¿Qué pasa cuando le echas agua al aceite?

¿Qué pasa cuando le echas agua al aceite? Ay, Dios mío… solo de pensarlo me tiemblan las manos. Recuerdo una vez, tenía unos quince años, intentando freír unas patatas… ¿quién se cree que sabe cocinar a esa edad? Pues yo, claro, con mi arrogancia juvenil. Y ahí estaba yo, con el aceite bien caliente, creyendo que era una experta. Hasta que, ¡zas!, se me ocurrió la brillante idea de añadir un poco de agua fría para bajar la temperatura. ¿Qué pasó? Pues una explosión, una verdadera locura de vapor hirviendo que me salpicó por todas partes. ¡Menudo susto! Aún me veo con ese chorro de aceite hirviendo quemándome el brazo… Aprendí la lección a base de quemaduras, por supuesto.

Ver cómo el agua se hunde en ese aceite burbujeante, como si le diera asco… es una cosa impresionante. De verdad, es como una mini erupción volcánica en tu cocina. ¡Qué rápido se evapora! Es alucinante la diferencia de densidad, ¿no? El agua, más densa, se va al fondo, encuentra el calor del aceite, y ¡pum!, se transforma en vapor en un instante. Me da escalofríos solo recordarlo. A veces pienso, ¿cuánta gente habrá hecho esto sin saber lo peligroso que es? No me quiero ni imaginar… Es que, en serio, hay que tener muchíiiiiisimo cuidado. Un amigo de mi hermano, ¡imagínate!, casi incendia la cocina de su casa haciendo eso mismo. Casi, por poco, pero casi es suficiente para entender que no es ninguna broma. Dicen que, o algo así, el agua se calienta unas 7 veces más rápido que el aceite. ¡Siete veces! ¡Increíble!. Es una lección de física y de prudencia, todo en uno. Así que, por favor, nunca, jamás, agregues agua al aceite caliente. Te lo suplico.