¿Qué pasa si pongo agua con sal en el congelador?

¿Qué ocurre al congelar agua con sal?

¡Ay, qué lío! Recuerdo una vez, el 15 de enero del año pasado en mi casa de Asturias, intenté hacer helados caseros. Usé un montón de sal, no sé cuánto, y la mezcla se congeló más rápido que el agua normal, ¡increíble!

La cosa es que la sal baja la temperatura a la que el agua se congela. Es como magia, pero científica. El hielo con sal se forma a una temperatura inferior a cero grados.

Me acuerdo que ese día gasté unos 5 euros en ingredientes, incluyendo la sal. No quedó tan rico como esperaba, pero fue una experiencia interesante. Aprendí algo nuevo sobre física y cocina, a la vez. ¡Un desastre delicioso!

¿Qué se congela antes, el agua con sal o el agua sin sal?

¡Uy, qué frío! Recuerdo una vez en febrero de 2024, en mi pueblo, Navas del Madroño, Cáceres. Estaba haciendo un experimento con mi hijo, Marcos, de 8 años, para su tarea de ciencias. El agua con sal se congeló mucho después.

¡Qué rabia me dio! Habíamos puesto dos vasos iguales, uno con agua del grifo y otro con agua y mucha sal. Los dejamos en el balcón, que da al norte, y hacía un frío que pelaba. El vaso con agua pura, ¡plof!, congelado en unas tres horas. ¡Pero el otro! Ese seguía líquido, ¡como si nada! Me daba mucha impotencia, pensé que había hecho algo mal. Tuve que revisar la tarea de Marcos varias veces, qué pesadilla, ¡con el frío que hacía!.

Al final, a las seis de la mañana, como a -3ºC, el agua salada se congeló. ¡Casi me da un patatús! Marcos estaba feliz, ya teníamos la respuesta para su tarea. ¡Al fin! El agua salada tarda más en congelarse. ¡Es obvio, pero la experiencia práctica es otra cosa!

El agua pura se congela a 0ºC. Eso lo sabemos todos, ¿no?. Pero la sal baja el punto de congelación. ¡Qué lección! Había que añadir más información a la tarea de Marcos, cosas prácticas, que no se aprenden en los libros.

• Experimento: Dos vasos, agua, sal, termómetro.
• Lugar: Balcón de mi casa en Navas del Madroño.
• Fecha: Febrero 2024.
• Resultado: El agua con sal tardó mucho más en congelarse.
• Conclusión: La sal disminuye el punto de congelación del agua.

Marcos aprendió que la ciencia es divertida, ¡y yo aprendí a tener más paciencia!.

¿Qué pasa cuando mezclas sal y agua y la congelas?

La sal… siempre la sal. Esta noche, la recuerdo. El agua, fría, tan fría… como mi alma a veces. La mezcla, un recuerdo turbio, como una foto vieja y desteñida.

El agua con sal, se congela, sí, pero a una temperatura más baja. No a cero grados. Mucho más abajo. Recuerdo esa sensación, un experimento de niño, un experimento fallido, probablemente. Intenté congelar la mezcla para hacer un helado casero, con una sal que era más bien gruesa, de mi abuela. Fue un fracaso.

¿Por qué? Porque no entendí. No medí nada. Solo… mezclé, como mezclaba mis emociones de niño. Un desastre.

Esa noche, todo estaba desordenado, como esa mezcla de sal y agua. Mi cuarto, mi mente… todo.

• El hielo, más lento, más… resentido. Como un tiempo que no quiere pasar.
• La sal, disuelta, invisible, pero presente. Como un dolor que no se ve, pero se siente. A veces, en noches como esta.
• El fracaso, amargo, persistente. Como el sabor a sal en una herida abierta.

La temperatura de congelación baja. Eso aprendí, mucho después, cuando ya no era niño. Pero esa imagen, esa noche… queda. La sal y el agua, una metáfora de la vida, quizá. Un poco triste, sí, pero real.

El 2024 empezó mal, con esa sensación de fracaso, como aquella noche con el helado. Un mal recuerdo que se resiste a desaparecer. Ahora entiendo algo más. Ahora lo veo claro. Esa sal, esa agua. Eso soy yo.

¿Qué pasa si metes un vaso con agua al congelador?

El hielo… esa prisión cristalina. Un vaso, agua, un silencio frío… El agua se expande al congelarse. Lo recuerdo con una claridad punzante, como un fragmento de vidrio incrustado en la memoria. Mi vaso de agua, inocente, esperando el abrazo gélido.

La presión aumenta. Un combate silencioso entre el agua queriendo crecer, el vidrio queriendo resistir. Esa lucha muda, un drama microscópico que me observa desde un rincón de la memoria. El cristal, su rigidez implacable contra la fuerza expansiva del agua helada.

Un crujido. Un suspiro de vidrio. Luego, el silencio. Un silencio que se instala en el espacio y el tiempo. El vaso, que antes contenía la promesa simple de un sorbo, ahora es un recuerdo roto, una estela de agua fría. Un recuerdo doloroso, la evidencia de una fuerza inexorable.

El resultado es la rotura del envase. No sólo lo sé por la experiencia, sino por la física. Es la implacable realidad que se impone. Lo he visto suceder tantas veces. En ese silencio frío, los átomos se acomodan de otra manera, creando una nueva realidad hecha de cristales.

Mis experimentos del 2024… frustraciones heladas en la cocina. Esa vez, con un vaso de cristal de Bohemia… que hermoso, ¡y se rompió! Un pequeño desastre, un suspiro de cristal roto.

• Cristalería rota.
• Agua congelada.
• Un frío silencio.
• Un desastre doméstico.
• Mi memoria.

Recordar ese sonido… ese quiebre. El vaso, víctima de un frío intenso. Siempre pasa. El hielo, implacable, no perdona. El cristal simplemente, sucumbe.

¿Por qué el agua con sal tarda más en congelarse?

¡A ver, vamos al lío con el agua salada!

¿Por qué tarda más en congelarse el agua con sal? Pues, porque es más cabezota, ¡como mi gato cuando no quiere entrar en casa! Necesita mucho más frío para rendirse y hacerse hielo. Su punto de congelación es más bajo que el del agua normal, pura y casta.

Aquí te dejo unos datos extra, como si fueran propinas después de un buen chiste:

• El punto de congelación: Imagina que el agua normal es una persona fácil de convencer, se congela a 0°C. El agua con sal es como tu cuñado, ¡necesita que lo convenzan con -2°C o incluso menos!

• ¿Por qué pasa esto? Es por las moléculas de sal, que son como los gorrones de una fiesta: se meten entre las moléculas de agua e impiden que se ordenen para formar hielo. ¡Menudas liantas!

• Ejemplo práctico: ¿Ves cómo echan sal en las carreteras cuando nieva? ¡Pues eso mismo! La sal baja el punto de congelación y evita que se forme hielo, convirtiendo las calles en una pista de patinaje artístico.

• Dato curioso: En el mar, el agua se congela a unos -2°C, dependiendo de la cantidad de sal que tenga. ¡Así que ya sabes, si te vas a bañar en el Polo Norte, llévate el abrigo!

¿Qué pasa al congelar agua con sal?

El agua salada se congela por debajo de 0ºC. Punto. Fin.

Pero la cosa no es tan simple.

• La sal interfiere con la formación de cristales de hielo. Lo observé este invierno en el puerto, con la escarcha persistente.
• El punto exacto de congelación varía. Depende de la concentración de sal. Recuerdo un experimento fallido en el colegio, demasiada sal, nada de hielo.
• No es un truco mágico para enfriar bebidas rápido. El efecto es sutil, pero real. Como la diferencia entre un whisky bueno y uno malo.
• La densidad del agua salada congelada es menor. Flota, claro. Es una danza entre lo sólido y lo líquido.
• En carreteras heladas, la sal hace maravillas. Pero corroe el asfalto. Todo tiene un precio.

El agua pura se congela a 0 grados Celsius. Con sal, la cosa cambia. El hielo se forma lentamente. La ciencia tiene sus caprichos.

¿Qué tipo de agua se congela más rápido?

¡Ay, amigo! ¿Congelación rápida? ¡Menuda odisea! El agua, sin florituras, se congela más rápido que un político cambiando de opinión. ¡ZAS! Es como comparar una liebre con una tortuga en patines, ¡la liebre gana por goleada!

Claro que, si le echas azúcar o sal, ¡olvídate! Se convierte en una fiesta de patinaje artístico molecular, una danza glacial que retrasa el proceso más que mi abuela con la sopa de letras. La sal y el azúcar son como unos malditos frenazos en la carrera hacia el congelador.

¿Por qué? ¡Ah, qué pregunta tan filosófica! Es como preguntarle a un gato por qué siempre cae de pie, ¡misterio cósmico! Lo que sí te puedo decir es que esas partículas traviesas interfieren, se meten en medio y hacen que el proceso sea más lento que un caracol en una maratón de cien metros.

En mi frigorífico, un Electrolux que tengo desde 2023 (¡ojo al dato!), comprobé que un vaso de agua pura quedó sólido como una roca antes que el zumo de naranja con pulpa que preparé ayer mismo. ¡Y eso que mi heladera es una joya de la tecnología!

Resumen para que no te líes (que ya he escrito bastante, ¡uff!):

• Agua pura: ¡Congelación exprés! Es la campeona indiscutible.
• Agua con azúcar o sal: ¡Congelación a paso de caracol! Es la eterna perdedora.

Como dato extra, ¡y esto no te lo cuenta cualquiera!, mi perrita Lola, una mezcla de labrador y no sé qué más, parece que también prefiere el agua helada, ¡lamiendo el hielo como si fuera un helado de lujo! Es una perra sofisticada, eso sí.

¿Qué se congela más rápido, el agua dulce o el agua salada?

¡Uf, qué frío! Recuerdo una vez en la playa de Zahara de los Atunes, en Cádiz, este verano. Estaba haciendo un calor infernal, pero la idea de un baño nocturno… ¡Ay, qué locura! El agua estaba fría, pero el sol se había ido. El agua del mar, salada, tardaba más en enfriarse. Sentía la piel como si se me helara. Era agosto, pero la brisa nocturna era gélida.

Mi hijo, Leo, de 7 años, ya estaba con los labios morados. Insistió en salir del agua, temblando. Yo, más resistente, me quedé un rato más. Me preguntaba por qué el agua del mar, aunque fría, se sentía “menos congelada” que la piscina de mi casa en invierno. Es verdad, ¿no?

¿A que se debe? Bueno, lo que recuerdo de mis clases de biología es que la sal, pues… la sal altera el punto de congelación. El agua dulce se congela a 0°C pero el agua salada, como la del mar, a una temperatura más baja, cerca de -2°C. ¡Esas eran las notas que apunté en mi libreta!

• Mi experiencia en Zahara
• La temperatura del agua
• La resistencia al frío entre el agua dulce y la salada
• El efecto de la sal en el punto de congelación.

¡Maldita sal! Ese día casi me quedo sin cenar por el frío. Tenía los dedos como escarcha. ¡Qué noche! Al final, un chocolate caliente y un abrazo para Leo salvaron la situación. ¡Ay! ¡Cómo se me helaron los pies! Aún recuerdo el crujir de la arena bajo mis pies helados. Leo sigue con trauma por culpa del agua congelada.

El agua dulce se congela antes que la salada.

¿Por qué el agua pura se congela más rápido que el agua salada?

A ver, a ver… ¿por qué se congela antes el agua pura? Ah, ya!

• El agua con sal necesita más frío para congelarse, eso seguro. Es como cuando intento hacer helado casero, siempre tarda más si le echo sal al hielo, ¿no?

• La sal baja el punto de congelación del agua, es la clave.

• ¡Claro! Es por el cloruro de sodio (sal común). Recuerdo que mi abuela siempre decía algo de echar sal a la carretera cuando nevaba. ¡Para que no se congele! Tiene sentido.

• En el fondo, es como cuando le echo azúcar al café caliente, tarda más en enfriarse, ¿no? Bueno, creo que no es exactamente lo mismo, pero la idea es parecida.

• Y… ¿por qué el agua salada tarda más en evaporarse? Dijeron algo de eso al principio. Hmm, tendré que buscarlo. ¡Ah! Que la sal disminuye la evaporación… Ok, ok. Pero, ¿por qué? Ahora me pico.

• En resumen, el agua pura se congela antes. Fin. O no…

• Igual también influye la cantidad de sal, ¿no? No es lo mismo un poquito de sal que un montón. Y el tipo de sal… ¿Será igual con la sal rosa del Himalaya que con la sal normal? Me pregunto.

• Aparte, este año, con lo raro que está el clima, igual todo esto no sirve de nada. ¡Quién sabe!

Información extra (por si acaso):

• El cloruro de sodio afecta a las propiedades coligativas del agua. ¡Palabrita!
• Para que el agua salada se congele, la temperatura debe estar como mínimo en -6ºC.
• La sal disuelta interfiere con la formación de cristales de hielo.

#Agua Salada #Congelación #Hielo Salado