¿Qué pasa si tu cuerpo no puede digerir la grasa?

¿Qué pasa si tu cuerpo no puede digerir la grasa? Uf… de solo pensarlo me da un escalofrío. Imagínate, ¿no? Ir al baño y… bueno, mejor no entrar en detalles. Esas heces… ¡Qué asco! Y aparte del tema estético, que ya es bastante desagradable, ¿te imaginas la incomodidad?

No sé, yo me sentiría fatal. Avergonzada, incluso. Como si mi cuerpo me estuviera fallando. Y no es solo la vergüenza, ¿eh? Es que además, sin absorber las grasas, ¿de dónde sacaría las vitaminas A, D, E y K? ¡Son esenciales! Recuerdo cuando mi abuela tuvo un problema similar, aunque no tan grave. Tenía una dieta muy restrictiva, casi no comía grasas, y empezó a tener problemas de visión. El médico le explicó que necesitaba esas vitaminas para absorber bien los nutrientes. Al final, tuvo que empezar a tomar suplementos y cambiar su dieta. ¡Menudo susto nos llevamos!

Es que claro, piensas en las consecuencias a largo plazo… ¿Osteoporosis? ¿Problemas de coagulación? ¿Debilidad del sistema inmune? No, no quiero ni pensarlo. He leído por ahí –no me preguntes dónde, seguro que fue en algún artículo que me apareció en Facebook– que un porcentaje bastante alto de personas tiene algún tipo de problema con la absorción de grasas, aunque sea leve. No sé si será cierto, pero me deja pensando… ¿Y si yo también tengo algo y no lo sé? En fin, mejor no obsesionarse. Pero sí que da que pensar, ¿verdad? Es que las grasas, aunque tengan mala fama, son necesarias. En su justa medida, claro. Como todo en esta vida.