¿Qué sustancia es una taza de café?

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Una taza de café es una solución compleja que contiene alcaloides como la cafeína, principal responsable de su efecto estimulante, y la trigonelina, que influye en su amargor. En menor proporción, encontramos paraxantina, teobromina y teofilina. La variedad Robusta, con un 2.1% de cafeína, supera a la Arábica, que contiene alrededor del 1.3%.

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Más allá del aroma: Descifrando la química de una taza de café

El café, esa bebida omnipresente que nos acompaña en las mañanas, en las tardes de estudio o en las charlas con amigos, es mucho más que un simple líquido oscuro y aromático. En realidad, una taza de café es un complejo universo químico, una solución donde interactúan cientos de compuestos que contribuyen a su sabor, aroma y efectos en nuestro organismo.

Más allá de la experiencia sensorial, ¿qué sustancia es realmente una taza de café? Podemos definirla como una solución acuosa, principalmente, donde destacan los alcaloides como protagonistas. Entre ellos, la reina indiscutible es la cafeína, ese compuesto psicoactivo que nos proporciona el característico efecto estimulante, aumentando la alerta y reduciendo la sensación de cansancio. Sin embargo, la cafeína no actúa sola. La trigonelina, otro alcaloide presente en el café, juega un papel fundamental en el desarrollo del amargor, influyendo directamente en el perfil sensorial de la taza final. Durante el proceso de tostado, la trigonelina se degrada, dando lugar a compuestos aromáticos como la piridina, que contribuyen a la complejidad del sabor.

Pero el universo químico del café no se limita a la cafeína y la trigonelina. En menor proporción, encontramos otros alcaloides como la paraxantina, que posee un efecto diurético; la teobromina, presente también en el cacao y con propiedades vasodilatadoras; y la teofilina, un broncodilatador utilizado en el tratamiento del asma. La concentración de estos compuestos, incluyendo la cafeína, varía según diversos factores, desde la especie del cafeto hasta el método de cultivo, el procesamiento y, por supuesto, la preparación.

Es importante destacar que la cantidad de cafeína no es uniforme en todas las variedades de café. La Robusta, conocida por su sabor intenso y cuerpo robusto, contiene aproximadamente un 2.1% de cafeína, superando notablemente a la Arábica, la variedad más popular a nivel mundial, que presenta alrededor de un 1.3%. Esta diferencia en la concentración de cafeína impacta directamente en la intensidad del efecto estimulante y en la percepción del amargor en la taza.

Así, la próxima vez que disfrute de una taza de café, recuerde que está ante una compleja sinfonía de compuestos químicos, una solución que va más allá del simple sabor y aroma, ofreciendo una experiencia sensorial única y un efecto estimulante que la ha convertido en una de las bebidas más populares del mundo.