¿Cuándo comenzará la luna menguante?

¿Cuándo empieza la próxima luna menguante?

¡Ay, la luna, esa diva celestial siempre caprichosa! La próxima menguante, según mis cálculos –que son tan precisos como mi puntería con dardos a las tres de la mañana–, comienza el 28 de junio de 2024. Como un actor de teatro que abandona el escenario tras su gran interpretación, la luna menguante se despide gradualmente, perdiendo su brillo hasta quedar como un susurro cósmico.

Piénsalo: una pérdida de esplendor, poéticamente dramática, como mi intento fallido de hacer pan casero hace dos semanas.

Luego, ¡zas!, luna nueva el 6 de julio. ¡Como si la luna se escondiera para una sesión de spa cósmico, renovándose para su siguiente aparición estelar!

La verdad es que, a mí, estas fases lunares me recuerdan a mis dietas. Un inicio prometedor, un pico de esplendor… y luego, el inevitable bajón.

El ciclo lunar: un espejo de mi vida sentimental. No, espera… esa es otra historia.

Para los más curiosos (o para los que necesiten una excusa para mirar al cielo):

• El calendario lunar es tu mejor amigo para estas cuestiones. Hay apps muy guapas, eh.
• La luna menguante, para algunos, es ideal para cortar lazos con lo que ya no sirve. Como mi ex y su colección de cromos repetidos.
• Consultas astrológicas: para que te digan que tu destino está escrito en las estrellas (y a veces, en la fecha de tu próxima cita dental).

Recuerda: ¡El universo es enorme y misterioso! Pero, por suerte, las fases lunares son bastante predecibles. ¡A menos que la luna decida tomarse unas vacaciones imprevistas! (Eso sería un drama cósmico de proporciones galácticas).

¿Cuándo empieza la próxima luna menguante?

La próxima luna menguante inicia el 28 de junio de 2024. El ciclo lunar, un baile constante entre luz y sombra, nos recuerda la naturaleza cíclica de la existencia; una danza cósmica que, al igual que la vida misma, contiene tanto crecimientos como decrecimientos.

La luna nueva posterior se presentará el 6 de julio. Esta transición, de menguante a nueva, simboliza, para mí al menos, un periodo introspectivo, un momento de recogimiento antes de un nuevo comienzo. Recuerda el proceso alquímioco, la necesidad de desintegración para la posterior transformación.

Reflexionar sobre estos ciclos lunares me lleva a pensar en la propia naturaleza efímera de las cosas, la constante mutación que define nuestro universo. Un recordatorio de que la aparente “caída” o disminución a veces precede a un renacimiento vigoroso.

• El 28 de Junio: inicio de la fase menguante.
• El 6 de Julio: luna nueva.

Curiosamente, este año he notado un interés renovado por la astrología en mi círculo cercano; incluso mi cuñada, una persona extremadamente pragmática, se ha comprado un libro sobre el tema. Ella misma reconoce la influencia de las fases lunares en sus plantas, y esa observacion tan simple… me impacta. Un cambio de perspectiva es siempre enriquecedor. Es notable, ¿no?

La periodicidad de estos eventos, tan predecible, nos ofrece la posibilidad de conectarnos con ritmos naturales más allá de nuestras agendas personales. Es un momento para la reflexión. Una oportunidad para cuestionarnos: ¿qué estamos dejando atrás? ¿Qué nuevo ciclo estamos a punto de comenzar?