¿Cómo se oculta el azúcar en las etiquetas?

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Para identificar azúcares añadidos en las etiquetas, busca ingredientes que contengan la palabra jarabe, como jarabe de maíz o arroz. Presta atención a los nombres que terminan en -osa, como fructosa o dextrosa. Finalmente, revisa si la palabra azúcar aparece en el nombre del ingrediente, por ejemplo, azúcar moreno o de caña.

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El Azúcar Camuflado: Descifrando las Etiquetas de los Alimentos

El azúcar, ese ingrediente aparentemente inofensivo, se esconde a plena vista en muchos alimentos procesados. Su consumo excesivo está ligado a diversas enfermedades crónicas, por lo que aprender a identificarlo en las etiquetas de los productos es crucial para una alimentación saludable. Pero la industria alimentaria es experta en el camuflaje; el azúcar no siempre se presenta como tal. Este artículo desvela las estrategias más comunes utilizadas para ocultar su presencia, y te proporciona las herramientas para desenmascararlo.

Contrariamente a la creencia popular, la simple mención de “azúcar” no es la única señal de alerta. Los fabricantes utilizan una amplia gama de nombres para disimular la presencia de azúcares añadidos, dificultando la lectura y comprensión de las etiquetas nutricionales para el consumidor medio. Aprender a reconocer estos nombres es fundamental para tomar decisiones informadas.

Las Claves para Detectar el Azúcar Oculto:

El primer paso es entender que la presencia de azúcar se manifiesta de diversas formas, más allá del azúcar común de mesa (sacarosa). Aquí te presentamos algunas pistas:

  • La Familia de los Jarabes: Presta mucha atención a los ingredientes que contengan la palabra “jarabe”. “Jarabe de maíz de alta fructosa”, “jarabe de arroz integral”, “jarabe de agave”, “jarabe de arce”, son solo algunos ejemplos. Aunque algunos jarabes provienen de fuentes naturales, su alto contenido de azúcar añadido los convierte en un elemento a controlar.

  • Terminaciones en “-osa”: Esta es una señal inequívoca. Palabras como “fructosa”, “dextrosa”, “glucosa”, “maltosa”, “sacarosa”, etc., indican la presencia de azúcares simples, que son rápidamente absorbidos por el cuerpo, contribuyendo a un aumento significativo de los niveles de glucosa en sangre.

  • El Azúcar con Disfraz: El azúcar también puede aparecer con nombres que sugieren un origen más natural o saludable, como “azúcar de caña orgánica”, “azúcar moreno”, “azúcar invertido” o “miel”. Aunque estas variantes conservan sus propiedades dulces, siguen siendo azúcares añadidos y deben contabilizarse en la ingesta diaria.

  • Nombres Compuestos y “Ingredientes Secretos”: Algunas veces, el azúcar se esconde dentro de ingredientes más complejos, como “concentrado de jugo de fruta”, “sólidos de jarabe de maíz” o “extracto de malta”. Descifrar estos nombres requiere un análisis más profundo y, a veces, consultar información adicional sobre el producto.

  • La Importancia del Orden: Recuerda que la lista de ingredientes se presenta por orden decreciente de peso. Si un ingrediente con azúcar añadido aparece en los primeros puestos, indica una alta concentración del mismo en el producto.

Más allá de la Etiqueta:

Aunque reconocer los nombres del azúcar en la etiqueta es crucial, es importante complementar esta información con el conocimiento de los hábitos de consumo y la propia percepción del dulzor en un alimento. Si un producto se percibe excesivamente dulce, es probable que contenga una cantidad significativa de azúcar añadido, aunque no se especifique de forma explícita en la etiqueta.

En conclusión, la lucha contra el azúcar oculto requiere un ojo crítico y una lectura exhaustiva de las etiquetas. Armado con este conocimiento, puedes tomar decisiones informadas y contribuir a una dieta más saludable y equilibrada, reduciendo el consumo de azúcares añadidos y sus efectos negativos en la salud.