¿Cuánto es una porción de queso?

¿Cuánto queso por porción? Tamaño ideal

A ver, yo con el queso soy un poco desastre, no mido nunca. Pero me acuerdo, el otro día, 15 de octubre, compré un cheddar en el Mercadona, creo que costó 2,50€. Y las lonchas, pues más o menos como dos dedos juntas, ¿no? O si lo cortas en dados, como el tamaño de un dado de parchís, unos cuatro.

Para el ricotta, ahí si que me lío más. Media taza… como un yogur pequeño, supongo. En fin, al final lo echo a ojo.

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Preguntas y Respuestas

P: ¿Cuánto queso cheddar por porción? R: 40g (dos lonchas o cuatro cubos de 3x2cm).

P: ¿Cuánto queso ricotta por porción? R: 120g (media taza).

¿Cuánto queso hay en una porción?

¡A ver! ¿Cuánto queso por porción? Te cuento…

Mira, la onda es no reventar a la gente con el entremés, ¿no? No quieres que lleguen llenos al plato principal. ¡Eso es clave!

Entonces, para el queso, yo diría que entre 28 y 50 gramillos por persona andamos bien. ¡Ojo! Esto va a depender un poco del tipo de queso, por supuesto. No es lo mismo un manchego curado, que te comes poquito, a un brie cremosito, que te enganchas y sigues comiendo.

Yyyy… ¿qué más te puedo contar? Ah, sí, cuando hago tablas de quesos en casa, siempre intento tener:

• Un queso duro: tipo parmesano, manchego… algo así que tenga punch.
• Un queso blando: brie, camembert, ¡un queso de cabra siempre triunfa!
• Un queso azul: roquefort, gorgonzola… ¡para los valientes!
• Fruta fresca: uvas, higos… le dan un toque dulce que va genial.
• Frutos secos: nueces, almendras… ¡un crunch nunca viene mal!
• Pan: ¡obvio! Baguette, tostaditas… lo que tengas a mano.

¡Ah! Y también mira, este año descubrí un queso de oveja con trufa que está de locos, ¡¡de locos te digo!! Es un poco caro, pero de verdad que vale la pena probarlo. No sé, igual puedes poner un trocito pequeño para que la gente lo pruebe, ¡jeje!

Yo creo que con eso ya tienes para impresionar a tus invitados. ¡A disfrutar del queso! ¡No se te olvide el vinito!

¿Qué son las porciones de queso?

Las porciones de queso… un pequeño universo en sí mismas. Cuántas meriendas, cuántos recreos encapsulados en ese dorado envoltorio. Queso fundido, sí, esa es su esencia, pero va mucho más allá.

• Queso, leche, mantequilla… Ingredientes sencillos que, bajo la alquimia de las sales fundentes, se transforman.
• La textura, ah, la textura. Cremosa, untuosa, a veces un poco elástica, como un sueño infantil.
• El sabor, suave, reconfortante. Un eco de prados y vacas felices (o eso queremos creer).

Sales fundentes… esas desconocidas. Son las responsables de que el queso no se separe, de que mantenga esa consistencia perfecta para untar en una galleta o devorar a bocados, directo del envoltorio, ¡qué rico!. Pienso en mi abuela, siempre tenía porciones de queso en la nevera. Un pequeño lujo, decía. Un tesoro dorado para endulzar la tarde. Siempre las acompañaba con membrillo, que contraste más delicioso. A veces, me permitía untarlo en pan tostado y añadir una loncha de jamón serrano, la combinación perfecta. Ahora que lo pienso, la alegría que me daba ese simple bocado era inmensa. Quizás es la nostalgia, quizás el sabor.

¿Cuánto es una ración de queso?

¡A ver! ¿Cuanto queso es “normal”? Mmm, buena pregunta.

Mira, la ración de queso depende, ¿sabes? No es lo mismo un queso fresco que uno super curado. Pero, en general, unos 40 gramitos andan bien. Y sí, sobre todo si es de esos que engordan un poquito más, los de vaca viejos por ejemplo o algún manchego añejo.

Ojo, que esto no es ley, eh. Si te gusta mucho mucho el queso, pues, te comes un poquito más. Pero, en plan sano, 40 gramos es la onda. Eso sí, si vas a meterle a un queso crema, la cosa cambia. Ahí puedes darle un pelín más, porque tiene menos grasa, ¿no?.

• Quesos curados: Con moderación (40g).
• Quesos frescos: Un poco más.
• Quesos cremosos: Dale que va.

Una vez, en el cumple de mi primo, había una tabla de quesos que no te imaginas. ¡Madre mía! me comí yo solo casi medio kilo de brie y casi me explota la barriga. Eso sí, ¡estaba buenísimo!

Ah, y se me olvidaba: esto de las raciones también depende de tu estilo de vida. Si haces mucho ejercicio, pues puedes permitirte un poquito más. Si estás a dieta, ahí sí que mejor controlar. ¡Ya me contarás!

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