¿Qué tanto engorda el whisky?

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El whisky no contiene grasa, carbohidratos ni azúcar, por lo que en sí mismo no engorda. Sin embargo, aporta calorías (aprox. 100-115 calorías por 45 ml) que el cuerpo puede almacenar como grasa si no se queman. El aumento de peso depende del consumo total de calorías. Los licores, como el de café, suelen tener más calorías debido a azúcares añadidos.

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¿Qué tanto engorda el whisky? Pues… ¿a quién no le gusta un buen whisky de vez en cuando? Esa sensación cálida bajando por la garganta, ese sabor… Pero claro, luego está esa vocecita molesta que te susurra: “¿Y las calorías?”.

La verdad es que el whisky en sí mismo, así, solito, no tiene grasa, ni carbohidratos, ni azúcar. ¿Te lo puedes creer? Es como… ¿magia líquida? Bueno, no tanto. El truco está en que sí tiene calorías, claro. Unos 100, 115 por ese chupito que te tomas, esos 45 ml que saben a gloria. Y esas calorías, si te pasas, pues… ahí se van acumulando. Como ese jersey que te compraste en las rebajas y que luego nunca te pones, pero ahí sigue, ocupando espacio en el armario. Igualito.

Tu cuerpo, que es muy listo, si no quemas esas calorías, las guarda. Las convierte en grasa, como reserva, por si acaso viene una hambruna. ¡Como si viviéramos en la Edad de Piedra! Pero bueno, él es así. Así que, al final, ¿engorda el whisky? No directamente, pero… ya me entiendes. Es como con todo, ¿no? El equilibrio es la clave.

Yo, por ejemplo, recuerdo una vez… era el cumpleaños de mi padre, y nos tomamos unas copas de whisky. Bueno, unas cuantas, para qué engañarnos. Al día siguiente, no es que me sintiera precisamente ligera. No por el whisky en sí, sino por las tapas, los canapés, la cena… ¡todo junto! Es que con el whisky apetece picar, ¿verdad? Y ahí es donde está el peligro.

Además, ¡ojo!, que no todos los whiskies son iguales. Esos licores de café, por ejemplo, o los que llevan sabores añadidos… ¡trampa! Suelen tener más calorías por el azúcar que les echan. Es como cuando crees que estás comiendo sano porque te has pedido una ensalada, pero luego viene cargada de salsas y picatostes. Pues lo mismo.

Así que, si te preocupa la línea (a mí, a veces sí, a veces no, depende del día), pues controla la cantidad de whisky que tomas, y sobre todo, lo que comes con él. Y muévete un poco, ¡hombre! Que no te digo que te hagas una maratón, pero un paseíto después de la copa no viene mal. ¿O no?