¿Qué pasa si bebo alcohol sin haber comido?

¿Qué pasa si bebo alcohol sin haber comido? Ay, Dios mío, esa pregunta… me trae recuerdos, malos recuerdos. Recuerdo una noche, era joven, tonta, creyendo que era invencible, salí con mis amigas y… ¡ay!… bebimos como si no hubiera un mañana, con el estómago completamente vacío. ¿Para qué? Para “ahorrar calorías”, claro. ¡Qué tontería!

Beber con el estómago vacío… es peligroso, sí, lo dicen todos los médicos y lo aprendí a las malas esa noche. Sentí que el alcohol me golpeaba con una fuerza brutal, un mazazo directo al cerebro. Fue una intoxicación terrible, náuseas, vómitos… un dolor de cabeza que parecía que me iba a partir la cabeza en dos. Recuerdo que me dolía hasta el alma, literalmente. Afortunadamente, no llegué a la cetoacidosis alcohólica, pero… ¿y si hubiera sido peor? ¿Y si…? Mejor ni lo pienso.

Es que… es una locura pensar que algo tan sencillo como comer antes de beber puede marcar una diferencia tan grande. Dicen que sin comida, el alcohol se absorbe mucho más rápido, como un 20% o 30% más rápido, no sé las cifras exactas, pero… la cosa es que, se absorbe rapidísimo, ¿no? Y ahí está el peligro, ese pico de alcohol en sangre, te deja vulnerable, a todo.

Recuerdo a mi primo, el pobre, una vez sí acabó en el hospital por esto mismo. Fue una fiesta universitaria, mucha presión, mucha bebida… ¡qué barbaridad! Afortunadamente se recuperó, pero fue un susto tremendo para toda la familia. Esa experiencia nos marcó a todos, de verdad. A partir de ahí, en nuestra familia, es ley no beber con el estómago vacío.

Así que, ya sabes, come algo antes de beber alcohol. Un bocadillo, una fruta, lo que sea. Un pequeño gesto que te puede salvar de un mal rato, o incluso de algo mucho peor. De verdad, vale la pena. No te juegues la vida, o lo que es más importante, la salud.

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