¿Cuáles son 5 alimentos que dañan el páncreas?

Cinco alimentos que, ay, ¡dañan al pobre páncreas! ¿Cinco? Suena a sentencia de muerte para el placer, ¿no? Bueno, a ver… me pongo a pensar en mi tío Ramón, que era un rey del chuleton con patatas fritas y cerveza… ¿Recuerdan lo que le pasó? Un susto de muerte, una hospitalización que casi nos deja sin él… Desde entonces, mi filosofía cambió. Un poco, al menos.

Es que, la verdad, a quién le gusta esto de las restricciones, ¿verdad? Yo echo de menos, y mucho, los pasteles de mi abuela, esos que se deshacían en la boca… ¡un pecado! Ahora mismo se me hace la boca agua… pero luego recuerdo el daño que pueden hacer, especialmente al páncreas, pobrecito. Y pienso en los fritos… ¡Ay, los fritos! Las patatas bravas con esa salsa picante… ¡un vicio! Un vicio que me cuesta, pero que intento controlar. ¡Un verdadero martirio!

Hablando de vicios, los embutidos… Esos chorizos y morcillas tan ricos… uff, ¡qué difícil resistirse! Es que, a ver, ¿quién puede decir que no a un buen bocadillo de chorizo? Pero, claro, el colesterol, la grasa saturada… todo eso va directo al páncreas, y pum, ¡problemas! Si hasta me acuerdo de esa vez que me comí medio kilo de chorizo… ¡casi me da un infarto!

Y ahora, lo que más duele: el pescado azul, que tanto me gusta, y la crema agria… ¡Qué combinación tan deliciosa! Pero… aquí viene el pero… hay que ser moderados, ¿no? Es que leer sobre los riesgos, las investigaciones que hablan de inflamación y problemas… ¡me da un bajón! Ya se que es por mi bien, pero ¡que difícil es!

El alcohol, ay, el alcohol… Eso ni lo menciono, ¿verdad? Eso es directamente un enemigo declarado del páncreas, un cóctel Molotov para ese órgano tan importante. Ni una gota, que ya he aprendido a mis malas.

Así que, sí, cinco alimentos que pueden ser un problema… pero… ¿de verdad hay que renunciar a todo? Creo que hay que buscar un equilibrio. No se trata de eliminarlos por completo, sino de controlar las cantidades y elegir opciones más saludables. Un poco de todo, pero con cabeza. Eso es lo que intento, al menos. ¿Y ustedes?