¿Qué cosas no deben comer los que tienen insuficiencia renal crónica?

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Las personas con insuficiencia renal crónica deben moderar el consumo de sal. Esto implica evitar alimentos enlatados no dulces, embutidos, vísceras, pescados secos o salados, ahumados, quesos salados, caldos prefabricados y alimentos congelados con sal añadida. Es fundamental limitar el uso de sal al sazonar las comidas para proteger la función renal restante.

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La Dieta y la Insuficiencia Renal Crónica: Qué Alimentos Debemos Evitar

La insuficiencia renal crónica (IRC) es una condición seria que requiere un manejo cuidadoso, incluyendo una dieta específica. El objetivo principal de esta dieta es reducir la carga de trabajo sobre los riñones restantes y prevenir la acumulación de toxinas en el cuerpo. Una de las claves de este manejo dietético es la estricta selección de los alimentos que consumimos. A continuación, detallamos algunos grupos de alimentos que las personas con IRC deben evitar o consumir con mucha moderación:

1. El Enemigo Silencioso: El Sodio: El sodio, presente en la sal común (cloruro de sodio), es un factor crucial a controlar en la IRC. Su exceso sobrecarga los riñones, dificultando su función de filtrado y pudiendo agravar la hipertensión arterial, un problema común en esta enfermedad. Por lo tanto, es fundamental restringir drásticamente la ingesta de sodio, lo que implica evitar o limitar considerablemente los siguientes alimentos:

  • Alimentos procesados: Enlatados (excepto frutas en almíbar ligero, siempre revisando las etiquetas), embutidos (salchichas, jamones, chorizos), pescados secos o salados, y cualquier producto con un alto contenido de sodio añadido. La lectura cuidadosa de las etiquetas nutricionales es imprescindible.
  • Carnes rojas y vísceras: Estas contienen altas cantidades de fósforo y potasio, minerales que deben controlarse en la IRC. Además, muchas veces se preparan con cantidades excesivas de sal.
  • Quesos curados y salados: Algunos quesos, especialmente los curados o de sabor intenso, presentan un alto contenido de sodio y fósforo. Opte por quesos frescos y bajos en sodio, siempre verificando la información nutricional.
  • Caldos prefabricados y sopas instantáneas: Son bombas de sodio, fósforo y potasio. Es preferible preparar caldos caseros con verduras frescas y bajas en sodio.
  • Alimentos congelados: Muchos alimentos congelados, incluso las verduras, contienen altas cantidades de sal añadida para mejorar su sabor y conservación. Opte por verduras frescas o congeladas sin adición de sal.
  • Salsas y aderezos comerciales: Muchas salsas, aderezos para ensaladas y condimentos procesados contienen altas concentraciones de sodio. Prefiera aderezos caseros a base de hierbas, limón y especias.

Más allá del Sodio: Además del sodio, otros nutrientes requieren un control estricto en la dieta de un paciente con IRC. El potasio, el fósforo y las proteínas deben ser consumidos en cantidades adecuadas, según las indicaciones del nefrólogo. Su médico le ayudará a elaborar un plan nutricional personalizado que se ajuste a sus necesidades individuales.

Conclusión:

Una dieta adecuada es fundamental para retrasar la progresión de la insuficiencia renal crónica y mejorar la calidad de vida del paciente. Evitar los alimentos ricos en sodio y controlar la ingesta de potasio, fósforo y proteínas, son pilares de un tratamiento integral y exitoso. La colaboración estrecha con un nefrólogo y un dietista-nutricionista es esencial para diseñar un plan alimentario seguro y efectivo. Recuerde que leer las etiquetas nutricionales con atención y consultar a su equipo médico es crucial para un manejo exitoso de su condición.