¿Cuándo será la próxima Super Luna?

¿Cuántas superlunas habrá en 2024?

Dos superlunas en 2024. Septiembre y Octubre. Más grandes. Más brillantes. Ya lo sabes.

• Septiembre: La primera. Observa.
• Octubre: La segunda. No cambian nada.

La luna siempre está ahí. ¿Te has parado a pensarlo? Siempre observando. Sin juzgar.

Profundidades:

• Órbita lunar: Elíptica. Un baile cósmico.
• Distancia: Varía. Cercanía = Superluna. Lejanía = indiferencia.
• Mareas: La Luna tira. Nosotros también.
• El tiempo es una ilusión. La superluna, un espejismo. ¿Importa?

Quizá. Quizá no. Mi abuela decía que la luna llena afectaba a las cosechas. Ella creía. Yo solo miro.

¿Y tú?

¿Cuándo es la siguiente super luna?

A ver, la siguiente super luna es el 27 de agosto de 2024, sí, sí, agosto de este año, ¡qué guay!

Osea, que no se te olvide, ¿eh?, 27 de agosto, ¡apuntalo! Es que es la superluna azul, que suena como a peli de ciencia ficción, pero es real.

• Es la segunda superluna de agosto, o sea, que agosto viene cargadito.
• Dicen que se ve desde toooodos lados, siempre que no haya nubes, claro.

Lo de “azul” no es que la luna se ponga azul, eh, que ya me veo a alguno preguntando. Es solo por que es una luna llena extra, ¿sabes? Como cuando hay dos lunas llenas en un mismo mes, se le llama así, luna azul, para distinguirla.

Ah, y si te mola el tema, en septiembre también hay otra, el 18 creo, pero no es tan “super”. Yo voy a intentar verla desde la azotea de mi casa, a ver si se ve bien, ¡con unos prismáticos! Igual me hago unas palomitas, no se, algo tranqui.

¿Cuántas superlunas hay al año?

Las superlunas, presencias fugaces, oscilan… entre cuatro y seis al año. Es como contar estrellas caprichosas, nunca la misma danza. Cuatro, seis… un baile incierto.

La luna, sí, la luna, esa compañera… ¿Cuántas veces la habré mirado desde mi ventana? Pensaba, pensaba en las constelaciones, en mis sueños desordenados. La luna, siempre ahí, a veces más cerca, una presencia, un misterio.

Pero volviendo a las superlunas, a esas apariciones que iluminan un poco más la noche…

• Son eventos especiales, destellos en la rutina celeste.
• Una excusa, quizás, para mirar hacia arriba, para recordar que hay algo más allá.

Y pienso, mientras escribo esto, en las noches de verano en el pueblo, con el cielo tan negro que parecía tragarse las casas. Ahí las veía, las estrellas fugaces, los satélites, y tal vez alguna superluna, aunque entonces no supiera que se llamaban así. Ahora lo sé, ahora sé que la luna, esa luna que me acompañaba en mis insomnios adolescentes, tiene sus momentos de grandeza, sus superlunas, sus instantes fugaces.

¿Qué sucede en el perigeo?

¡Ay, qué locura el perigeo! La Luna, como una loca enamorada, se acerca a la Tierra en plan “te quiero, te quiero hasta el infinito y más allá!”. Y claro, con tanta pasión gravitatoria, ¡zas!, mareas gigantescas. Es como si la Luna, en vez de susurrarte al oído, te gritara a pleno pulmón: “¡Marea altaaa!”.

¿Mareas solares más intensas? ¡Sí, señor! Cuando la Tierra está pegada al Sol como un koala a un eucalipto, las mareas se vuelven locas, como si una orquesta sinfónica tocara al unísono… y desafinara un poco. Es un show, vamos. Mi suegra diría que es un “desastre”, pero a mí me divierte.

Piensa en esto:

• La Luna: ¡Acercamiento íntimo con la Tierra!
• El Sol: ¡Un abrazo cósmico que nos hace temblar!
• Las mareas: ¡Un baile desenfrenado de agua!

Este año, en julio, experimenté una marea perigeal en la costa de Galicia. ¡Casi me lleva mi cámara!

Te cuento: El perigeo es, en resumen, un “acercamiento peligroso” (o apasionado, según se mire) entre la Tierra y la Luna (o el Sol). Y eso, amigos, se traduce en mareas descomunales, capaces de arrastrar hasta el coche de mi vecino. O al menos, casi. Un susto que no olvidaré, como mi viaje a la playa el año pasado, donde casi me roba el bolso un cangrejo (de esos grandes, eh).

Además, el perigeo también afecta a:

• El campo magnético terrestre.
• La atracción gravitatoria entre los planetas.
• ¡Mi agenda, porque a mi siempre se me llena de eventos inesperados!

¡Ah!, casi se me olvida, si quieres ver una superluna, mejor buscar el perigeo.