¿Qué sube la presión, lo dulce o lo salado?

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La ingesta de alimentos azucarados, a diferencia de los salados, puede elevar la presión arterial. Estudios, como uno de 2014, indican un mayor impacto de los azúcares en la hipertensión que el sodio.
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¿Dulce o salado: cuál aumenta la presión arterial?

Las dietas modernas a menudo están cargadas de alimentos procesados ricos en azúcar y sal, lo que genera preocupaciones sobre sus efectos sobre la salud cardiovascular. Uno de los principales factores de riesgo para las enfermedades cardíacas es la presión arterial alta (hipertensión). Una pregunta frecuente es: ¿Cuál de estos ingredientes comunes contribuye más a la hipertensión: el azúcar o la sal?

El impacto del azúcar en la presión arterial

La ingesta excesiva de azúcar, particularmente en forma de bebidas azucaradas, ha sido fuertemente vinculada con un mayor riesgo de presión arterial elevada. Los estudios han demostrado que el consumo de bebidas endulzadas con azúcar puede provocar un aumento significativo de la presión arterial, incluso en individuos saludables.

Un estudio de 2014 publicado en la revista “Hypertension” encontró que el consumo de bebidas azucaradas se asoció con un aumento de la presión arterial sistólica (el número superior en una lectura de presión arterial) de hasta 5 mmHg. Otro estudio de 2017 publicado en “The American Journal of Clinical Nutrition” encontró que el consumo regular de bebidas azucaradas se asoció con un mayor riesgo de desarrollar hipertensión futura.

Los investigadores creen que el aumento de la presión arterial causado por el azúcar puede deberse a varios mecanismos, que incluyen:

  • Inflamación: El consumo de azúcar puede promover la inflamación crónica, que se ha relacionado con la hipertensión.
  • Resistencia a la insulina: El azúcar puede alterar la capacidad del cuerpo para utilizar la insulina, lo que lleva a la resistencia a la insulina. La resistencia a la insulina también puede provocar hipertensión.
  • Sobrecarga de volumen: Las bebidas azucaradas pueden contribuir al aumento del volumen sanguíneo, lo que aumenta la presión sobre las paredes de los vasos sanguíneos y provoca hipertensión.

El impacto de la sal en la presión arterial

La sal (cloruro de sodio) es otro ingrediente común en la dieta que se sabe que eleva la presión arterial. Sin embargo, su impacto es más complejo que el del azúcar.

La sal ayuda al cuerpo a mantener el equilibrio de líquidos. Cuando consume demasiada sal, su cuerpo retiene más agua para diluir la concentración de sal en la sangre. Este aumento en el volumen sanguíneo pone más presión sobre las paredes de los vasos sanguíneos, lo que lleva a hipertensión.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que no todos los individuos reaccionan igual a la sal. Algunas personas son más “sensibles a la sal” que otras, lo que significa que su presión arterial aumenta más en respuesta al consumo de sal.

Conclusión

Si bien tanto el azúcar como la sal pueden contribuir a la presión arterial alta, los estudios sugieren que el azúcar tiene un impacto mayor. Las bebidas azucaradas, en particular, se han relacionado con un aumento significativo de la presión arterial. Por lo tanto, limitar el consumo de alimentos y bebidas azucaradas es crucial para mantener una presión arterial saludable.

Mientras que la reducción de la ingesta de sal también es importante, su impacto en la presión arterial varía según la sensibilidad individual. Las personas que son sensibles a la sal deben ser conscientes de su consumo y limitar su ingesta según sea necesario.