¿Por qué Muzan convirtió a Nezuko en demonio?

Nezuko Kamado: Un Accidente Demoníaco Nacido del Miedo de Muzan

La historia de Nezuko Kamado es un relato trágico, un subproducto inesperado de la obsesión y el terror que consumían a Muzan Kibutsuji. Lejos de ser una transformación premeditada con un fin específico, el destino demoníaco de Nezuko se presenta como un accidente, un efecto secundario grotesco de la desesperación de Muzan por erradicar todo vestigio de su pasado y, sobre todo, de su miedo a Yoriichi Tsugikuni.

Muzan, atormentado por el recuerdo del espadachín que lo puso al borde de la extinción, consideraba cualquier conexión con Yoriichi como una amenaza existencial. En su paranoia, la familia Kamado, que se rumoreaba descendiente de usuarios de la Respiración Solar (el estilo de respiración original de Yoriichi), se convirtió en un blanco prioritario. El objetivo era simple: exterminar la línea de sangre y eliminar cualquier potencial peligro futuro.

Sin embargo, la ejecución de este plan distó mucho de ser perfecta. Muzan, actuando con brutalidad y sin la precisión quirúrgica que podría haber garantizado la muerte instantánea de todos los miembros de la familia, atacó. Nezuko, aunque gravemente herida, sobrevivió al embate inicial. Este hecho, aparentemente insignificante, marcaría un punto de inflexión trágico.

La clave de la transformación demoníaca de Nezuko reside en la naturaleza misma de la sangre de Muzan. Esta sustancia, más que un mero fluido vital, es un veneno potentísimo, una fuerza corruptora capaz de alterar la estructura celular y transformar a los humanos en seres sedientos de sangre, impulsados por instintos primitivos. Al atacar a Nezuko, Muzan, sin pretenderlo conscientemente, inyectó su sangre en el torrente sanguíneo de la joven.

Es crucial entender que, en este punto, la intención de Muzan no era crear un demonio. Su objetivo primario era la aniquilación. La transformación de Nezuko en demonio fue una consecuencia no planificada, un efecto secundario de la naturaleza tóxica de su sangre. Es como un veneno rociado indiscriminadamente; su propósito es matar, pero los efectos secundarios pueden variar dependiendo de la exposición y la resistencia del sujeto.

En el caso de Nezuko, la sangre de Muzan, penetrando en sus heridas, comenzó a corromper su cuerpo desde el interior. Esta corrupción desató una transformación dolorosa y traumática, alterando su fisiología y convirtiéndola en la criatura que conocemos: una demonio con una inusual capacidad para resistir su sed de sangre y proteger a su hermano, Tanjiro.

En resumen, el destino demoníaco de Nezuko no fue una elección deliberada de Muzan, sino un accidente macabro, una consecuencia imprevista de su miedo y su brutal intento de erradicar cualquier posible amenaza a su existencia. Es un recordatorio de que incluso los planes más cuidadosamente trazados pueden desmoronarse, generando consecuencias inesperadas y, en este caso, trágicas. La historia de Nezuko, por lo tanto, no es solo la historia de una demonio, sino también la historia de un error fatal nacido del terror y la desesperación.