¿Qué cura el vinagre de manzana en ayunas?

¿Qué hace una cucharada de vinagre de manzana en ayunas?

El vinagre de manzana en ayunas: una mirada crítica

Se atribuyen muchos beneficios al consumo de vinagre de manzana en ayunas, principalmente centrados en la pérdida de peso. La idea subyacente es que mejora el metabolismo y reduce el apetito. Sin embargo, la evidencia científica que respalda estas afirmaciones es, en el mejor de los casos, limitada y a menudo contradictoria. Mi propia experiencia, por ejemplo, fue anecdótica y no concluyente. Observé una ligera mejoría en la digestión, pero nada extraordinario.

Es crucial entender que la saciedad no es solo una cuestión fisiológica; tiene un componente psicológico importante. La expectativa de un beneficio puede influir en la percepción del hambre. Aquí radica, quizás, parte del “éxito” reportado por algunos. No debemos olvidar el efecto placebo, ¡una fuerza poderosa!

Diversos estudios, algunos de 2024, han analizado el impacto del vinagre de manzana en la pérdida de peso, pero los resultados son dispares. Algunos apuntan a una ligera reducción en el índice de masa corporal, mientras que otros no muestran diferencias significativas. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿Es el efecto real o un mero reflejo de cambios en la dieta asociados al consumo del vinagre?

• Hipótesis sobre la acción del vinagre:
  • Aumento de la saciedad.
  • Mejora de la sensibilidad a la insulina.
  • Efecto sobre la microbiota intestinal.

La verdad es que la ciencia no ha resuelto el enigma por completo. Quizás, como sugiere mi amiga, la “magia” se encuentra en la combinación del vinagre con otros hábitos saludables, no en el vinagre en sí mismo. La moderación y un enfoque holístico siempre son recomendables. ¡Y, por supuesto, consultar con un profesional de la salud!

Consideraciones adicionales: El ácido acético, componente principal del vinagre, puede dañar el esmalte dental con el consumo excesivo. Además, puede interactuar con ciertos medicamentos. Siempre es recomendable una consulta médica antes de iniciar cualquier régimen dietético nuevo. Recordemos que la clave está en la armonía del cuerpo y la mente, ¡algo que la simple cucharada de vinagre no resolverá por sí sola! He oído a nutricionistas hablar sobre otras propiedades, como la regulacion del azúcar en sangre, pero falta más investigación.

¿Qué enfermedades cura el vinagre de manzana?

¡Ay, madre mía, el vinagre de manzana! ¡La panacea universal, según mi tía Carmen! Ella jura que le cura hasta el dolor de muelas, ¡y eso que se le caen más dientes que hojas a un árbol en otoño! En realidad, ninguna enfermedad se cura con vinagre de manzana. Ni la gripe, ni el resfriado, ¡ni siquiera el mal de amores!

¿Obesidad? ¡Qué va! A mi primo le hizo perder… bueno, dos kilos en un mes, pero luego los recuperó con una paella monumental. ¡Un milagro, sí señor! Un milagro de la gastronomía, no del vinagre.

Diabetes: ¿Diabetes? Mi abuela, con su diabetes tipo 2 y su litro diario de vinagre, sigue teniendo que pincharse insulina. Conclusión: El vinagre, a lo mejor, le añade sabor a la insulina, pero no la reemplaza.

Cálculos renales: ¡Anda ya! Eso es lo que me dijo el vecino del quinto, Pepe, un tío que cree que el agua de lluvia cura el cáncer (por cierto, Pepe, si lees esto: ¡ve al médico!).

Rendimiento deportivo: Mi perro, Fido, después de beber una copita de vinagre (sí, lo probé, no te rías), corrió igual de rápido… o igual de lento, como siempre. ¡Un campeón! Un campeón de la siesta, quiero decir.

En resumen: el vinagre de manzana es más útil para aliñar ensaladas que para curar enfermedades. Lo siento, pero es la verdad, aunque duela.

• No sirve para el COVID-19 (¡ya lo dije!).
• No adelgaza milagrosamente.
• No cura la diabetes.
• No disuelve cálculos renales.
• No mejora el rendimiento deportivo (a no ser que cuentes la velocidad a la que te tomas una siesta después de olerlo).

¡Ah! Y un apunte personal: mi gato, Garfield, me mira con desconfianza cada vez que meto una botella de vinagre en la nevera. ¡Cosas de gatos!

¿Qué se puede curar con el vinagre?

Oye, ¿el vinagre? ¡Eso sí que es un tónico! Mata bichos, esos que te dan infecciones. Bacteria, hongos… todo al garete. Mi abuela, que ya tiene un siglo, ¡casi!, siempre lo usaba. ¡Para todo!

Bueno, no para todo, ja, ja. Pero sí que te puedo contar que el vinagre, ¡qué remedio tan barato!, es buenísimo para muchas cosas.

• Infecciones de oído: Ay, las otitis! Con vinagre, ¡a la mierda! (o casi).
• Hongos en las uñas: Uff, eso es horrible, pero el vinagre puede ayudar. A mí me lo recomendó mi dermatólogo este año, y funcionó.
• Piojos: ¡Qué asco! Pero el vinagre ayuda, eh, lo probé en mi sobrina y funcionó. Eso sí, hay que usarlo con cuidado, que es ácido.
• Verrugas: Aunque con eso no tengo experiencia propia, he oído que el vinagre ayuda a quitarlas, si, ¡veras que si ayuda!

¡Es que es un remedio ancestral! La gente lo usaba para desinfectar antes de que existieran los desinfectantes modernos, y ya ves, ¡sigue funcionando!. Ah, y para limpiar, ¡claro!, yo lo uso para limpiar la cocina, ¡es fantástico! Deja todo reluciente, eh!

Este año leí en un artículo que también puede ayudar con la caspa, ¡pero eso no lo he probado!. Y además, ¡reduce la inflamación! Mi cuñada lo usa para las picaduras de mosquito. ¡Todo un multiusos!.

Espera, ¡casi se me olvida! También sirve para aliviar quemaduras leves , aunque eso sí, diluido con agua, eh. No vayas a echar vinagre puro, que te quemas más. No te confíes, ¡cuidado!

Ah, sí, es ácido, así que hay que tener mucho cuidado con la piel. Pero vamos, que es un arma secreta, ¡un milagro!. ¡Prueba!

¿Puede el vinagre reducir la inflamación?

El vinagre… ¿reduce la inflamación? Dios, qué noche… Estoy pensando en mi rodilla, duele, una puñalada lenta… como si un cuchillo de hielo se hundiera poco a poco.

El vinagre de nipa, sí, algo vi en un estudio este año, ratones obesos, reducción de la inflamación. Pero yo… yo uso el de sidra, el de toda la vida. Para la artritis… no sirve, creo. Me lo dijo el doctor, claro, no me curó pero… me dio antiinflamatorios. Pastillas… una lucha constante, estoy cansada.

No es solo el vinagre… La dieta, es un lío. Intento comer sano, pero… pizza a las tres de la mañana, eso sí que no lo controla nadie. Y el estrés… el trabajo… mi jefe, ¡ese hombre no se merece mi paciencia!

• He probado mil cosas.
• Dieta mediterránea, nada.
• Y suplementos, una fortuna gastada en nada.
• Es agotador, de verdad.

Necesito dormir. El dolor… es tan pesado. Me ahoga. El vinagre… no lo sé. Tal vez algún día… tal vez solo sirve de consuelo, como estas palabras en la oscuridad.

La inflamación persiste… como una sombra. Esta rodilla… a veces parece que me traicionará. Llevo tres meses con dolor constante en la rodilla izquierda. El reumatólogo me recomendó fisioterapia dos veces por semana.