¿Cuáles son 3 alimentos de alto riesgo?

Vale, a ver, vamos a hablar de esos alimentos que… digamos, nos pueden dar un buen susto. Porque, seamos sinceros, ¿quién no ha tenido alguna vez un pequeño percance estomacal? Yo sí, ¡y no es nada agradable!

Tres alimentos de alto riesgo, o, como yo los llamo, “los villanos silenciosos”:

• Carne cruda: El paraíso de la Salmonella y el E. coli. ¿A quién no le gusta un buen tartar o un carpaccio? A mí me encanta… ¡pero con precaución! Recuerdo una vez que mi abuela me contó de un amigo que, por comer un tartar “demasiado fresco”, estuvo en cama una semana. Y claro, la Salmonella y el E. coli no perdonan. Así que, si no conoces bien el origen de la carne y cómo se ha conservado… mejor cocinarla bien, ¿no crees? Es que, sinceramente, ¿vale la pena arriesgarse por un bocado?

• Pescado crudo/mal cocido: ¡Ojo con el anisakis! Sushi, sashimi, ceviche… ¡delicias marinas! Pero… ¿quién ha oído hablar del anisakis? Yo, sinceramente, lo descubrí hace poco y… ¡qué miedo! Es un parásito que te puede dar unos retortijones de campeonato. Y no solo eso, también hay bacterias que pueden amargarte el día. Recuerdo que en un restaurante, al probar el sashimi, noté algo extraño, una textura diferente. No digo que fuera anisakis, pero… desde entonces, soy mucho más cauteloso. Prefiero preguntar de dónde viene el pescado y si está congelado, ¡que mata al bicho! ¿Qué opinas tú? ¿Te atreves con el pescado crudo en cualquier sitio?

• Huevos crudos o poco cocidos: Salmonella a la vista. Adoro la tortilla poco cuajada, pero… ¡la Salmonella acecha! No sé, quizás soy un poco exagerado, pero siempre me da un poco de cosa. Me acuerdo de cuando era pequeño y mi madre me hacía la mayonesa casera con huevos crudos. ¡Qué rica estaba! Pero ahora pienso… ¿cómo no nos pusimos malos? Supongo que tuvimos suerte. Ahora, si tengo que usar huevos crudos, me aseguro de que estén pasteurizados o al menos que sean de gallinas criadas en condiciones óptimas. ¿Tú te la juegas con los huevos crudos?

En fin, esto no es para asustar a nadie, ¡solo para estar informados! Al final, se trata de disfrutar de la comida, pero con un poquito de cabeza. ¿No crees? ¡Salud!