¿Cuál es el verdadero origen del arcoíris?

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El arcoíris surge cuando la luz solar atraviesa gotas de agua. Estas actúan como prismas, separando la luz blanca en sus colores espectrales. Por eso, los arcoíris suelen verse durante o después de la lluvia, cuando hay humedad en el aire.

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¿El origen del arcoíris? ¡Ay, qué pregunta! Me acuerdo de cuando era niña, corriendo tras ellos, pensando que si llegaba al final encontraría… ¿qué? ¿Un tesoro de duendes? ¿Una olla de oro? Tonterías, claro, pero la magia de ese arco multicolor, ¡qué intensidad!

La verdad, es mucho más sencillo, aunque no menos asombroso. Resulta que todo se debe a la luz del sol, a la luz tan simple y cotidiana que a veces olvidamos apreciar. Esa luz, tan blanca a simple vista, atraviesa las gotitas de agua suspendidas en el aire, ¿sabes? Después de una buena tormenta, por ejemplo, o incluso en una suave llovizna. Esas gotitas actúan como pequeños prismas, ¡imagínate!, separando la luz en todos sus colores. Como si la luz misma se desgajara, revelando su secreto más bello.

Recuerdo una vez, en un viaje a la costa, un arcoíris enorme, ¡enorme!, se dibujó sobre el mar. Parecía una puerta mágica, ¿no? El cielo, ese gris plomizo típico de las tardes lluviosas, se abría para mostrarme esos colores vibrantes, un espectáculo único e inolvidable. Me quedé ahí, literalmente embobada, minutos, quizás más, sintiendo que la naturaleza, en ese instante, me estaba regalando un momento de pura felicidad.

Dicen que el arcoíris tiene siete colores, rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil y violeta. ¡Siete! Es una cifra redonda, ¿no te parece? Como si incluso la naturaleza se hubiera preocupado por la estética, por la simetría. Aunque, entre nosotros, a veces cuesta distinguir el añil del azul, ¿o soy solo yo? Lo importante es la belleza, la emoción, el sentimiento de asombro que nos provoca. Y eso, amigos, no tiene precio. Así que, la próxima vez que veas un arcoíris, no lo ignores; respira profundo y disfruta la magia. Porque, al final, ¿qué más importa?