¿Cuál es el mejor mes para viajar a Punta Sal?

¿Cuándo es mejor ir a Punta Sal?

Punta Sal… Dios, cómo pesa esta noche. Diciembre a abril, eso dicen. Sí, cielos despejados, agua turquesa… una postal, ¿no? Pero… la gente… demasiada gente.

Recuerdo el año pasado, 2023, un infierno. La playa… un hormiguero. Ni siquiera pude disfrutar de la puesta de sol con tranquilidad. Mi viaje… arruinado, por la multitud, por la simple imposibilidad de la paz. Eso me llena de una amargura profunda. El ruido… constante, un zumbido en mi cabeza que aún persiste.

Esa agua… se supone que es cristalina, ¿verdad? Pero en realidad solo ves pies, más pies, y más gente. La belleza, ahogada. Perdida entre cuerpos mojados y gritos. Maldita sea. Odio la gente, lo confieso. Odio las multitudes. Quizás en mayo… o junio… no lo sé.

Me atormenta el recuerdo de las olas, las olas que solo quería sentir en mi piel, pero que me encontré compartiendo con cientos de extraños. Una pesadilla, lo juro.

• Alta temporada: Diciembre – Abril: Mucha gente. Ruido. Prepárate para el caos.
• Menos gente: Mayo – Noviembre (posiblemente). A verificar. Necesito planear mejor mi escape. Este año, tendré mas cuidado. No repetiré el error. No, no lo haré.

Necesito escapar de todo esto… de todo.

¿Cuándo es temporada baja en Punta Sal?

La temporada baja en Punta Sal se extiende de mayo a noviembre. Durante estos meses, experimentarás menos aglomeraciones y, posiblemente, precios más atractivos.

• El clima, aunque algo más fresco, sigue siendo propicio para disfrutar del sol y la playa. Después de todo, ¿qué es “frío” sino una cuestión de perspectiva? Recuerdo un invierno en Islandia… ¡ahora eso sí que era frío!

• Aprovechar la temporada baja es una forma inteligente de viajar. Menos gente significa más espacio para ti, y más autenticidad en la experiencia. Piensa en los estoicos: encontrar la virtud en la adversidad, en este caso, en las supuestas desventajas de viajar fuera de temporada alta.

• Menos turistas también beneficia al ecosistema local, aliviando la presión sobre los recursos y permitiendo una interacción más genuina con la cultura local. Por cierto, ¿sabías que Punta Sal es conocida por sus avistamientos de ballenas jorobadas entre agosto y octubre? Podría ser un plus a considerar.