¿Qué agua tomar para la digestión?

Ay, la digestión… ¿verdad que a veces es un verdadero fastidio? A mí, personalmente, tengo mis trucos, ¿sabes? El agua tibia, por ejemplo, es mi mejor amiga después de una comilona. Siento como si le diera un abrazo calentito a mi estómago, ¿a ti no te pasa?

He escuchado maravillas del vinagre de manzana, lo confieso, ¡pero uf!, el sabor me echa para atrás. Lo probé una vez, siguiendo el consejo de una amiga, y bueno, digamos que necesité un vaso de agua (tibia, ¡por supuesto!) para pasar el trago. Demasiado ácido para mí, supongo.

Prefiero mil veces el agua tibia, quizás con una rodajita de limón. Es como más… suave y refrescante. Me acuerdo una vez, en la India, que después de una comida picantísima me ofrecieron agua caliente con limón. ¡Fue un alivio! Desde entonces, lo adopté como mi ritual digestivo.

Pero, a ver, seamos realistas, cada cuerpo es un mundo, ¿no? Lo que me funciona a mí, a ti quizás te da gases… o te encanta. Lo mejor, como digo siempre, ¡es experimentar y ver qué te sienta bien! ¿Qué te funciona a ti, por cierto? ¡Me encantaría saberlo!