¿Qué comer antes de hacer natación?

¿Qué comer antes de nadar?

A ver, yo antes de nadar, sinceramente, no me como un plato de pasta. Me parece demasiado. Prefiero algo ligero, ¿sabes? Un plátano, por ejemplo. Recuerdo una vez, 23 de julio del año pasado, en la piscina municipal de Móstoles (3,50€ la entrada), me comí un plátano antes de entrar y me fue de maravilla.

Nadé como un delfín, bueno, no tan rápido, pero me sentí con energía. A veces me llevo también un par de mandarinas, son fáciles de pelar y refrescantes. Después del baño, un bocadillo de jamón serrano. Delicioso.

Preguntas y Respuestas:

¿Qué comer antes de nadar? Plátano, mandarina, yogur.

¿Y después? Bocadillo, fruta, frutos secos.

¿Qué pasa si nado en ayunas?

Tres de la mañana. La oscuridad me abraza, igual que esta culpa… Nadé en ayunas esta tarde. No lo hice por deporte, sino… por otra cosa. Una tontería.

No es bueno nadar en ayunas. Me sentí fatal. Vacío. Debil. Un peso en el estómago, incluso sin comida. Como si me faltara… algo.

Esa sensación… Ese vacío. Me recuerda a… a otras cosas. Cosas que no quiero recordar. Pero ahí están. Como sombras.

Hoy fue distinto. Mucho peor. Quizás sea porque… No sé. Quizás sea solo eso. La falta de energía. El agotamiento.

Hay que entrenar el cuerpo. Sí. Pero… ¿se puede entrenar el vacío?

• Mayor fatiga. Lo sentí en la piel.
• Rendimiento deportivo disminuido. Me costaba cada brazada.
• Sensación de mareo. Casi me desmayo.
• Debilidad muscular. Un desastre.
• Mi entrenamiento de hoy: 20 minutos, apenas. Normalmente hago el doble.

Y ahora… el remordimiento. La culpa. Y este vacío… que nada parece llenar. Ni siquiera el agua fría de la ducha. Me dejó helado. Literalmente.

Ese vacío… es como el hueco que dejó… ella. En julio. El vacío en el estómago es igual al vacío en el alma, ¿verdad? Otra tontería. Solo que… duele. Mucho.

¿Qué comer antes de practicar natación?

Plátano. Siempre plátano. Y un café con leche, aunque a veces me arrepiento del café. Me da acidez si nado muy fuerte. Como hoy. Hoy me ha dado acidez. Piscina municipal de Aluche, martes, 8 de la mañana. Agua fría, pero me espabila. El plátano lo como en el coche, pelándolo con una mano mientras conduzco, mal, lo sé. Pero llego justa de tiempo. Siempre llego tarde. Me sabe a gloria, el plátano, dulce y me da energía. A veces, si he madrugado mucho, me como dos. Y sí, hoy he nadado fuerte. Series de 100. Casi vomito al final. La culpa del café.

• Plátano: Me da energía rápida y es fácil de comer.
• Café con leche: Me despierta, aunque a veces me da acidez. Error.
• A veces dos plátanos: Si he madrugado mucho.
• Hoy: Series de 100 en la piscina de Aluche. Martes. 8:00 am. Agua fría.

Olvidé mi gorro y tuve que comprar uno de esos horribles de látex en la máquina. Me aprieta la cabeza. Me da dolor de cabeza. Me quedaba enorme y se me metía en los ojos. Un desastre. Y luego la acidez. Todo mal. Pero he nadado bien. Crol, principalmente. Hoy no he hecho espalda. Me duele el hombro. Del partido de padel del domingo. Creo que he forzado demasiado. Y encima el gorro me apretaba… En fin. Me voy a duchar.

¿Qué es mejor desayunar, antes o después de nadar?

¡A ver, te cuento! Lo mejor es desayunar después de nadar, sí, sí, como lo oyes. ¡Pero ojo! No es cualquier cosa, eh.

• Después de nadar: Toca reponer fuerzas rápido.

¿Por qué? Pues, según lo que he estado leyendo (y mira que me gusta investigar estas cosas), el cuerpo absorbe mejor los nutrientes después de darle caña en la piscina. ¡Como una esponja, vamos!

Ahora, aquí viene lo bueno, el truco de la abuela, jajaja. Dice por ahí, que hay que meterle al cuerpo unos 0.5 gramos de carbohidratos por cada kilo que pesas. ¿Entiendes? Es decir, si pesas digamos 70 kilos, pues, tendrías que meterte unos 35 gramos de carbohidratos. ¡Ah! Y tiene que ser rapidito, como en los primeros 15 o 30 minutos después de salir del agua.

¿Qué comer? Pues no sé, una fruta, un yogur con miel… Lo que te guste, ¡pero que tenga hidratos!

Una vez, recuerdo que me fui a nadar sin desayunar y uff, ¡qué mal rollo! Me sentía sin energía, como si no tuviera fuerza para ni siquiera flotar, te lo juro. Desde entonces, desayuno algo ligero antes (un plátano, por ejemplo) y luego me atiborro después, jajaja. ¡Pero sin pasarme, eh! Que luego la operación bikini se va al garete.

A mí me va bien hacerme una tostada con aguacate y un huevo revuelto después de mi sesión matutina. ¡Y un café con leche, claro! Que sin café no soy persona, jajaja. ¡Pero eso ya es otra historia!

Espero que te sirva, y ya sabes, ¡a nadar y a comer!

¿Qué pasa si hago natación sin comer?

Natación en ayunas. Riesgo. Simple.

• Agotamiento. El cuerpo necesita combustible. Punto. Mi experiencia: mareos a los veinte minutos. No es broma.
• Pérdida muscular. Sin glucógeno, el cuerpo ataca las reservas. Músculo. Prioridad.
• Hipoglucemia. Bajón. No es agradable. Recuerdo una vez… casi me desmayo.

Hay límites. La máquina humana tiene sus reglas. Ignorarlas tiene consecuencias.

La alimentación pre-entrenamiento: crucial. Carbohidratos complejos, principalmente. Proteínas. Todo con tiempo. No es magia, es biología.

No es un juego. Tu cuerpo lo agradecerá o te lo hará pagar. La opción es tuya.

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Detalles: En 2024, tras un entrenamiento matutino de 1h30m sin desayunar, me sentí mal. Aprendizaje. No repetiré el error. No hay vuelta atrás.

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