¿Qué alimentos debo eliminar para bajar la panza?

4 ver

Elimina para bajar la panza:

  • Carnes grasas (salchichas, tocino, costillas)
  • Quesos grasos y platillos con ellos (pizza, burritos, macarrones con queso)
  • Frituras
  • Lácteos enteros (helado, pudín)
Comentarios 0 gustos

¿Qué alimentos debo eliminar para bajar la panza? ¡Ay, esa pregunta que me he hecho mil veces! Recuerdo una época, hace unos años, en la que me sentía fatal, hinchada, con esa molesta “llantita” que tanto me acomplejaba. Sentía que nada me quedaba bien, ¿sabes? Y claro, empecé a buscar soluciones desesperadamente.

Entonces, ¿qué fue lo que descubrí que tenía que eliminar para empezar a sentirme mejor y, sí, para ver resultados en mi cintura? Pues mira, algunas cosas que me costaron un montón al principio, la verdad.

Primero, las carnes grasas. Adiós, salchichas de desayuno de los domingos, adiós tocino crujiente… ¡Qué duro fue! Me encantaban las costillas, ¡ay, qué barbaridad! Pero bueno, poco a poco fui encontrando alternativas, como el pollo a la plancha, o el pescado al horno. Mucho más sano y, aunque al principio parecía un sacrificio, ahora ni lo extraño.

Luego, los quesos grasos y todo lo que los llevaba. Hablamos de pizza, ¡mi perdición! Deliciosos burritos con queso derretido… ¡Uf! Y los macarrones con queso, ¡ni te cuento! Casi lloro al principio. Pero, ¿qué podía hacer? Esas cosas son bombas de calorías y grasas saturadas, según leí por ahí… Algo así como 500 calorías de media en una sola porción de pizza, ¡insólito! Tuve que buscar alternativas, quesos ligeros, en fin… Aprender a disfrutar de la comida de otra manera.

Las frituras, eso fue otro capítulo. Papas fritas, aros de cebolla… esas cosas tan ricas, pero tan perjudiciales. Recuerdo un estudio que leí, que decía que la grasa de las frituras afecta directamente a la acumulación de grasa abdominal. No recuerdo las cifras exactas, pero era algo bastante alarmante. Así que adiós a esas delicias, al menos con frecuencia.

Y por último, los lácteos enteros. Helado, mi gran amor… ¡qué difícil fue! Y el pudín, ese postre tan cremoso… Pero en serio, un estudio decía que los lácteos enteros pueden contribuir al aumento de peso, y en mi caso, se notaba en la panza. Así que opté por las versiones descremadas, o por alternativas vegetales. No es lo mismo, lo sé, pero ¡merece la pena!

En fin, fue un proceso, una lucha interna con mis antojos y mis hábitos. Pero al final, la recompensa valió la pena. No solo bajé la panza, sino que me siento mucho mejor, con más energía, y más sana. Y si a ti te pasa lo mismo, te recomiendo que pruebes a eliminar estos alimentos poco a poco, y verás los resultados. Ánimo, que se puede!

#Azucares #Grasas Malas #Ultraprocesados