¿Qué te incluye un todo incluido?

Ay, ¿qué te incluye un “todo incluido”? ¡Esa pregunta me la he hecho yo tantas veces! Recuerdo mi luna de miel en Cancún… ¡qué locura! Pensaba que “todo incluido” significaba, bueno, TODO. Y casi lo fue, pero… ¿quién iba a saber que el “todo incluido” del hotel “Paraíso Perdido” (irónico, ¿no?) no incluía las propinas para el camarero que me trajo el mojito a las 4 de la mañana, después de que mi marido se había quedado frito? ¡Ese tipo se merecía una medalla!

En fin, lo que normalmente te ofrecen es, digamos, lo básico… un lugar donde dormir, algo decente (aunque a veces… depende, ¿eh?) para dormir. Un sitio cómodo, sí, eso sí que es verdad. Habitaciones bonitas, en mi experiencia, aunque a veces parecen más… funcionales que románticas. Mi amiga Laura se fue a un resort en Riviera Maya y me contó que su habitación daba a una pared de cemento. ¡Una pared!

Luego está la comida. Ah, la comida. Desayunos, almuerzos, cenas… ¡y snacks! Suena fantástico, ¿verdad? Y lo es… hasta que te das cuenta de que el buffet es siempre lo mismo. Recuerdo, en Cancún, un mar de pasta con tomate y pollo rebozado durante cinco días seguidos. Cinco días. ¡Cinco! Aunque bueno, siempre hay alguna sorpresa… como aquel día que encontré una langosta en el buffet. ¡Una auténtica langosta! ¡Me sentí como una reina!

Y las bebidas… ¡bebidas ilimitadas! Sí, sí, suena genial, como una fantasía. Cerveza, refrescos, cócteles… ¡hasta que descubres que los cócteles “de marca” cuestan un ojo de la cara, o que el ron es… bastante regulero. Pero bueno, ¡si tienes sed, tienes solucionado! De todas formas, ¡la gente se lo pasa bomba! ¿Cómo olvidar las noches de karaoke en ese mismo hotel?

Así que, en resumen, un “todo incluido” te ofrece lo básico: cama, comida, bebida. Pero recuerda que la letra pequeña… ¡siempre hay una letra pequeña! Hay detalles que varían mucho, según el hotel. No es lo mismo un “todo incluido” en un resort de cinco estrellas que uno en un hotelito familiar. Y, por supuesto, ¡nunca está de más llevar unos cuantos pesos extra para las propinas y esas cosas que se escapan a la definición de “todo incluido”! ¡Ah, y protector solar! Eso sí que no lo incluye nadie.