¿Qué estilo es Mira Niñita?

Mira Niñita, el segundo sencillo de Los Jaivas lanzado al mundo un 21 de septiembre de 1972, se resiste a una categorización simple. Más que un estilo definido, es una amalgama, una exploración sonora donde convergen diversas influencias y se forja un sonido distintivo, precursor de la identidad musical que la banda consolidaría a lo largo de su trayectoria. Si bien se le podría atribuir la etiqueta de “balada rock” por su estructura melódica y la presencia de guitarras eléctricas, esta descripción se queda corta.

El genio creativo de Gato Alquinta, figura central en la composición de Mira Niñita, aunque con crédito compartido con el resto de Los Jaivas, supo tejer una trama sonora rica en matices. La pieza incorpora elementos del folclore latinoamericano, palpables en la instrumentación, con el uso de instrumentos autóctonos como la zampoña y el charango, que se entrelazan con la sonoridad eléctrica del rock. Estos elementos folclóricos no son meros adornos, sino que se integran orgánicamente a la composición, aportando una atmósfera evocadora y una identidad propia.

Además, se perciben sutiles pinceladas de rock progresivo, especialmente en los cambios rítmicos y la estructura un tanto compleja de la canción, que se aleja de las convenciones del rock más tradicional. La experimentación, característica fundamental del rock progresivo, se manifiesta en Mira Niñita a través de la incorporación de instrumentos poco comunes en el rock de la época y la búsqueda de nuevas texturas sonoras.

Es precisamente esta fusión, esta hibridación musical, la que hace de Mira Niñita una obra singular. No se limita a replicar fórmulas preestablecidas, sino que se aventura en la creación de un lenguaje propio, anticipando la propuesta musical que Los Jaivas desarrollarían en álbumes posteriores como “Alturas de Machu Picchu”.

En definitiva, Mira Niñita no encaja en un estilo predefinido. Es más que una balada, más que rock, más que folclore. Es una obra que transita por la frontera de estos géneros, dando lugar a una experiencia auditiva única e inconfundiblemente “Jaiva”. Una canción que, a casi cincuenta años de su lanzamiento, sigue resonando con frescura y originalidad, demostrando la visión adelantada de una banda que supo fusionar tradición y vanguardia para crear un sonido propio e imperecedero.