¿Cómo hacer que los huevos sean más fáciles de digerir?

¿Cuánto tiempo se tarda en digerir los huevos?

¡Qué pregunta tan… huevosamente interesante! La verdad, mi estómago y yo hemos tenido varias conversaciones existenciales sobre este tema.

El tiempo de digestión es una lotería, como la vida misma. Entre 2 y 3 horas es la media, pero ¿quién se fía de las medias? Mi vecina, la abuela Emilia, jura que se le queda para el desayuno del día siguiente. ¡Ella tiene un sistema digestivo digno de estudio!

• Factor persona: Somos un universo de microorganismos únicos. Yo, por ejemplo, tengo un metabolismo que parece una liebre con cafeína.
• Método de cocción: ¡Un huevo frito es un desafío diferente a una tortilla francesa!
• Cantidad: Si te comes una docena, prepárate para una maratón digestiva.

La proteína es la heroína de la lentitud. Como si estuviese haciendo yoga digestivo. La yema, más rápida, se escapa cual conejito de Pascua.

Es como intentar resolver un cubo de Rubik: parece sencillo, pero ¡hay tantas variables! Y al final, te quedas con la sensación de que te falta una pieza.

En resumen: entre 2 y 3 horas, pero puede alargarse hasta la eternidad si la abuela Emilia te invita a merendar.

Dato extra: Este año, en mi dieta de primavera (sí, hago dietas en primavera… como la mayoría de los animales), he descubierto que añadir un poco de aguacate al huevo facilita la digestión. ¡Y sabe increíble!

¿Cómo es mejor comerse el huevo?

¡Ay, Dios mío! Huevo… ¿cómo lo como hoy? Me encanta frito, ¡pero qué desastre! Siempre me queda el aceite salpicado en la camisa, ufff, qué pereza limpiar.

Cocido, sí, es lo más fácil, ¿no? Meto uno en agua hirviendo y ya está. Perfecto para desayunos rápidos, como el de hoy, con un poco de sal Maldon y pan tostado. Aunque a veces se me pasa el punto… quedan duros como piedras.

¿Escalfado? Mmm… me suena complicado. Lo intenté una vez, un desastre. El agua tenía que estar a una temperatura precisa… ¡qué rollo! Prefiero mil veces la freidora de aire.

A la plancha también es bueno, sobre todo si tengo prisa. Pero el microondas… ¡qué sacrilegio! Nunca lo he probado así, me da un poco de repelús.

En tortilla francesa, esa es otra historia. ¡Deliciosa! Con cebolla, con jamón… ¡con chorizo! Ese sí que es un manjar. Ya se me antoja una para la cena. Ah, ¡y revuelto con patatas! Mi desayuno favorito, con un café bien cargado.

• Cocido: fácil y rápido, pero cuidado con el punto de cocción.
• Frito: delicioso, pero ¡qué lío de aceite!
• A la plancha: rápido y sencillo.
• Escalfado: demasiado complicado para mi, probablemente no lo haga nunca más.
• Revuelto: ¡espectacular!, sobre todo con patatas.
• Tortilla: ¡la reina de los desayunos!

¡Qué hambre me ha entrado! Necesito comer algo ya. ¿Y tú? ¿Cómo te gusta el huevo? Hoy, seguramente, me comeré un huevo cocido. Mañana… ya veremos. Quizás una tortilla.

¿Cuál es la manera más sana de comer huevos?

Cocinar huevos… uff, qué pregunta. A estas horas, solo pienso en lo poco que me cuido. Hervidos, supongo, eso dicen. Pero yo… yo prefiero fritos, con un poquito de aceite de oliva, eso sí. Aunque mi doctora, la Dra. Elena Ramírez, me regaña cada vez. Me dice que el colesterol…

El problema es el colesterol, ¿sabes? Y el miedo. Miedo a que me pase algo. Como a mi abuelo, un infarto fulminante… Lo recuerdo como si fuera ayer. Siempre me decía que cuidara lo que comía, él murió joven, 62 años. Una tortilla a las 7 de la mañana… era su ritual.

Este año intenté comer más sano. Intento… Huevo duro, sí, lo he intentado. Pero es que… me sabe a nada. A dieta. A obligación. A muerte. Y me deprimo. Me dan ganas de comerme una caja entera de bombones de chocolate.

Los huevos revueltos, con un poco de espinaca, también son una opción. Me los hacía mi madre, ¡qué recuerdos! Pero echo de menos su manera de cocinarlos. Siempre con mucho cariño.

• Hervidos (menos grasa)
• Revueltos (con verduras)
• Tortilla (con aceite de oliva)
• Fritos (con moderación, aceite de oliva)

Pero bueno, ya está, otro día me lo pienso. Ahora, solo quiero dormir. Mañana será otro día, otro intento. Quizás mañana sí, huevos duros. Quizás. No lo prometo.

¿Cuáles son los alimentos que se digieren más rápido?

Caldo: Agua con algo. Da igual.

Sopas: Triturado. Sin fibra. Rápido al viaje. El olvido también es digestión.

• La vida es sopa, yo tenedor.
• La nada es más fácil de digerir.

Realmente, ¿importa? Todo termina igual. Recuerdo un caldo de mi abuela, hace años… Era lento. Pero daba igual.

¿Qué tiene más proteína en el huevo, la yema o la clara?

La clara de huevo aventaja a la yema en contenido proteico. Si buscas un chute de proteínas, ya sabes dónde enfocar tu atención.

Profundizando un poco, la clara, ese líquido transparente que a veces despreciamos, alberga alrededor de 4 gramos de proteína por unidad. La yema, con su color intenso y sabor característico, aporta unos 2,7 gramos. Si bien es cierto que la yema está cargada de nutrientes esenciales, en lo que respecta a la proteína, la clara se lleva la palma.

Ahora, no todo es proteína. La yema es una fuente rica de vitaminas liposolubles (A, D, E y K) y minerales como el hierro. Es decir, despreciarla sería un error nutricional.

• Clara: Principalmente proteína (4g).
• Yema: Proteína (2.7g) + vitaminas y minerales esenciales.

Personalmente, prefiero consumir el huevo entero. La combinación de ambos componentes ofrece un equilibrio nutricional completo. Aunque, debo admitir, hacer un merengue solo con claras tiene su encanto.