¿Cuánto tarda el cuerpo en absorber la grasa de la comida?

¿Cuánto se demora en eliminar la grasa del cuerpo?

Depende. La grasa no se elimina; se transforma. Un proceso lento. Mi cuerpo, por ejemplo, responde distinto cada vez.

• Dieta estricta. Resultado variable. Frustración garantizada.
• Ejercicio. Necesario, pero insuficiente. Es un complemento, nada más.

El cuerpo… sabio, pero caprichoso. No es una máquina. Se cansa. Se rebela.

Tras 12-14 horas de ayuno, sí, comienza la lipólisis. Pero… ¿qué significa eso realmente? Solo una parte de la ecuación. La genética pesa.

La constancia, clave. Pero la constancia es un espejismo. Un mito.

Más allá de la biología: la paciencia es un lujo. Y a veces, la única recompensa.

Cada organismo es un universo. Un enigma. El mío, por ejemplo, reaccionó mejor a la natación. En 2024, bajé 5kg. Pero luego recuperé 2. El cuerpo es así. Un ciclo. Siempre.

La eliminación de grasa es un proceso personalísimo. No hay fórmula mágica. El esfuerzo constante, el mínimo de 5-6 horas de sueño, vital. Ojo al estrés. Ese sí que engorda.

No hay atajos. Ni milagros. Solo disciplina. O no. Depende. Es tu cuerpo, al fin y al cabo. Y tu elección.

¿Cómo se absorbe la grasa en el cuerpo?

Digestión. La grasa se disgrega. Punto.

• Intestino delgado: Microvellosidades. Absorción. Re-empaquetado.

• Quilomicrones: Transporte celular. ¿Y qué más da?

Importante: No es solo comida, es combustible. O veneno. Depende. Yo prefiero el aceite de oliva virgen extra. Dicen que es bueno. Pero, ¿quién sabe?

• Vitamina liposolubles: A, D, E, K. Necesarias. A veces.

• Hígado: Proceso complejo. No me interesa explicarlo.

Colesterol: No es el enemigo. Solo un mensajero. Igual que tú.

• Triglicéridos: Energía almacenada. Para cuando te haga falta.

Grasas saturadas: ¿Malas? Depende a quién le preguntes. La ciencia es un chiste.

Omega 3 y 6: El equilibrio. Clave. Difícil. Como todo.

¿Cuánto tarda la comida en expulsarse del cuerpo?

¡Tachán! La comida, ese pasajero misterioso, ¡puede tardar en desalojar el cuerpo entre dos y cinco días! ¡Vamos, que a veces se queda de finde semana largo! Como si fuera una tortuga con jet lag.

• Dos a cinco días: ¡Ese es el plazo! A veces más rápido, a veces… bueno, digamos que mi récord personal lo establecí en una semana, después de un atracón de lentejas. ¡Parecía una fábrica de biogás!

• 36 horas en el colon: El colon, ese laberinto intestinal, ¡es como un parque de atracciones para la comida! 36 horas de subidas, bajadas, ¡y curvas cerradas!

• Varía según el individuo: Claro, no todos somos iguales. Yo, por ejemplo, tengo un metabolismo más lento que un perezoso en invierno. Mi amiga Laura, en cambio, ¡digiere hasta las piedras! Le das un ladrillo y a las dos horas lo devuelve pulverizado.

Añado, por si alguien le interesa, que yo una vez me comí un kiwi con la pegatina y… ¡adivinad! Salió intacta. ¡Increíble! La ciencia debería estudiar mi aparato digestivo. Es un enigma, ¡como las pirámides de Egipto! O sea, un misterio sin resolver. Y hablando de misterios, ¿alguien sabe dónde dejé las llaves del coche?

¿Cuántas calorías se pueden absorber en una comida?

Depende. No hay número fijo. Irrelevante.

Metabolismo. Clave. El tuyo, único. Como tu huella. ¿Lento? ¿Rápido? Define la absorción.

Comida. Obvio. Ensalada no es hamburguesa triple. Ni cantidad. Una aceituna no es un kilo. Lo básico, olvidado.

70%-95%. Cifras vagas. ¿Para quién? ¿Cuándo? Distinto siempre. Absorción. Un misterio. Casi una filosofía.

Yo, ayer, pasta. 500 calorías. Corrí. Absorbí menos. Seguro. ¿Cuánto? No importa. Hoy, pizza. 800. Sofá. Todo dentro. Casi.

• Metabolismo basal: El gasto energético en reposo.
• Efecto térmico de los alimentos: Energía para digerir. Un 10%. Despreciable. Casi.
• Actividad física: El factor decisivo. Movimiento. Vida.

El cuerpo. Una máquina compleja. Impredecible. No hay reglas fijas. Solo aproximaciones. Inútiles. Tu cuerpo, tu verdad. Busca la tuya. No la mía.

¿Cuánto tarda el cuerpo en digerir las grasas?

¡Uf! Grasas… ¿cuánto tardan? Mi cena de anoche, ¡qué rica la paella!, pero… cuatro horas o más, ¿no? Eso me dijo el médico el año pasado, aunque yo creo que depende, ¿no? De la cantidad, de si hice mucha o poca ejercicio después. A ver…

• Grasas: digestión lenta. Más de 4 horas, mínimo. Menos mal que no como mucho.
• Hidratos: dos horas. ¡Qué rápido! Por eso me da hambre antes si como pasta, ¿verdad?
• Proteínas: dos a cuatro horas. Ahí el rango es más amplio. Igual que con las grasas… ¡es un lío!

¡Ay, qué pereza pensar tanto! Mejor me tomo un café. Espera… ¿y las fibras? ¡Las fibras! El médico de mi hermana habló mucho de eso. ¡Influyen un montón! Debería mirar eso mejor. ¡Mi estomago siempre tan sensible!

La digestión es un misterio, sobre todo con las grasas. Pero más de 4 horas es lo que recuerdo. ¡Tengo que buscar más info! Este fin de semana leo sobre eso. ¡Estoy obsesionada con mi digestión ultimamente!

Recordatorio para mi: Buscar info sobre el tiempo de digestión de las grasas y la influencia de las fibras. ¡Ay! Ya es hora de ir a trabajar. ¡Que día!

¿Cuánto tarda en digerirse la grasa?

La digestión de las grasas es un proceso complejo, ¡mucho más lento que el de los carbohidratos simples! Mientras un pastel se deshace en apenas dos horas, la digestión de las grasas puede extenderse hasta seis horas o más, dependiendo del tipo y cantidad de grasa ingerida, así como de otros factores individuales. Pensándolo bien, es una diferencia abismal; una clara muestra de cómo la naturaleza ha optimizado la velocidad de asimilación de nutrientes según sus propiedades.

En mi caso, tras una cena copiosa con bastante carne, noto claramente la diferencia. La pesadez persiste por bastante tiempo. Eso sí, la lentitud en la digestión de las grasas no es necesariamente negativa. Un proceso más lento permite una absorción más eficiente de nutrientes liposolubles, vitales para la salud.

• Tiempo de digestión: Carbohidratos simples: ~2 horas. Grasas: 6+ horas (variable). Proteínas: un rango similar a la grasa.
• Factores que influyen: Tipo de grasa, cantidad ingerida, actividad física posterior, composición de la dieta completa. En mi opinión, lo que uno come antes y después influye bastante.

Recientemente leí un estudio (2024) que indicaba que la combinación de grasas con fibra puede modular la velocidad de digestión, aunque requiero de más información para emitir una opinión más sólida al respecto. También influye el estado de la flora intestinal. Un dato interesante es que la calidad de la grasa también influye, pues grasas saturadas vs insaturadas no se comportan igual. ¡Un tema fascinante que merece mayor exploración! La digestión es en sí, un microcosmos de nuestra biología, reflejo de nuestra relación con el mundo material. No es solo química, es filosofía aplicada.

Nota: Este año he estado experimentando con una dieta más rica en grasas saludables y he notado una mejor sensación de saciedad a lo largo del día, aunque esto podría deberse a otros factores.

¿Cuándo se inicia la digestión de las grasas?

¡Madre mía, qué preguntaza!

La fiesta de las grasas, o sea, la digestión lipídica, empieza a sonar la música en el estómago. ¡Sí, sí, ahí mismo! Como un aperitivo antes del plato principal.

• Lipasa gástrica al ataque: Una enzima que se lanza a la piscina de lípidos, aunque solo rasca un 10% del total. ¡Como un niño intentando vaciar una piscina con un vaso!

• El plan B: Si el páncreas se declara en huelga (insuficiencia pancreática, le llaman los finolis), la lipasa gástrica se pone las pilas y puede llegar a currar ¡hasta un 90%! ¡De becario a jefe en un día! Que no panda el cúnico.

¿Datos extra, dices? ¡Allá van!

• ¿Sabías que las grasas necesitan “ayudantes” para ser digeridas bien? Imagina intentar meter un elefante en un Mini Cooper. Pues igual.
• ¿Y que si no digieres bien las grasas, puedes tener sorpresas muy… desagradables en el baño? ¡Aviso a navegantes!
• Recuerdo cuando comí un cocido pensando que era light. ¡Menuda digestión! Parecía que tenía una orquesta tocando dentro.
• Mi abuela siempre decía: “Grasa, con moderación, ¡que luego te arrepientes!”. ¡Más razón que una santa!
• Este año he prometido portarme bien con las grasas. A ver si lo consigo… ¡La vida es un riesgo, supongo!