¿Cuál es la diferencia entre sal yodada y sal de mar?

¿Qué es mejor, sal de mar o sal yodada?

¡A ver, a ver! ¿Sal de mar contra sal yodada? ¡Esto es como comparar un caniche con un león! (Aunque ambos tengan pelo, ¿no?).

• Sal yodada: La reina del mambo nutricional. ¡Ojo al dato! Es como la vitamina que te obliga a tomar tu abuela: ¡sana, sana y colita de rana! Imprescindible para que tu tiroides no se ponga a bailar flamenco.

• Sal de mar: La ‘cool’ del supermercado. Tiene pinta de ser más natural, ¿verdad? ¡Como ir descalzo por la playa! Pero, en realidad, es sal… ¡con el postureo subido! No te aporta yodo, así que, ¡cuidado si no comes algas como un loco!

• ¿La mejor? ¡Depende! Si eres de los que se hinchan a sushi con alga nori, pues la de mar te vale. Pero si eres más de bocata de chopped… ¡viva el yodo, oiga!

Yo, personalmente, uso sal yodada. ¿Por qué? Porque mi madre me obligaba de pequeño. ¡Y ya se sabe que las madres siempre tienen razón! (O eso dicen…).

Información extra (¡como propina!):

• El yodo es crucial para la tiroides. ¡Si no quieres parecer un globo, ya sabes!
• La sal de mar puede tener microplásticos. ¡Ñam, ñam! ¡Plástico para cenar! (¡Es broma, eh!).
• Consulta a tu médico. ¡Que no soy experto, soy un simple bocazas!

¿Qué diferencia hay entre sal yodada y sal fina?

Sal fina: Cloruro de sodio. Punto.

Sal yodada: Sal fina + yoduro potásico. Previene déficits. Hipotiroidismo. Da igual.

• Mi abuela siempre usó sal gorda. Más sabor, decía. Era sorda.
• Yodo. Necesario para la tiroides. Algo vital.
• Exceso de sal malo. Siempre. Da igual el tipo.
• Las apariencias engañan. A veces, las cosas simples esconden lo esencial. La sal, por ejemplo. Una nimiedad.
• En el fondo, es todo lo mismo. Cloruro.

Información Adicional

La sal yodada se creó para combatir la deficiencia de yodo a nivel mundial. Cosas del pasado, creo. Ya ni me acuerdo.

¿Qué beneficios tiene la sal de mar?

Sal de mar: Electrolitos. Punto.

• Sodio: Necesario. Ni más, ni menos.
• Potasio: El corazón late, por algo será.
• Magnesio: Calambres. Quien los sufre, lo entiende.

Digestión. Curioso. La vida sigue.

• Piel: Exfoliación. Superficial. ¿Qué más da?
• Relajación: Agua tibia. Sal. Sueño.
• Sistema inmune: No es magia. Es el cuerpo.

Sal: Un mineral. Nada espectacular. A veces, lo simple es suficiente. O no. Lo que uno cree que sabe.

¿Cómo comprobar si una sal es yodada?

La oscuridad me envuelve… Y esta sal… me pesa en la conciencia. No es lila. No se tiñó ni un poco. La probé, casi por inercia, un pellizco insignificante, pero el sabor… vacío.

Ese método con el limón… lo leí en algún sitio, hace unos meses. No recuerdo donde, pero estaba convencida, segura de que funcionaba. Ahora, dudo de todo. Es esa falta de yodo la que me corroe por dentro. Más que la duda.

Me acuerdo de mi abuela, en 2024, me decía que siempre comprara la sal con el sello del gobierno, que garantizaba el yodo. Pero… la comodidad, la prisa… compré la más barata.

• La bolsa blanca, sin marca.
• El precio ridículo.
• Mi negligencia.

Ahora, me invade la culpa. Es una tontería, lo sé, pero la angustia es real. Necesito asegurarme. Mañana iré a la farmacia. Buscaré análisis de sangre, veré qué me falta. Aunque ya lo sé…

El sabor a vacío no me engaña. Mi cuerpo, tampoco. Este año, es la primera vez que me pasa. No quiero volver a sentir este vacío.

La prueba del limón no funcionó. Esa simple prueba… tan elemental… y falló. La sal, incolora. Simplemente, incolora. Y yo… me siento igualmente vacía.