¿Qué significa la canción Engaña de Cerati?

El Significado Melancólico de “Engaña” de Gustavo Cerati

“Engaña”, una canción evocadora del legendario músico argentino Gustavo Cerati, se sumerge en las profundidades de las relaciones humanas, sondeando los abismos de la desilusión y el engaño. Si bien no existe una interpretación oficial, su letra poética y su tono melancólico pintan un vívido retrato de la complejidad de las emociones humanas.

La Fragilidad de las Relaciones

La canción abre con un reconocimiento de la fragilidad inherente de las relaciones: “En un castillo de cristal / Donde el amor es un cristal.” Estas imágenes evocadoras sugieren que el amor, como el cristal, es hermoso pero frágil, sujeto a romperse con facilidad. El uso del verbo “engaña” en el título de la canción presagia la decepción que se avecina.

La Sensación de Engaño

El engaño se convierte en un tema central a medida que avanza la canción. Cerati canta: “Serpiente en la cama / De tus labios descargué mi alma”. La metáfora de la “serpiente en la cama” personifica el engaño, insinuando una traición inesperada y dañina. El verbo “descargué” transmite la intensidad de la confianza depositada, solo para ser rota por la decepción.

Desilusión y Pérdida de Confianza

La desilusión y la pérdida de confianza son consecuencias devastadoras del engaño. Cerati lamenta: “Soy testigo de mi propia muerte / En la mirada de un espejo.” Esta imagen refleja la ruptura interna que acompaña a la traición, como si el engaño hubiera fragmentado al hablante. La pérdida de confianza se hace evidente cuando canta: “No hay lugar para promesas / Ni para la complicidad.”

Complejidad de las Emociones Humanas

“Engaña” no se limita a una simple denuncia del engaño. Más bien, explora la complejidad de las emociones humanas que lo acompañan. El hablante reconoce el anhelo persistente: “Aún me quedan ganas de encontrar / Un trozo de sol que me haga arder.” Este deseo de amor y conexión permanece vivo a pesar del dolor del engaño.

Conclusión

La canción “Engaña” de Gustavo Cerati es un testimonio inquebrantable de la fragilidad de las relaciones y las consecuencias desgarradoras del engaño. Sin embargo, también reconoce la complejidad de las emociones humanas, la persistencia del anhelo y la esperanza de redención. A través de su tono melancólico y sus letras evocadoras, la canción resuena con cualquiera que haya experimentado la decepción y la pérdida de confianza, ofreciendo un recordatorio conmovedor de la preciosidad y la vulnerabilidad del amor humano.