¿Qué tiene más proteína, el yogur o el queso?

El duelo proteico: ¿Yogur o queso?

La proteína es un nutriente esencial para nuestro organismo, fundamental para la construcción y reparación de tejidos, la producción de enzimas y hormonas, y el buen funcionamiento del sistema inmunológico. A la hora de elegir alimentos ricos en proteína, los lácteos suelen ser una opción popular. Pero, dentro de este grupo, ¿qué aporta más proteína: el yogur o el queso?

La respuesta, de forma general, es el queso. Si bien ambos derivan de la leche, el proceso de elaboración marca la diferencia en su contenido proteico. El yogur se obtiene mediante la fermentación de la leche, un proceso que conserva gran parte de su composición original, incluyendo el suero. En cambio, el queso pasa por un proceso más complejo que implica la coagulación de la leche y la separación del suero, concentrando así los sólidos lácteos, entre ellos, la proteína.

Esta concentración de sólidos en el queso resulta en una mayor proporción de caseína, la principal proteína de la leche. Al eliminar el suero, que contiene proteínas solubles como la lactoalbúmina y la lactoglobulina, el queso se convierte en una fuente más densa de proteína por porción en comparación con el yogur.

Para ilustrarlo, imaginemos 100 gramos de cada producto. Mientras un yogur natural puede contener entre 3 y 5 gramos de proteína, 100 gramos de queso, dependiendo del tipo, pueden aportar entre 20 y 40 gramos. Quesos como el parmesano, el cheddar o el manchego son ejemplos de variedades particularmente ricas en proteína.

Sin embargo, es importante matizar que existen diferentes tipos de yogur y queso, y su contenido proteico puede variar. Los yogures griegos, por ejemplo, al pasar por un proceso de filtrado que elimina parte del suero, tienen un mayor contenido proteico que los yogures tradicionales. De la misma manera, quesos frescos como el requesón, al retener más suero, tienen una concentración de proteína menor.

En conclusión, si buscamos maximizar la ingesta de proteína a través de lácteos, el queso, en general, se presenta como la opción más potente. No obstante, tanto el yogur como el queso ofrecen un perfil nutricional valioso, y la elección ideal dependerá de nuestras necesidades y preferencias individuales, así como de la variedad específica que elijamos. Siempre es recomendable consultar la información nutricional del producto para tomar decisiones informadas.