¿Qué refrán más vale?

2 ver

Más vale pájaro en mano que buitre volando, aconseja el Quijote. No dejes lo ganado por lo que has de ganar, agrega el Libro de Buen Amor.

Comentarios 0 gustos

La sabiduría de la mano: entre pájaros, buitres y lo por venir

El refranero español, rico en sabiduría popular forjada a lo largo de siglos, nos ofrece un abanico de consejos para navegar las incertidumbres de la vida. Entre ellos, destaca la cautela y el pragmatismo que encarna la máxima: “Más vale pájaro en mano que ciento volando”. Esta sentencia, popularizada aún más por su aparición en el Quijote, nos invita a valorar lo que poseemos, por pequeño que parezca, frente a la tentadora, pero incierta, promesa de una mayor ganancia futura.

Cervantes, en boca del ingenioso hidalgo, nos presenta una variante aún más vívida: “Más vale pájaro en mano que buitre volando”. Esta sutil modificación añade un matiz crucial. No solo se trata de la cantidad, representada por los cien pájaros hipotéticos, sino también de la calidad. El buitre, ave carroñera, simboliza una ganancia potencialmente ilícita, obtenida a expensas de otros o fruto de circunstancias desfavorables. Prefiere, pues, el Quijote, la modesta seguridad del pájaro presente a la dudosa grandeza del buitre futuro.

El Libro de Buen Amor, obra cumbre del mester de clerecía, refuerza esta idea con un consejo similar: “No dejes lo ganado por lo que has de ganar”. El Arcipreste de Hita, con su característica agudeza, nos previene contra la ambición desmedida que nos impulsa a abandonar lo seguro por la promesa de algo mejor, arriesgando con ello lo ya conseguido. Este consejo, aplicable tanto al amor como a las posesiones materiales, nos recuerda la importancia de valorar lo presente y consolidar nuestras conquistas antes de lanzarnos a nuevas empresas.

Pero, ¿significa esto que debemos conformarnos con la mediocridad y renunciar a nuestros sueños? No necesariamente. La sabiduría de estos refranes reside en la prudencia, no en la pasividad. Se trata de evaluar con realismo las posibilidades, sopesar los riesgos y no dejarse cegar por la ambición desmedida. El pájaro en mano representa la base sólida sobre la cual podemos construir nuestro futuro, no un techo que limita nuestras aspiraciones.

En definitiva, estos refranes nos ofrecen una valiosa lección: la importancia de la gratitud por lo que tenemos, la prudencia en nuestras decisiones y la construcción de un futuro sólido a partir de la realidad presente. No se trata de renunciar a volar, sino de aprender a hacerlo con las alas bien sujetas y la mirada fija en el horizonte, sin olvidar la rama segura que nos permite descansar y tomar impulso.