¿Cómo se llama la luz de un escenario?

Más que un foco: Descifrando la nomenclatura de la iluminación escénica

La pregunta “¿Cómo se llama la luz de un escenario?” es aparentemente simple, pero esconde una complejidad fascinante. No existe una sola respuesta, pues la iluminación escénica es un universo de instrumentos, cada uno con su nombre y función específica, contribuyendo a la magia que se despliega sobre las tablas. Decir simplemente “foco” es una simplificación excesiva, como llamar “pincel” a toda la gama de herramientas de un pintor.

La frase “luz de un escenario” abarca un amplio espectro de aparatos y técnicas. Más que proporcionar mera visibilidad, la iluminación escénica – un arte en sí misma – es una herramienta narrativa vital. Es la encargada de tejer atmósferas, guiar la mirada del espectador, subrayar las emociones de los personajes y establecer el tono visual de cada escena, desde la intimidad susurrada hasta la explosión de color y energía. Su contribución a la experiencia teatral completa es innegable.

En lugar de un nombre único, encontramos una rica variedad de instrumentos, cada uno con características particulares:

• Fresnels: Conocidos por su haz de luz suave y difuso, ideales para iluminar áreas amplias o crear efectos atmosféricos. Su nombre proviene del ingeniero francés Auguste Fresnel, inventor de la lente que lleva su nombre.

• Par (Parabolic Aluminized Reflector): Más comunes en la iluminación de fondo o wash, estos proyectores ofrecen un haz más amplio y menos enfocado que los Fresnels. Su versatilidad los convierte en un elemento básico en cualquier equipo de iluminación.

• Leds: La tecnología LED ha revolucionado la iluminación escénica, ofreciendo mayor eficiencia energética, control preciso de color y una vida útil más larga. Estos dispositivos se integran en sistemas más complejos, con posibilidad de control individual y programación avanzada.

• Profiladores (o Follow Spots): Potentes proyectores con lentes que permiten un control preciso del haz de luz, ideales para seguir a un actor o elemento específico en escena. Su capacidad para enfocar con precisión y la posibilidad de insertar gobos (plantillas que crean formas geométricas o imágenes) los hace imprescindibles para efectos especiales y focalización.

• Elipsoidales: Ofrecen un haz de luz muy preciso y nítido, con control de forma y tamaño a través de sus persianas y gobos. Son perfectos para iluminar áreas pequeñas con alta precisión.

Más allá de los aparatos, la iluminación escénica se define también por técnicas como el contrapicado, el picado, la luz frontal, la luz de relleno, etc., que determinan el ángulo y la intensidad de la iluminación, modificando dramáticamente la percepción del escenario y los personajes.

En conclusión, no hay una sola respuesta a la pregunta inicial. La “luz de un escenario” es un sinfín de posibilidades creativas, un lenguaje visual que, en manos expertas, se convierte en una herramienta narrativa poderosa, indispensable para la plena realización de cualquier puesta en escena.