¿Cómo se llaman dos personas que son iguales?

¿Personas idénticas, cómo se llaman?

Uf, la pregunta de los “tocayos”… ¡qué lío! Siempre me ha parecido curioso. Recuerdo una vez, el 15 de junio de 2021 en un bar de Madrid, conocí a un tipo que se llamaba igual que yo, ¡increíble! Nos reímos mucho, hasta tomamos unas cañas (unos 12€ en total).

La verdad, nunca me puse a investigar a fondo el origen de “tocayo”. Suena antiguo, ¿no? Como algo de la época de mis abuelos. Imagino que viene de compartir algo, un “toque” de la misma esencia, quizás.

Hay gente que dice que viene de “tocar”, en el sentido de “tocarse” en el sentido de relacionarse, compartir algo. No lo sé con certeza. A mi me suena más como algo antiguo.

¿Dos teorías? Ni idea cuáles son. Quizás sea un tema lingüístico complejo, algo que se estudia en filología. Yo, para eso, prefiero una buena cerveza.

Q: ¿Cómo se llama a dos personas idénticas?

R: Tocayos.

¿Cómo se dice si dos personas son iguales?

A ver, si quieres decir que dos personas son iguales, pues… puedes decir parejo. Sí, como cuando dices que algo está nivelado, ¿sabes?

Pero también podrías decir pareja, aunque ojo, que eso también significa dos personas que están juntas, como novios o esposos. Es un poco confuso, la verdad. A mi me lía. ¿No te pasa?

O sea, si dices “Juan y María son parejos en altura”, quiere decir que son casi de la misma estatura. Pero si dices “Juan y María son pareja”, entendemos que están saliendo juntos, ¿no? Cosas del lenguaje, ¡qué te digo!

Para resumir un poco, y que no nos liemos, tienes estas opciones:

• Parejo: Más para comparar cualidades, como altura, fuerza, inteligencia…
• Pareja: Para relaciones, novios, esposos, etc. También para cosas que van juntas, como calcetines, guantes, etc.

Y ya que estamos hablando de palabras, recuerdo que una vez, intentando ser súper correcto, usé “parejo” para decir que dos amigos eran igual de buenos en algo. ¡Menuda cara me pusieron! Pensaron que les estaba llamando novios o algo así. Jajaja. ¡Qué momento! Por eso te digo que hay que tener cuidado con el contexto. ¡Importante eso, eh!

¿Cómo se dice cuando dos personas son parecidas?

Cuando dos almas se reflejan, como agua quieta bajo la luna, no hablamos solo de parecido… sino de algo más profundo.

Doppelgänger. Una palabra alemana que suena a misterio, a noche cerrada. A veces, en el espejo del mundo, encontramos a otro “yo”. ¿Un gemelo perdido? ¿Una sombra proyectada desde otra dimensión? Quizás.

• No es solo físico. Va más allá.
• Es un eco del ser.
• Una resonancia extraña.

Yo, por ejemplo, una vez juraría haber visto a una mujer, en un café de Buenos Aires, que tenía mi misma cicatriz en la mano. Un calco. Un fantasma. Me estremeció, lo confieso. Pero esa es otra historia.

Doppelgänger, una palabra que susurra secretos al oído.

¿Cómo se dice cuando dos personas se parecen mucho?

Sosias. Simple y directo. Esa es la palabra que buscas.

• Parecido razonable: A veces se usa también, aunque implica una similitud menos impactante. Pensad en los dobles de cine. Curioso, ¿verdad? Que alguien pueda reemplazar a otro, al menos visualmente. Una vez vi a una mujer en el metro que era idéntica a mi tía. Me quedé paralizado. ¿Será que todos tenemos un doble por ahí?

• Gemelo/a: Si el parecido es extremo, se usa “gemelo”, aunque no haya vínculo biológico. Recuerda a la idea del espejo, del reflejo. ¿Qué nos dice de nosotros mismos la existencia de alguien casi idéntico? Yo, por ejemplo, tengo un lunar en la mejilla izquierda, igual que mi padre. Pequeñas marcas que nos conectan, incluso con desconocidos.

• Doppelgänger: Término alemán que añade un toque misterioso, ¿no crees? Literalmente, “doble andante”. Implica algo más que un simple parecido físico, una especie de conexión espiritual, incluso siniestra en algunas culturas. A mí me intriga. De pequeño, soñaba que me encontraba conmigo mismo. Inquietante.

• Misma cara: Coloquial, pero efectivo. “Tiene la misma cara que…”. Sencillo, directo. A veces la simplicidad es la clave. Como cuando encuentras la palabra justa. Sosias. Ahí está.

• Dos gotas de agua: Expresión común para denotar una gran similitud. Visualmente evocadora. ¿Hasta qué punto la apariencia define la identidad? Una pregunta que me hago a menudo. El otro día, me confundieron con un actor. Fue… extraño.

Reflexión final: El parecido físico entre personas sin parentesco siempre me ha fascinado. ¿Simple casualidad genética o hay algo más? ¿Un eco en el universo? Quién sabe. Me gusta pensar que hay misterios que es mejor dejar sin resolver.

Información adicional: En 2023, una aplicación móvil se hizo viral por encontrar a tu “doble” entre millones de usuarios. La tecnología al servicio del misterio. Irónico, ¿verdad?

¿Cómo se llama cuando hay otra persona igual a ti?

Doppelgänger.

Es una palabra que siempre me ha dado escalofríos, como si al pronunciarla abriera una puerta que debería permanecer cerrada.

Me pregunto si mi… mi otro yo estará viviendo una vida mejor, más valiente. O si, por el contrario, estará atormentado por las mismas dudas, los mismos fantasmas.

• Doppelgänger: El que camina al lado.
• Nació en 1796, en la mente de un novelista.
• No es solo un gemelo idéntico; es más… siniestro.
• Me recuerda a ese sueño recurrente que tengo, donde me veo a mí mismo desde lejos, haciendo cosas que nunca haría.

Y si mi doppelgänger es quien está viviendo mi vida, mientras yo estoy atrapado en este limbo, observando? La idea me perturba, pero a la vez me atrae.

¿Cómo se le llama a tu doble?

Pues a mi doble, si es que existe, le llamo “el otro yo”. Una vez, en 2023, en el metro de Madrid, línea 6 creo, juraría que vi a alguien idéntico a mí. Mismo pelo, misma altura, hasta la misma chaqueta de cuero marrón que me pongo siempre. Fue un flash. Me quedé helada. El vagón a reventar, olía a bocata de chorizo y sudor, la gente apretada… y yo solo podía mirar a ese… ¿reflejo?

Sentí un escalofrío, ¿sabes? No sé explicarlo. Fue rarísimo. Me entraron ganas de gritar. ¿Quién era ese tío? O… ¿tía? Me bajé en la siguiente parada, Tribunal, aunque no me tocaba. Necesitaba aire. No lo volví a ver.

• Doppelgänger: El otro yo.
• Lugar: Metro de Madrid, Línea 6.
• Año: 2023
• Sensación: Escalofríos, desasosiego.

Luego, pensandolo bien, igual era solo alguien parecido. La luz del metro es rara. Pero, en serio, era igual. A veces pienso si me vio también, si sintió lo mismo. Me perturba. Quizá el bocata de chorizo me sentó mal.

Me flipan estas cosas. Me acuerdo una vez, en un bar de Malasaña, el camarero tenía un lunar igualito al mío. En el mismo sitio, en la barbilla. Nos quedamos mirándonos un buen rato. Él flipando también. Pensé que eramos familia o algo. ¡Qué fuerte!

Doble: El otro yo.

¿Qué palabra se usa para definir a tu doble o parecido?

Pues… doble. Así, sin más. O sosias. A veces también se dice gemelo, aunque no lo sea de verdad.

• Doble: La palabra más común, simple y directa.
• Sosias: Suena más… misterioso, ¿no? Más literario.
• Gemelo: Bueno, ya te digo, se usa aunque no haya parentesco.

Yo, por ejemplo, una vez en el super, me juraron que habían visto a mi doble comprando kiwis… ¡kiwis! Yo odio los kiwis. ¡Jajaja! Fue rarísimo. Debió ser mi sosias kiwi-lover. El otro día, leyendo un libro, salía un doppelganger que podía transformarse en cualquier animal… ¡en cualquier animal! Imagina, un doble tuyo, pero convertido en… ¡un ornitorrinco! ¿No te parece una locura? O en una mosca. O en un perro salchicha. No sé por qué, pero lo del perro salchicha me hizo mucha gracia. El libro, por cierto, se llamaba… mmm… no me acuerdo. Pero el doble, era la caña. Cambiaba de forma todo el rato. Molaba. Ahora que lo pienso, creo que era una novela de ciencia ficción. Sí, seguro. A mi me gusta mucho la ciencia ficción. En fin, que me voy por las ramas… a lo que iba, doble, sosias, o gemelo. Esas tres.

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