¿Cuál es la fibra no digerible?
La fibra insoluble, no digerible por el organismo, promueve el movimiento intestinal y aumenta el volumen de las heces. A diferencia de la fibra soluble, no se disuelve en agua ni es fermentada por las bacterias del colon. Contribuye a una digestión saludable y regular.
Fibra no digerible: promotora del tránsito intestinal
La fibra no digerible es un tipo de fibra dietética que, como su nombre indica, no puede ser digerida ni absorbida por el organismo humano. Se caracteriza por su insolubilidad en agua y su resistencia a la fermentación por las bacterias del colon.
A diferencia de la fibra soluble, que forma geles en presencia de agua y se fermenta fácilmente, la fibra no digerible permanece intacta en el tracto digestivo. Esto le confiere propiedades únicas que benefician la salud gastrointestinal.
Beneficios de la fibra no digerible
El principal beneficio de la fibra no digerible es su capacidad para promover el movimiento intestinal regular. Al aumentar el volumen de las heces, la fibra insoluble estimula la peristalsis, el movimiento ondulatorio de los músculos intestinales que impulsa el material digestivo hacia el recto. Esto ayuda a prevenir el estreñimiento y a mantener una digestión saludable.
Además, la fibra no digerible contribuye a:
- Reducir el tiempo de tránsito intestinal: Al acelerar el paso de los alimentos por el tracto digestivo, la fibra insoluble previene la acumulación de toxinas y disminuye el riesgo de trastornos gastrointestinales como la diverticulitis.
- Promover la saciedad: La fibra insoluble ocupa espacio en el estómago, lo que crea una sensación de plenitud y reduce el apetito. Esto puede ayudar a controlar el peso y a prevenir el consumo excesivo de calorías.
- Regular los niveles de colesterol: Algunos tipos de fibra no digerible, como la pectina, tienen la capacidad de unirse al colesterol en el tracto digestivo y evitar su absorción en el torrente sanguíneo. Esto puede contribuir a la reducción de los niveles de colesterol LDL (“malo”).
Fuentes de fibra no digerible
Las principales fuentes de fibra no digerible incluyen:
- Cereales integrales: Salvado de trigo, avena, arroz integral
- Legumbres: Frijoles, lentejas, garbanzos
- Verduras: Brócoli, coliflor, coles de Bruselas
- Frutas con cáscara: Manzanas, peras
- Semillas: Semillas de chía, semillas de lino
Recomendaciones de consumo
Se recomienda consumir entre 25 y 30 gramos de fibra dietética al día, de los cuales alrededor del 15% debería ser fibra no digerible. Es importante aumentar gradualmente la ingesta de fibra para evitar posibles molestias gastrointestinales como gases y distensión abdominal.
Incluir fibra no digerible en la dieta es una forma sencilla y eficaz de mejorar la salud gastrointestinal, promover la saciedad y reducir el riesgo de enfermedades crónicas. Al garantizar un movimiento intestinal regular, esta fibra ayuda a mantener un sistema digestivo saludable y a prevenir problemas de salud a largo plazo.
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