuerpo”. ¿Será cierto? Bueno, la verdad, no lo sé, pero me gusta pensar que algo de razón tenía.

Claro, el limón, ¡ese cítrico maravilloso!, es una bomba de vitamina C, ¿verdad? Me acuerdo una vez que tuve una gripe terrible, y me bebí litros de agua con limón… no te digo que me curó al instante, pero me ayudó, sí, me siento segura de eso. Y ayuda con la digestión, eso sí lo he notado, sobre todo después de algún atracón de tacos al pastor… ¡ay, qué delicia!, pero luego… ¡qué pesadez! El limón me salva.

La sal… ah, la sal… es un tema más delicado. Sé que ayuda a reponer electrolitos, leí por ahí que perdemos muchos después de hacer ejercicio intenso, como cuando hice esa maratón de 10k (bueno, más bien, una caminata rápida con algunos trotes desesperados), y me sentí fatal. Pero… ¿una pizquita de sal en el agua con limón realmente hace una diferencia significativa? No lo creo, la verdad. Me parece que es más un efecto placebo, aunque reconfortante, ¿no?

Lo que sí me preocupa, mucho, es que la gente crea que es una especie de poción mágica. ¡No lo es! Si estás enfermo, necesitas atención médica, no solo un vaso de agua con limón y sal. Recuerda que hay que comer bien, dormir lo suficiente, hacer ejercicio… la salud no es una fórmula mágica, es un estilo de vida, y eso incluye ir al médico cuando hace falta. Y si te sientes mal, ¡no dudes en ir! ¡No te automediques! Ese es mi consejo desde mi experiencia personal y, a decir verdad, también desde mi sano juicio.