¿Cómo impacta la cultura en el ser humano?

¿Cómo impacta la cultura en el ser humano? ¡Uf! Es una pregunta enorme, ¿no? Es que… la cultura lo es todo. Es el aire que respiramos, sí, eso dicen, pero es más que eso. Es… ¿cómo explicarlo? Imaginen un árbol sin raíces. Así seríamos sin ella. Vacíos. Perdidos. Sin saber a dónde pertenecemos. La cultura, esa mezcla de tradiciones, de historias, de música… ¡de comida!, nos da nuestra identidad. Es lo que nos hace sentir en casa, aunque estemos a miles de kilómetros de donde nacimos.

Recuerdo una vez, estaba en un pequeño pueblo en Italia, lejos de todo lo que conocía. No hablaba el idioma, la comida era diferente, todo era… extraño. Y de repente, en medio de esa extrañeza, escuché una canción. Una melodía familiar, un ritmo que me resonó en el alma. Era una canción que mi abuela solía cantar. Y en ese instante, a pesar de la distancia, me sentí conectada. Me sentí… yo. ¿Entienden lo que quiero decir? La cultura es ese hilo invisible que nos une, que nos recuerda quiénes somos.

Nos enseña a ver el mundo. A veces pienso en cómo reaccionamos ante ciertas cosas, cómo nos emocionamos, cómo nos enojamos… y me doy cuenta de que mucho de eso viene de la cultura en la que crecimos. No es algo malo, ¿verdad? Simplemente es… nuestra forma de ser. Y eso es hermoso. Dicen por ahí – leí en alguna parte, no me acuerdo bien dónde – que la cultura influye hasta en la forma en que percibimos los colores. ¡Increíble!

Y no sólo eso. La cultura nos da las herramientas para construir un futuro. Nos enseña a colaborar, a respetar, a soñar. Nos impulsa a crear, a innovar, a luchar por un mundo mejor. Es… es la savia, sí, como decían al principio, la savia que nutre nuestra alma, pero también la que nos da la fuerza para seguir adelante. Porque sin cultura, ¿qué seríamos? ¿A dónde iríamos? No sé, la verdad. Me da miedo pensarlo. Prefiero quedarme con la música, con las historias, con los sabores… con todo lo que nos hace humanos.