¿Qué hacer cuando se te regresa la comida?

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Para aliviar la regurgitación, mantenga una postura erguida al menos dos horas después de comer, elevando la cabecera de la cama unos 10-15 cm con bloques de madera (no almohadas) para evitar flexionar el cuello y usar ropa holgada. La posición correcta facilita la digestión y reduce el reflujo.
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Regurgitación infantil: Consejos para aliviar el malestar

La regurgitación en bebés y niños pequeños es un fenómeno común que, si bien a menudo no representa una preocupación médica grave, puede ser molesto tanto para el niño como para los padres. Afortunadamente, existen medidas sencillas que se pueden implementar para aliviar este problema y promover una mejor digestión.

En lugar de centrarnos en el término genérico “regurgitación”, es importante destacar que en la mayoría de los casos se trata de un reflujo gastroesofágico (RGE). Este fenómeno, que implica el retorno del contenido gástrico hacia el esófago, puede tener diversas causas y no siempre requiere intervención médica.

¿Qué puedes hacer para aliviar la regurgitación?

Aunque no siempre es posible erradicar la regurgitación completamente, sí existen estrategias que pueden ayudar a reducir su frecuencia e intensidad. Aquí te presentamos algunas recomendaciones, fundamentadas en el principio de promover una adecuada digestión y minimizar la regurgitación:

  • Postura erguida después de las comidas: Una de las medidas más efectivas es mantener al niño en una postura erguida durante al menos dos horas después de cada toma. Elevando la cabecera de la cama unos 10-15 cm con bloques de madera (no con almohadas, ya que estas pueden causar una postura inadecuada) se evita la flexión del cuello, lo que permite que el estómago se ubique en una posición más favorable para la digestión y reduce el reflujo.

  • Ropa holgada: La ropa ajustada en la zona del abdomen puede dificultar la digestión y aumentar la presión sobre el estómago. Optar por prendas holgadas permite una mejor movilidad y comodidad durante el proceso digestivo.

  • Alimentos apropiados: Aunque la causa del reflujo puede ser multifactorial, existen alimentos que pueden exacerbarlo. En algunos casos, se puede consultar con un pediatra o nutricionista para adaptar la dieta del bebé, evitando alimentos y bebidas que se sabe desencadenan episodios de regurgitación. Siempre se recomienda consultar con profesionales de la salud para ajustar la dieta infantil.

  • Observación y registro: Llevar un registro de los episodios de regurgitación, incluyendo el horario, la cantidad, el tipo de alimento ingerido y cualquier síntoma adicional (como dolor, irritabilidad o llanto), puede ayudar a identificar posibles patrones y a determinar la mejor estrategia a seguir.

Importancia de la consulta médica:

Si la regurgitación es excesiva, si se acompaña de otros síntomas como dificultad para alimentarse, pérdida de peso, irritabilidad persistente o vómitos, es fundamental consultar con un pediatra para descartar posibles causas subyacentes más serias. El médico podrá evaluar la situación individualmente y brindar el consejo y tratamiento adecuado.

En resumen: Mantener una postura adecuada después de las comidas, usar ropa holgada y observar los patrones de regurgitación pueden ser estrategias efectivas para aliviar los episodios de regurgitación en los bebés y niños pequeños. Sin embargo, ante cualquier inquietud o empeoramiento de los síntomas, se debe acudir inmediatamente a un profesional de la salud.