¿Qué hay en una tortilla?

¿Qué se esconde dentro de una tortilla?

La tortilla española, también conocida como tortilla de patatas, es un plato icónico de la gastronomía ibérica. Se caracteriza por su forma circular y su textura esponjosa y dorada. Pero más allá de su apariencia, ¿qué secretos guarda en su interior?

La base de la tortilla son las patatas y las cebollas. Las patatas, previamente peladas y cortadas en rodajas finas, se confitan lentamente en abundante aceite de oliva hasta que quedan tiernas y doradas. La cebolla, picada en juliana, se añade a la sartén y se cocina junto a las patatas, aportando dulzor y aroma.

Aunque la receta tradicional es sencilla y minimalista, existen numerosas variaciones que incorporan otros ingredientes para enriquecer su sabor. Algunos de los más populares son:

• Pimientos: Los pimientos verdes o rojos, cortados en tiras, añaden un toque de color y un sabor ligeramente picante a la tortilla.
• Chorizo: El chorizo, picado o en rodajas, aporta un toque ahumado y salado, convirtiendo la tortilla en un plato más contundente.
• Setas: Las setas, como los champiñones o los boletus, salteadas en aceite de oliva, aportan un toque de terrosidad y umami a la tortilla.
• Queso: El queso curado, rallado o cortado en dados, añade cremosidad y un sabor intenso a la tortilla.

La proporción de los ingredientes varía según los gustos personales. Algunos prefieren una tortilla con más patatas, mientras que otros disfrutan más de una versión con mayor presencia de cebolla o vegetales. También es habitual ajustar la cantidad de aceite de oliva para lograr la textura deseada, ya sea más esponjosa o más dorada.

Una vez cocidos los ingredientes, se vierten en un recipiente hondo y se mezclan suavemente. A continuación, se calienta una sartén antiadherente y se vierte la mezcla, repartiéndola uniformemente por toda la superficie. Se cocina a fuego medio durante unos minutos hasta que se cuaje por la parte inferior.

A continuación, se voltea la tortilla con la ayuda de un plato o una tapa y se continúa cocinando por el otro lado hasta que esté dorada y cuajada. El resultado es un plato sencillo pero delicioso, perfecto para cualquier ocasión, desde un desayuno contundente hasta una cena ligera.

Así pues, dentro de una tortilla española se esconde el sabor y la tradición de la cocina ibérica. Su versatilidad permite personalizarla con diferentes ingredientes, creando un plato que satisface todos los paladares.