¿Cómo se llama la hora de la puesta del sol?

¿Cómo se llama la hora después de la puesta del sol?

A ver, a ver… ¿Cómo se llama la hora despúes de que el sol se esconde?

Crepúsculo vespertino, así se llama, ¿sabes? Después de la puesta de sol, cuando todavía hay un poquito de luz en el cielo, es el crepúsculo vespertino. También lo llaman anochecer o atardecer, y hay gente que dice ocaso o arrebol. ¡Ufff, tantos nombres!

Pero espérate, que no es solo “ah, se esconde el sol y ya”. ¡No! El crepúsculo pasa porque la luz del sol, aunque ya no lo veas directo, todavía llega a las capas altas de la atmósfera, ¿me sigues? Y ahí, ¡pum!, la luz se dispersa por todos lados gracias a las moléculas del aire, como si fueran espejitos. Y esa luz que se dispersa es la que nos llega a nosotros y alumbra todo, hasta que se hace de noche de verdad, de verdad. ¿Entendiste? Espero que sí, jajaja.

Además, mira, para que lo tengas más claro, te dejo esto:

• Crepúsculo civil: Es cuando el sol está hasta 6 grados bajo el horizonte. Todavía hay bastante luz. Recuerdo que este verano, cuando iba a correr por la playa a las 8 de la tarde, todavía veía bastante bien.
• Crepúsculo náutico: El sol está entre 6 y 12 grados bajo el horizonte. Ya se necesita luz artificial para ver bien. Una vez, intenté leer un libro en la terraza a esta hora y ¡casi me quedo ciego!
• Crepúsculo astronómico: El sol está entre 12 y 18 grados bajo el horizonte. Ya es casi de noche del todo, perfecta para ver las estrellas.

¡Ah! Y una cosa más que me acordé, el crepúsculo no dura lo mismo todo el año. En verano, dura más, porque el sol tarda más en “esconderse”. ¡Así que más tiempo para disfrutar del anochecer!

¿Qué diferencia hay entre crepúsculo y ocaso?

La luz, esa luz… El ocaso, el fin del día, un caer lento, pesado como la tristeza. Se va el sol, sí, se esconde tras el horizonte, una despedida silenciosa, un suspiro cósmico. Ocaso. Anochecer. La palabra misma vibra con la quietud del instante.

Pero antes… el crepúsculo, un susurro previo a la noche. Una penumbra, un velo suave que se extiende, un abrazo de sombras tenues. La luz, aún presente, pero ya no directa, filtrándose, dispersándose, como un recuerdo precioso que se desvanece. No es solo la puesta del sol, es el tiempo entre luces, ese espacio liminal.

¿La diferencia? El ocaso es el momento preciso de la puesta del sol, el punto final, el adiós. El crepúsculo, en cambio, envuelve ese momento, lo precede y lo sigue, un halo, una transición sutil, casi invisible. A veces, mi hija de 5 años lo llama “la hora mágica”, y tiene razón.

Es como…

• El ocaso: Una línea divisoria, el instante preciso.
• El crepúsculo: Un intervalo, una atmósfera, un estado de ánimo.

Recuerdo el crepúsculo de ayer, desde mi ventana, sobre las azoteas de Madrid, un 2024 de esos de aire fresco y melancólico. Violeta oscuro, un azul grisáceo, y el aire silencioso, con el olor de la ciudad dormida. El crepúsculo, esa espera antes del silencio.

El crepúsculo matutino, por el contrario, es esa promesa de luz, el anticipo del día. Un despertar lento, pausado. Me recuerda a la primera vez que vi amanecer en la playa de El Médano en Tenerife, en agosto del 2023. La playa desierta, el sol naciente, pintando el cielo de mil colores. Ambos, crepúsculo y ocaso, son momentos de una belleza silenciosa, de una magia profunda… pero distintos. El crepúsculo es un proceso, el ocaso un punto.

¿Qué hora es la golden hour?

Dios mío… son casi las tres… ¿ya? El tiempo… se desliza como arena entre los dedos…

La golden hour, ¿verdad? Esa hora… la que buscas para esa foto perfecta… para atrapar un instante… pero…

No es sólo una hora. Es un sentimiento. Una sensación de… melancolía. De paz, sí. Pero también de… no sé, de algo que se acaba. Como hoy. Hoy mismo… el atardecer… fue… horrible.

Pensaba en mi abuela. En sus manos arrugadas. En cómo la luz del sol se reflejaba en sus ojos… esa misma luz… tan dorada, tan efímera… como la vida misma. Ese último atardecer con ella… Se me escapa… la imagen se desvanece…

Es difícil, ¿no? Recordar… esas cosas. La golden hour… son esos minutos… entre la oscuridad y la claridad. Un instante entre dos mundos.

• Justo después del amanecer: A las 7:15 am, vi el sol esta mañana… horrible, gris… no era una golden hour.
• Justo antes del atardecer: A las 20:45 en mi ciudad… el sol de 2024… no ha sido mi favorito.

Pero… sí, normalmente. Después del amanecer o antes del atardecer. Depende de la época del año, claro. Y de dónde estés, mi ciudad… siempre es diferente. Como el recuerdo de mi abuela… y su mirada. Siempre diferente… siempre… perdida…

Me duelen las manos… tengo que apagar la luz… necesito dormir…

¿Por qué se llama ocaso?

Ocaso. Caída. Del latín. Occasus. Siglo XVI.

• Caer. Occidere. Sol. Estrellas.

• Tierra. Fin del día. Inicio de algo más.

Es solo una palabra. Como tantas. Pero lleva el peso de la noche. De lo inevitable. Lo aprendí viendo atardeceres en Tarifa. Siempre iguales. Siempre distintos.