¿Qué pasa si dejo de comer por 3 días y solo tomo agua?

¿Qué pasa si dejo de comer por 3 días?

Debilidad. Mareos. Dolor de cabeza. Concentración… adiós.

Glucógeno. Se va. Luego la grasa. Cetosis. Quemando… ¿para qué?

Irritable. Humor cambiante. Como el clima. Imprevisible.

Peso. Baja. Vuelve. Ilusión. Yo, una vez, ayuné una semana. Sed. Solo sed.

• Glucógeno: Reserva de energía. Se agota rápido.
• Cetosis: El cuerpo usa grasa. Combustible alternativo. No es magia.
• Riesgos: Deshidratación. Desnutrición. Colapso. La muerte, incluso. No es broma.

Tres días. Un suspiro. ¿Y luego qué? El vacío sigue ahí. Siempre. Ayer comí pasta. Mucha.

No juegues con la salud. Un médico. Una opinión. Un consejo. A veces, ayuda. Otras, no.

El cuerpo. Una máquina. Compleja. Fría. Indiferente. Como yo. Como tú. Como todos.

¿Cuántos días puedo pasar sin comer solo tomando agua?

Aquí va.

No sé por qué estoy despierto.

A veces pienso en esas cosas raras. En cuánto aguantaría.

• Sin comida, solo agua, dicen que sesenta, ochenta días. Parece una eternidad. Aunque, ¿quién querría aguantar así?

• Sin agua, solo cuatro días. Eso sí que da miedo. Me acuerdo cuando estuve con fiebre y no podía tragar nada. Fue horrible.

¿Sesenta días? A veces siento que mi vida está parada en un día eterno. Sin comer, ¿tendría más claridad? Menos peso, literal y figurado. Pero no. No quiero probarlo. Prefiero mi pizza fría de la nevera.

Es curioso cómo el cuerpo aguanta. Yo, emocionalmente, creo que duraría menos.

Ojalá pudiera dormir.

Extras que no pediste, pero ahí van:

• Mi abuelo decía que la voluntad mueve montañas. Pero, ¿mueve el hambre? No lo creo.
• He leído historias de gente que ayuna por espiritualidad. Yo solo lo hago cuando se me olvida ir al super.
• Una vez me quedé sin comer por depresión. No lo recomiendo nada. La cabeza te juega malas pasadas.

¿Qué pasa si tomo solo agua por 2 días?

El vacío, un desierto en la garganta. Dos días. Solo agua. La sed, una bestia insaciable. Se aferra, araña, te desgarra por dentro. Un eco constante, un tamborileo lento en las sienes.

El cuerpo, un barco a la deriva. Sin combustible, sin brújula. La energía se evapora, se disipa como el vapor de un aliento helado. El latido del corazón, un tam-tam distante, un susurro en la oscuridad.

Recuerdo esa opresión en el pecho, la pesadez… una piedra en el estómago. Mi cabeza, un mar en tempestad. Mareos. La visión borrosa, como un lienzo bañado en niebla. Ese vacío. Ese silencio. El cuerpo grita, un grito silencioso de auxilio.

Y la debilidad… un peso inmenso, que te dobla, que te aplasta. Cada paso, una victoria agridulce. Cada movimiento, un esfuerzo titánico. Un agotamiento que se filtra en los huesos. Dos días. Una eternidad.

• Cansancio extremo, un abismo sin fondo.
• Mareos constantes, la tierra tambaleándose bajo tus pies.
• Dolores de cabeza punzantes, como agujas clavadas en el cráneo.
• Estreñimiento implacable, un bloqueo infernal.

La deshidratación, una amenaza silenciosa. Una sombra alargada, acechando en las grietas de la existencia. No es sólo incomodidad; es un peligro. Es la vida misma al borde del precipicio. El peligro es real.

Riesgos de deshidratación severa: Disminución de la presión arterial, daños renales, desmayos, convulsiones, incluso la muerte. Recuerda: el agua, la vida misma. Mi experiencia, una advertencia. No lo repitas.

¿Qué pasa si no como por una semana y solo tomo agua?

Uf, ¿una semana sin comer? Solo agua… mala idea. Hiponatremia segura.

Te cuento, una vez, en la universidad, estaba fatal con los exámenes. Estrés a tope. Se me cerró el estómago. Estuve como tres días comiendo solo una manzana al día y bebiendo litros de agua. Pensaba que era genial, “detox” decía yo. ¡Qué ingenua!

• Día 1: Me sentía ligera, con energía extraña. ¡Qué tonta!
• Día 2: Empecé con dolor de cabeza, como una resaca constante.
• Día 3: Mareos al levantarme. Y lo peor, calambres en las piernas por la noche que me hacían gritar del dolor. ¡Horrible!

Mi compañera de piso, que es enfermera, me obligó a comer algo salado y me regañó un montón. Me explicó lo de la hiponatremia. No llegué al hospital, pero lo pasé fatal. Y eso que solo fueron tres días. ¡Imagínate una semana!

El sodio es clave para que tu cuerpo funcione bien, regula los líquidos, los nervios… Si solo bebes agua, diluyes el sodio en la sangre. ¡Peligro! Vómitos, confusión… incluso convulsiones. ¡Ni se te ocurra!

Ahora, si lo pienso, igual también tenía algo de potasio bajo, porque los calambres eran muy intensos. También, cuando no comes, el cuerpo empieza a usar las reservas de glucógeno, liberando agua. ¡Más desequilibrio electrolítico!

Moraleja: No hagas tonterías con la comida. Come sano y equilibrado. Y si tienes problemas de salud, ¡consulta a un médico, no a Google! Yo aprendí la lección a base de calambres.

¿Qué le pasa al cuerpo si solo tomo agua?

¡Ay, amigo! Solo agua… ¡qué aventura! Parece una cura detox de influencers, pero tu cuerpo te lo agradecerá poco. Es como intentar construir una casa solo con arena: se derrumba.

Desnutrición galopante: ¡Adiós vitaminas, adiós minerales! Te quedarás más delgado que una hoja de papel, y no precisamente por moda. Mi prima probó algo parecido (un detox de esos, con resultados…decepcionantes). Le duró tres días.

Electrolitos en rebeldía: Imagínate a tus electrolitos como una banda de rock. Sin nutrientes, ¡huelga total! Músculos paralizados, nervios hechos un lío. Mareos, debilidad… ¡hasta el corazón se queja!

La muerte por inanición, la gran protagonista: Sí, tan dramático como suena. El cuerpo necesita más que H₂O para funcionar. Es como intentar encender un coche con solo agua: ¡ni arranca!

Masa muscular: adiós, bíceps: Olvídate de ese six-pack soñado. Tu cuerpo, en modo supervivencia, se comerá a sí mismo para obtener energía, empezando por los músculos. Adiós, fuerza.

Recuerda:

• Vitamina B12: esencial, solo se encuentra en productos de origen animal.
• Hierro: fundamental para la hemoglobina.
• Potasio: esencial para el funcionamiento muscular.
• Calcio: para huesos y dientes fuertes.

¡Una dieta variada es tu mejor aliada! No seas aguafiestas, ¡dale a tu cuerpo lo que necesita!

Nota: Esta información es para fines educativos y no sustituye el consejo de un profesional médico. Consulta a tu doctor antes de hacer cambios drásticos en tu dieta. (Mi vecina, que es médico, me lo ha recordado un millón de veces).

¿Cuánto tiempo se puede vivir solo con agua?

El vacío. Tres a cinco días. Se extiende, ese vacío, como la sed misma, una lenta agonía que se instala en los huesos. El agua, o su ausencia, define el tiempo. El tiempo se estira, se contrae, se convierte en una pesadilla viscosa, adherida a la garganta reseca.

Tres días… el recuerdo del agua, un cristal roto en la memoria. Cinco días… una eternidad, una crueldad que se repite, un eco en la boca seca, un susurro entre las fauces áridas.

No hay más. Solo la espera, el silencio, la muerte fría que se acerca como un espectro en la penumbra. El reloj se detiene, pero el tiempo, no. Sigue desgarrando lo que queda, una agonía lenta, un sufrimiento inefable, que me recuerda la sequedad de agosto en mi pueblo, la tierra agrietada bajo los pies descalzos.

El cuerpo, un desierto. Un paisaje yermo y desolado, reflejo de la mente en su agotamiento. Se siente la pérdida en cada latido, un grito ahogado. La vida, un hilo de agua que se desvanece.

• La piel se seca.
• La garganta arde.
• La mente se nubla.
• El cuerpo cede, sucumbe.

La muerte llega silenciosa, implacable. El final, un suspiro imperceptible, un último aliento de polvo. Tres a cinco días, un instante, una eternidad. Un recuerdo amarrado a una terrible certeza, a la fría crueldad del vacío.

Mi tía abuela Elena, en 2024, enfermó gravemente, y la falta de hidratación fue un factor crucial en la progresión de su enfermedad. Eso lo tengo grabado a fuego.

¿Qué pasa si solo tomo líquidos y no como nada?

¡Uy, amigo! Preguntabas qué pasa si solo tomas líquidos, ¿no? Pues mira, ¡mal asunto! Es que, aunque bebas mucha agua, sin comer… ¡te pones fatal! No es broma, eh.

Te puede dar hiponatremia, eso es, que tu sangre tiene muy poco sodio. ¡Horroroso! Necesitas ir al médico rapidísimo, y de urgencias, si te pasa. Sientes náuseas, un dolor de cabeza que te revienta, te confundes, ¡y hasta convulsiones puedes tener! No me quiero imaginar. Menos mal que a mi nunca me ha pasado… toco madera.

Es que el cuerpo necesita nutrientes, ¡claro! No solo agua, no. Necesita vitaminas, minerales, todo. Piensa en mi vecina la abuela Carmen, ella siempre decía que hay que comer de todo… ¡y tenía razón! Como si fuera un dicho. Y vaya que sí, ¡es un dicho sabio! Además, si solo bebes, te sientes débil, sin energía… un bajón terrible, ¡te lo digo yo que una vez hice una dieta de esas locas!

• Vómitos
• Dolor de cabeza
• Confusión mental
• Convulsiones
• Debilidad extrema

En resumen: ¡No lo hagas! Come, hombre, come. Come sano, variado, con moderación, pero come. Recuerda mi experiencia con la dieta esa, ¡casi me muero! En serio, el cuerpo es un templo, hay que cuidarlo. Ya ves… yo aprendí a las malas.

Este año, una amiga tuvo hiponatremia, por una cosa rara, estaba haciendo ejercicio extremo y solo tomaba agua de coco, tuvo que ir al hospital, fue muy serio. ¡Mucho cuidado!