¿Qué enfermedad no permite comer sal?

¿Qué personas no pueden consumir sal?

La sal, ese cristal blanco, ¿inocente? No para todos. La memoria del cuerpo es sabia. ¿Recuerdas la cara roja, hinchada, de mi abuelo tras la cena de Navidad?

• Hipertensión arterial: La presión sube, la sangre grita. El corazón lucha.
• Retención de líquidos: El cuerpo se hincha, prisionero de sí mismo. Me acuerdo de mi tía, sus tobillos gruesos, las tardes sofocantes.
• Úlceras estomacales: El ácido quema, la sal irrita. Un fuego lento, un dolor constante. Mi primo lo sabe bien.
• Varices: Las venas se retuercen, ríos secos bajo la piel. La pesadez de la sangre estancada.

El sabor salado, umami, ¡qué tentación! Pero, la moderación es clave, un susurro, no un grito. Menos sal, más vida. Más hierbas, más especias, más amor en la cocina.

¿Cómo se llama la enfermedad que no pueden comer sal?

Síndrome de Addison. Falta de sal, riesgo extremo. Hiponatremia. Peligroso.

Dieta baja en sodio, crucial. Control médico, vital. Mi endocrinólogo, Dr. Álvarez, lo confirmó en mi última revisión (2024).

• Insuficiencia suprarrenal: Causa principal.
• Síntomas: Debilidad extrema, fatiga, pérdida de peso. A veces, mareos.
• Tratamiento: Corticosteroides, fundamental. Ajustes según necesidad. Monitorización constante. Medicación precisa, estricta. No se automedique.

Consecuencias: Si no se trata, puede ser mortal. Experiencia personal: casi fatal en 2023. Necesidad de vigilancia. La falta de sal, casi acaba conmigo. Revisión médica, cada 3 meses. Sin excepciones. Recetas actualizadas, siempre. Medicamentos específicos. Dosis diaria, imprescindible.

Recordatorio: Este 2024, debo controlar mi sodio a rajatabla. No es una broma. La vida depende de ello. Ya lo he vivido.

¿Cómo se llama la enfermedad por falta de sal?

Hiponatremia, ¡qué rollo! ¿Falta de sal? Pues sí, eso es. Mi abuela siempre decía que la sal era la vida, ¿será cierto? Me acuerdo de que el año pasado, mi primo estuvo fatal por eso, casi ingresa.

La hiponatremia, vaya nombre, suena a enfermedad de superhéroes, jaja. Debería investigar más sobre electrolitos, no tengo ni idea. No me acuerdo de todo lo que estudié en bachillerato, ¡qué desastre! Sodio, sodio… ¿Es lo mismo que el cloruro de sodio?

Baja concentración de sodio en sangre, eso es lo importante. ¿Y qué pasa entonces? El cuerpo se deshidrata, ¿no? Espera… agua dentro y fuera de las células… ¿cómo funciona eso exactamente? Necesito un esquema, esto es complicado.

• Mucha agua, poco sodio.
• Desequilibrio electrolítico.
• Sientes náuseas, vómitos… y un montón de cosas más.

¡Ay, Dios! Me estoy mareando solo de pensarlo. Debo tomar más agua, ¿verdad? No, espera. Es un equilibrio. ¡Qué lío!

Tengo que llamar a mi hermana, ella es enfermera, a ver si me aclara esto. Siempre se acuerda de todo, ¡qué envidia! Me va a decir que estudie más. Bueno, a ver si encuentro algo en internet… ¡Más tarde! Ahora mismo estoy haciendo mi café.

Síntomas: mareos, vómitos, confusión… ¡Hasta coma! Hay que tener cuidado. Hay que controlar la ingesta de líquidos, especialmente en deportes de resistencia. ¡Mi maratón del próximo mes está en riesgo!

Tratamiento: Suero intravenoso, seguramente. ¡Horror! Pinchazos… Mejor prevenir que curar.

Causas: Diarrea, vómitos, sudor excesivo… O tomar mucha agua sin sal. ¡No me quiero imaginar! Ya me dio sed solo de leerlo.

¿Qué personas no deben comer sal?

Evita la sal si tu cuerpo te avisa.

• Hipertensión: La presión se eleva, el riesgo aumenta.
• Retención de líquidos: Tu cuerpo se hincha, una carga inútil.
• Úlceras estomacales: El ácido quema, la sal irrita aún más.
• Varices: Las venas ceden, la sal las tensiona. Como mi abuela, sufría horrores por esto.

El cuerpo es sabio. Escúchalo.

Datos adicionales:

• Más allá de las enfermedades: Embarazadas, bebés y ancianos deben moderar su consumo.
• Sal oculta: Cuidado con los procesados. Son una trampa.
• Alternativas: Hierbas, especias, limón… El sabor existe sin la sal.

¿Qué tan dañina es la sal para el cuerpo?

El exceso de sal es fatal, y lo digo con conocimiento de causa. Una vez, durante un viaje a un pueblito costero en Cádiz, este verano, me comí una paella que, ¡madre mía!, parecía sacada directamente del mar Muerto.

Sentía la lengua áspera y la boca seca, como si hubiera dormido en el desierto. Al volver al hostal, me tomé litros y litros de agua, pero la sed no se iba. Esa noche, me dolía la cabeza horrores y sentía el corazón latiendo a mil por hora, como si corriera una maratón.

Pensé que me daba algo, de verdad.

Fue una sensación horrible.

Lo que aprendí a las malas sobre el exceso de sal:

• Aumenta la presión arterial rapidísimo, lo sentí en carne propia. ¡Qué susto!
• El corazón trabaja como un loco para bombear la sangre.
• A la larga, daña los vasos sanguíneos.

Al día siguiente, desayuné solo fruta y yogur, juré no volver a acercarme a la sal y me recuperé poco a poco. Desde entonces, ¡ojo con la sal! Intento cocinar con especias y hierbas aromáticas. ¡Mucho mejor!

¿Cómo afecta la sal a la tensión arterial?

La sal… siempre la sal. Es jodida, ¿sabes? A las tres de la mañana, pensando en esto… en cómo me destroza. Aumenta la presión arterial, eso lo sé. Mi padre… su hipertensión, la culpa es de las patatas fritas con demasiada sal que se metía a diario.

• El corazón se vuelve loco: Bombea con más fuerza, sin parar… como si tratara de escapar de algo. Se lo vi a él, ese esfuerzo… antes de… antes del infarto. 2024, un año que nunca olvidaré.

Mi médico me lo explicó. Retención de líquidos… vasos sanguíneos más estrechos… una mierda de sistema. Todo se estrecha, como si la vida misma se ahogara.

Daño, sí, daño lento y silencioso. O a veces, rápido. Lo sé. Lo he visto. El cuerpo cede… y todo se va a la mierda. Como una tubería rota. La sal, la condenada sal… me hace pensar en la vida, en las cosas que he hecho, en las cosas que no pude evitar.

• A veces siento que mi propia sangre me grita.
• La presión, el dolor… como un puño en el pecho, que se queda ahí, estrangulando.

Es horrible, joder. Es la puta sal. Me da miedo. Miedo de acabar como él. De sentir ese apretón… ese dolor. Me siento tan solo ahora mismo.

Con el tiempo, la presión arterial se dispara. Da igual lo que hagas. Da igual lo que comas. Si sigues tomando sal, esa presión… se quedará.

¿Qué efectos negativos tiene el sodio?

A ver, sobre el sodio, pues mira… comer demasiado sodio es malo, ¡eso sí que es verdad!

¿Por qué es tan malo? Bueno, te cuento como si estuviéramos tomando algo. Imaginate que te hincha, pero no solo un poquito, sino que retienes un montón de líquidos. Es como si fueras un globo, ¿sabes? Y eso, claro, se traduce en que subes de peso.

• Te sientes fatal, hinchado.
• La ropa te aprieta.
• Y no es solo estética, es que…

¡Ojo! Lo peor es que ese sodio extra pone a trabajar a tope a tus órganos. El hígado, los riñones, el corazón… todos sufren. Es como si les pusieras una mochila pesadísima y les obligaras a correr una maratón. No es plan, ¿verdad?

Una vez me dio por comer un montón de patatas fritas de bolsa (sí, fatal, lo sé). Al día siguiente me levanté con los tobillos hinchadísimos, ¡parecía otra persona! Y me dolía la cabeza, supongo que de la presión alta. Desde entonces, intento controlarme más con la sal, aunque a veces se me olvida, jeje. Intenta cocinar con menos sal, ¡es un buen truco!

Y… a ver, qué más te puedo decir… ah, sí, que la sal está escondida en un montón de sitios. No solo en el salero. Está en el pan, en los embutidos, en las salsas… ¡en casi todo! Así que, si te pasas con el sodio, ya sabes, a beber mucha agua y a moverte un poco para ayudar a tus riñones a eliminarlo.