¿Cuáles son las grasas dañinas para el cuerpo?

Uf, las grasas… ¡menudo tema! ¿Quién no ha oído hablar de las “malas”? Siempre me acuerdo de mi abuela, que decía que la mantequilla era lo mejor del mundo, y claro, ahora sabemos que no era tan así. Me refiero a las grasas saturadas, esas que te encuentras en la carne roja, la piel del pollo, los lácteos enteros… ¿a quién no le gusta un buen churrasco, verdad? Pero bueno, todo con moderación, porque en exceso, estas grasas, junto con las trans (esas que parecen sacadas de un laboratorio…), elevan el colesterol “malo”, el LDL. Y ya sabemos lo que eso significa, ¿no? Mayor riesgo de infartos, accidentes cerebrovasculares… cosas que, sinceramente, prefiero ni pensar. Me da escalofríos.

Recuerdo una vez que leí un artículo –no me acuerdo dónde, la verdad– que decía que un alto consumo de grasas saturadas aumentaba el riesgo de enfermedades cardíacas en no sé qué porcentaje… la verdad es que no me fijo mucho en las cifras. Pero vamos, que el mensaje queda claro: no hay que abusar. Yo, por ejemplo, he intentado reducir el consumo de carne roja. Antes comía hamburguesas varias veces por semana, ¡una locura! Ahora, me doy el gusto de vez en cuando, pero prefiero optar por pollo sin piel o pescado. Incluso he empezado a usar aceite de oliva en vez de mantequilla. ¡Un pequeño cambio, pero se nota! Al final, se trata de cuidarse un poco, ¿no? Es nuestra salud la que está en juego.