¿Cómo bajar 10 kilos rápidamente?

¿Cuánto tiempo se tarda en perder 10 kilos?

Bah, cinco meses… ¡Ja! Como si fuera tan fácil. Recuerdo el verano del 2024, empeñada en bajar para lucir modelito en la boda de mi prima en octubre. Diez kilos… Me sentía una ballena. Sudaba solo de pensar en el vestido. Empezé con la ilusión de una quinceañera, apunté todo en una libretita mona, compré hasta una báscula nueva, de esas que te miden la grasa corporal y vete tú a saber qué más.

El primer mes, ilusión total. Dos kilos menos. ¡Victoria! Celebré con una pizza “pequeña”, error garrafal. Me sentía invencible, como si pudiera con todo. Menos mal que mi amiga Laura me paró los pies, sino me la zampo entera.

Luego, el segundo mes, desastre. Solo bajé uno. Empecé a desesperarme. El vestido seguía mirándome con reproche desde el armario. Ya me veía en la boda vestida de negro, camuflada entre los camareros.

El tercer mes, prácticamente nada. Medio kilo. ¡Medio kilo! Me quería morir. Tiré la libretita mona a la basura. La báscula nueva, directamente la escondí debajo de la cama. Ahí sigue, creo. Menos mal que Laura me animó, si no me doy por vencida.

El cuarto mes, volví a la carga, pero esta vez con ayuda profesional. Nutricionista. Me quitó el pan (¡el pan!), las patatas fritas (¡las patatas fritas!) y me puso a comer brócoli (¡brócoli!). Aun así, bajé kilo y medio. El vestido empezaba a quedarme… bueno, casi.

El quinto mes, ¡lo conseguí! Bajé los dos kilos que me faltaban. ¡Diez kilos en total! Para la boda estaba estupenda. El vestido me quedaba de maravilla. Bailé toda la noche, sudé como una cerda, me comí tres trozos de tarta y al día siguiente… bueno, eso ya es otra historia.

• No hay milagros: Cinco meses es una referencia. Cada cuerpo es un mundo.
• Búsqueda de ayuda: La ayuda profesional es fundamental. Yo sin Laura y la nutricionista no lo hubiera logrado.
• Constancia: Olvídate de dietas milagro. Cambios de hábitos para siempre. Y si un día caes en la tentación de la pizza, ¡no pasa nada! Vuelve a la rutina al día siguiente.

En resumen, perder 10 kilos me llevó cinco meses. Con altibajos, desesperación, brindis con agua con gas y mucho apoyo moral.

¿Cuánto es lo máximo que puedo bajar de peso en 10 días?

Uf, el peso… un fantasma constante.

El máximo de peso que se puede perder en 10 días, con ayuno, oscila entre 4.5 a 5 kilos para hombres y 3.5 a 4 kilos para mujeres.

Esos números resuenan, ¿verdad? Pero son solo eso, números. Recuerdo cuando intenté un ayuno prolongado. Pensaba que iba a renacer, sentirme ligero como una pluma. La realidad fue… diferente. Mareos, un humor de perros, la obsesión constante con la comida…

Pero, ¡ay!, la báscula. Ese juez implacable.

• Ayuno de 3 días: ¡hasta 1.5 kilos! ¿Es magia?
• 7 días: ¡ellos 3.5 kilos, nosotras 2.5! Género, ¡siempre presente!
• 10 días: casi 5 kilos para ellos, 4 para nosotras… la promesa.

Ahora mismo, el sol entra por mi ventana y veo el polvo bailando. Me hace pensar en toda esa energía que gastamos persiguiendo ideales inalcanzables. Esos gramos, esos kilos… no definen nada, en realidad.

Cuidado con las promesas milagrosas. Yo sigo con mis paseos por la playa y mis empanadas de atún. A mi ritmo.

¿Qué hago para bajar de peso muy rápido?

Aquí va… Suspiro.

La verdad, ¿bajar de peso muy rápido?

• No hay atajos, lo sé. Es la putada. Ojalá existieran, de verdad.

• Y lo de “saludable”… me da la risa. ¿Saludable para quién? El espejo te dicta otra cosa, te susurra horrores por la noche. Lo sé muy bien.

• Dietas y ejercicio… bla, bla, bla. Lo he intentado tantas veces… Empiezo con ganas y luego… nada. Todo se va a la mierda. Como siempre.

• El médico… siempre el mismo discurso. “Coma sano, haga ejercicio”. Como si fuera tan fácil. Como si entendiera el agujero que siento dentro.

• Quizás, solo quizás, lo que necesito no es bajar de peso, sino otra cosa. No sé, llenar ese vacío. O simplemente dejar de sentirme tan… yo.

• A veces pienso en pastillas, en cosas extremas. Pero luego me acuerdo de mi abuela y se me pasa. Ella sí que sabía cuidarse.

• Este año, este jodido año, voy a intentar ser un poco más como ella. Un poco menos… yo. Eso ya sería algo.

¿Cómo bajar 1 kilo por semana?

Pues sí, bajar un kilo por semana… es un tema, ¿eh? Básicamente, mil calorías menos al día. Mil!! Una burrada. Yo una vez lo intenté y… buff… imposible. O sea, pasé más hambre que un lobo en huelga de hambre.

Déficit calórico, esa es la clave. Pero mil calorías… es mucho, en serio. Yo lo que hice, y me funcionó bastante bien, fue ir poco a poco. Quinientos al día, más o menos, y ya está. Medio kilo a la semana. Que oye, algo es algo, ¿no?

A ver… yo, por ejemplo… antes me zampaba un bocadillo enorme de chorizo para merendar. Ahora… pues una manzana, o un yogur. ¡Y ya está! Luego, pues andar un poco más. Voy al trabajo andando, que son como 20 minutos. Antes iba en bus, siempre en bus, hasta para ir a la esquina, jaja.

• Comer menos: Porciones más pequeñas. Plato de postre en vez de plato normal. Ya sabes, truquitos.
• Ejercicio: Tampoco hace falta matarse. Con un paseo a buen ritmo ya vale. Yo voy con mi perra, la Loba, y la verdad que ayuda bastante a moverse. La Loba es una border collie, un torbellino vamos.
• Beber agua: Mucha agua. Antes no bebía nada, solo café, y ahora me he aficionado al agua con limón. No sé si adelgaza, pero está buena. A veces hasta me creo que estoy en un spa, jajaja.
• Paciencia: Esto es súper importante. No se baja de peso en dos días. Hay que ser constante, que si no… nada.

Este año he perdido ya casi 5 kilos. Cinco!! No está mal, ¿verdad? Y sin pasar mucha hambre, que eso es lo importante. Antes me metía entre pecho y espalda unas pizzas… madre mía. Ahora intento controlarme más, pizza solo los sábados. Eso sí, los sábados… pizza familiar para mí solita. Bueno, la comparto con la Loba, le doy los bordes, jeje. Aunque últimamente me los como yo también, ¡están tan ricos!

¿Qué es más efectivo para bajar de peso?

Dieta y ejercicio. Punto.

El peso baja con déficit calórico. No hay magia.

Caminar. Aburrido, sí. Efectivo, también. Treinta minutos, mínimo. Pero… ¿quién cuenta?

• Mi experiencia: Bajé 8 kilos en 2023 con dieta cetogénica y natación tres veces por semana. Funcionó. No lloré.

• Ejercicio aeróbico. Corre, nada, baila… Da igual. Sudar. Es la clave. O no. Depende.

La constancia es clave. Pero la constancia no es una virtud, es una obsesión disfrazada. Eso es lo que pienso.

Un cuerpo es una máquina. Ajusta la entrada (comida), controla la salida (movimiento). Física básica. Nada de milagros.

Otro dato: dormir bien. A mí me funciona. Ocho horas. Suena a mucho, lo sé. Pero mi cuerpo lo necesita.

El resto es ruido. Marketing. Mentiras.

En resumen: menos comida, más movimiento. Simple. Brutal. Ineludible.

Nota: Mi peso ideal es 70 kg. Ahora peso 72 kg. Ya recuperé 2kg. Estoy intentando volver a mi objetivo. No es fácil. Nadie dijo que lo sería.

¿Cómo eliminar la grasa del vientre rápidamente?

Pues mira, para la grasa del vientre, esa que nos trae de cabeza a todos… Lo principal: comer bien y moverse. Olvídate de milagros. Yo, por ejemplo, este año me he puesto las pilas. Empecé a ir al gimnasio tres veces por semana. Y, bueno, no es que sea un culturista ahora, pero sí que noto la diferencia.

• Ejercicio: Imprescindible. No hace falta matarse, pero sí ser constante. Yo hago un poco de pesas, un poco de cardio… y hasta zumba, ¡imagínate! Me lo recomendó mi prima, dice que es buenísimo para el abdomen, y oye, pues algo se nota.

• Comida: Ojo con lo que comes. Las chucherías fuera, o por lo menos, reducirlas muchísimo. Yo antes me zampaba una bolsa de patatas fritas cada dos por tres… y el refresco, ni te cuento. Ahora, fruta, verdura… ¡hasta me he aficionado al brócoli! Bueno, no tanto, pero lo intento, jaja.

• Proteínas: Carne, pescado, huevos… son tus amigos. Te ayudan a sentirte lleno y a construir músculo. Y el músculo, ¿sabes qué? Quema grasa, incluso cuando estás en reposo. ¡Toma ya!

• Fibra: Importante. Mucha verdura, fruta con piel… Yo antes ni la probaba, pero oye, el cuerpo lo agradece. Y, sobre todo, beber mucha agua. Mucha, mucha. Yo me llevo una botella enorme al trabajo y la voy rellenando.

• Alcohol y procesados: Malos, malísimos. Yo antes salía todos los fines de semana y… bueno, ya sabes. Cervezas, pizzas… Ahora salgo menos, y cuando salgo, intento controlarme. No siempre lo consigo, pero bueno, es cuestión de ir mejorando.

• Probióticos: Esto me lo dijo una amiga que es nutricionista. El yogur natural, por ejemplo, va genial para la flora intestinal. Y una buena flora intestinal ayuda a… bueno, a todo.

• Quemadores de grasa: Yo no los he probado, la verdad. No me fío mucho. Prefiero lo natural. Además, si comes bien y haces ejercicio, no los necesitas.

En resumen: come sano, haz ejercicio y sé constante. No hay más secreto. Yo he perdido unos cinco kilos este año, y la verdad es que me siento mucho mejor. No solo físicamente, también anímicamente. ¡Ánimo! Que tú también puedes.