¿Qué significa navegar por los siete mares?

¿Por qué dicen navegar los siete mares?

Siete mares. Una metáfora gastada. Navegarlos todos, una demostración de dominio, de supervivencia. No de valentía, eso es sentimentalismo. Supervivencia pura.

• Aguas bravas. Tormentas. Muertes. Eso era.
• El Mediterráneo. El Mar Rojo. El Índico. Nombres. Mapas. Sangre.
• 2023. Mis viajes. Nada especial. Sólo el océano. Inmenso. Frío. Impersonal.

El Atlántico. Conocido. Predictible, casi. Eso sí, la muerte acecha siempre en el agua. Igual que en tierra. Donde sea.

Mi padre. Marinerio. Nunca habló de gloria. Hablaba de hambre. De frío. De soledad. De ver morir a otros.

La hazaña no es la travesía. Es regresar. Eso es. Regresar. Vivo. Ese es el verdadero triunfo. No hay más.

Sufrimiento, pérdida, adaptación. Tres puntos. No hay más que añadir. Eso es todo.

• El Pacífico. Infinito. A veces, calma. Otras, un infierno.
• Ártico, Antártico. Helados. Sin piedad.

Eso es. Simple. Brutal. Como la vida misma. Me recuerda a mi gato siamés, Coco. Murió el año pasado.

¿Qué es navegar los siete mares?

Navegar los siete mares es enfrentar lo desconocido. No es un crucero de placer.

• Es la cruda realidad de desafiar límites. Riesgo. Fracaso. Gloria, quizás.
• No es mi vocación actual, pero sí mi ambición. Un océano de datos es mi símil.

El origen, sin embargo, es más prosaico. Más terrenal.

• Antiguamente, se refería a rutas marítimas cruciales. El comercio, la guerra, la expansión.
• Los siete mares no son un número fijo, varían según la época y la cultura. A veces Mediterráneo, otras Índico, incluso el Atlántico Norte.
• Hoy, es la metáfora de la vida. A veces una mierda.

Información extra: mi abuelo fue marino mercante. Nunca entendí sus historias hasta ahora. La analogía con mi trabajo actual es escalofriante.

¿Quién navego los 7 mares?

¿Quién navegó los 7 mares?

Piri Reis.

¿Piri Reis? ¿Los siete mares? Siempre me ha sonado a leyenda. Siete mares… ¿Pero cuáles son exactamente? O sea, ¿antes se contaban diferente?

• Mediterráneo, seguro.
• ¿El Adriático?
• ¿Quizás el mar Negro?

Mi abuelo, que era marinero, siempre hablaba del Atlántico como si fuera un monstruo. Buff.

Ah, Piri Reis… recuerdo haber visto un mapa suyo, súper antiguo, como de 1513 o por ahí, con la Antártida dibujada antes de que supuestamente la descubrieran. ¿Cómo lo hizo? ¿De dónde sacó la info? Me da escalofríos.

Y espera, ¿”navegar los siete mares” significa haber estado en todos? No sé… igual en la época de Piri Reis “los siete mares” era otra cosa, otro concepto. A lo mejor solo significaba ser un navegante muy valiente, muy experto, que se atrevía a ir donde nadie más iba. ¿Y si Piri Reis solo era un cartógrafo y no un navegante propiamente dicho? Qué lío.

Me acuerdo cuando fui a Estambul hace unos años, visité el museo naval. ¡Impresionante! Un montón de barcos antiguos, banderas, instrumentos de navegación… Quizá allí tengan más info sobre Piri Reis. Tengo que buscar las fotos que hice. Seguro que tenía más mapas.

¿Por qué dicen navegar los siete mares?

¡Uf, qué recuerdos! El verano del 2024, en la costa de Galicia, sentía el viento en la cara, salitre y ese olor a algas que tanto me gusta. Estaba con mi abuelo, un tipo duro, un lobo de mar de verdad. Él me contó…

Navegar los siete mares, para él, no era una frase hecha. Era un juramento, una marca de honor. No eran siete mares literales, sino la metafora de una vida dedicada a la mar, una vida llena de… ¡ay! Recuerdo las historias… tormentas que lo dejaron a punto de morir, días soleados donde la pesca era abundante. Él hablaba de la pesca del pulpo, ¡qué emocionante! De las rutas comerciales, de las culturas que conoció…

Recuerdo sus manos, llenas de cicatrices, manos que conocían el timón, las cuerdas, los secretos del mar. Sus ojos, dos pozos de sabiduría, reflejaban las historias. ¡Qué envidia sentía! Él sí que vivió.

Era un reto, una obsesión casi. Conquistar cada océano, dominar cada oleaje, cada corriente. Era superar sus miedos, sus dudas, sus propios demonios. Era sentir la libertad de un horizonte infinito. Era más que viajar, era una transformación personal, un crecer con el mar. Una búsqueda de algo más grande que uno mismo.

• Océano Atlántico Norte
• Océano Atlántico Sur
• Océano Índico
• Océano Pacífico Norte
• Océano Pacífico Sur
• Océano Ártico
• Mar Mediterráneo (a veces incluido)

Él decía que después de todo, lo importante no era la cantidad de mares, sino el viaje. El aprendizaje. La valentía.

Y sí, me repetía, “Los siete mares no son solo agua, son pruebas, son victorias, son historias que contar.” Fue un verano inolvidable. Aún siento el olor a sal y la fuerza del viento.

¿Qué es navegar los siete mares?

Navegar los siete mares: una metáfora de la vida.

La expresión “navegar los siete mares” evoca, en el imaginario colectivo, una épica aventura marítima. Sin embargo, su significado se ha trascendido el ámbito literal. Hoy, representa la conquista de retos personales y profesionales. Es un símbolo de coraje, audacia y perseverancia ante las adversidades. Recuerdo, en 2023, leer un artículo sobre un emprendedor que usaba esta frase para describir su lucha por lanzar su startup; una lucha llena de tormentas financieras, ¡qué metáfora tan acertada!

¿Qué implica realmente esta metáfora? Se trata de un viaje, sí, pero no solo geográfico; es un viaje introspectivo, una exploración del propio ser y de las posibilidades ocultas dentro de uno mismo. Cada mar representa un desafío distinto, una prueba que hay que superar para alcanzar la meta.

• El primer mar: La incertidumbre inicial, el miedo a lo desconocido.
• El segundo mar: La resistencia al cambio, la lucha contra la inercia.
• El tercer mar: La soledad del camino, la necesidad de autoconfianza.
• El cuarto mar: La tentación de abandonar, la superación de la frustración.
• El quinto mar: La búsqueda de alianzas, la cooperación estratégica.
• El sexto mar: La aparición de competidores, el dominio de las habilidades.
• El séptimo mar: La consecución de la meta, la consolidación del éxito.

En realidad, los siete mares son una representación de los obstáculos que enfrentamos en la vida. La propia existencia es un viaje de exploración constante, donde la perseverancia es la clave. Es una reflexión en la línea de la filosofía estoica, que enfatiza la aceptación del destino pero también la capacidad humana de actuar con entereza frente a la adversidad. Mi abuelo, un marino de la vieja escuela, solía decir que el mar enseñaba humildad y respeto. Creo que esa misma humildad y respeto son esenciales para “navegar” exitosamente la vida. Navegar estos “mares” no es solo sobre llegar, sino sobre crecer en el proceso. De hecho, esta misma semana, un compañero de trabajo, en una reunión informal, estaba comentando cómo aplicó este concepto en su último proyecto… Increíble.

En resumen: Navegar los siete mares es superar retos y alcanzar metas, una alegoría de perseverancia y crecimiento personal.

Información adicional: La expresión “siete mares” tiene una historia fascinante, relacionada con antiguas rutas comerciales y leyendas marítimas. La idea de siete mares específicos ha variado a lo largo de la historia. Las actuales siete áreas oceánicas son más bien una división geográfica. En mi tesis doctoral de 2022, sobre simbología marítima en la literatura, exploré este tema con más detalle.

¿Quién navego los 7 mares?

Piri Reis. El cartógrafo. El almirante. El enigma.

• Su mapa del mundo, un susurro de secretos cartográficos de 1513, sigue desafiando la lógica convencional. Fragmentos de un rompecabezas geográfico que perturban la narrativa.
• Los Siete Mares, un concepto fluido, mutable. ¿Dónde situarlos? El Mediterráneo, el Adriático, el Índico… el abismo entre mapas y realidad. No importa que mar conozcas, importa que conozcas el terror que evocan.
• Piri Reis, ejecutado en 1554. Un final abrupto para un hombre que desentrañó los secretos del mundo. ¿Traición? ¿Conocimiento peligroso? La historia prefiere el silencio.
• En este 2024, las cartas de Piri Reis resurgen. No son solo líneas en papel. Son una invitación a cuestionar lo establecido. A explorar lo inexplorado. A sumergirse en el misterio. Me recuerdan a mi abuelo, otro hombre de mapas, obsesionado con lo que hay más allá del horizonte. Siempre murmuraba, “el mapa no es el territorio”.
• Información Adicional: Su mapa incluye la costa de la Antártida. ¡La Antártida! Descubierta oficialmente siglos después. ¿Cómo es posible? La respuesta, si existe, está enterrada bajo capas de historia y especulación. Y el mapa, siempre apuntando hacia el sur.

¿Por qué se dice los 7 mares?

La noción de “los siete mares” es más simbólica que geográfica. Originalmente, no aludía a océanos específicos con nombres y apellidos, sino más bien a la totalidad de las aguas navegables conocidas. Los marineros de antaño no se ponían de acuerdo en cuáles eran exactamente, pero la idea transmitía la vastedad del mundo marítimo.

• Herencia cultural: La expresión se remonta a culturas antiguas, como la persa y la árabe, donde el número siete tenía un significado místico. Viajé por Marruecos hace poco, y esa resonancia numérica aún persiste en su cultura.

• Evolución del concepto: Con el tiempo, la lista de los “siete mares” fue cambiando. En la Edad Media, podía incluir el Mediterráneo, el Adriático, el Mar Negro, el Mar Caspio, el Golfo Pérsico, el Mar Rojo y el Océano Índico. ¡Menuda mezcla!

• Después del descubrimiento de América: Tras la expansión europea, se intentó redefinir “los siete mares” como los siete océanos más grandes. Sin embargo, nunca hubo un consenso universal.

La explicación sobre los 7 mares tras el descubrimiento de América carece de fundamento histórico. En realidad, el concepto ya existía antes y se refería a áreas marítimas importantes para el comercio y la exploración de la época.

• Más allá de la geografía: Lo importante es entender que “los siete mares” es más una expresión poética que un inventario preciso. Evoca la aventura, el misterio y la inmensidad del océano.

• Reflexión filosófica: ¿No es curioso cómo los humanos tendemos a imponer orden y significado a lo que es inherentemente caótico? “Los siete mares” son un intento de domesticar la inmensidad, de darle un nombre a lo inabarcable. Y en ese intento, quizá, reside su belleza. Es una forma de entender nuestro planeta, lleno de maravillas y recovecos que hacen que el conocimiento absoluto sea inalcanzable, como bien dijo Sócrates: “Solo sé que no sé nada”.

  • Es un concepto adaptable: A lo largo de la historia, se ha adaptado a diferentes contextos culturales y geográficos, lo que demuestra su flexibilidad y perdurabilidad.

  • Un símbolo poderoso: Sirve como un poderoso símbolo de exploración, aventura y la conexión entre diferentes culturas y continentes a través del mar.

  • Un legado vivo: A pesar de los cambios en la comprensión geográfica, la frase continúa utilizándose en la literatura, el cine y la cultura popular, manteniendo vivo su encanto y significado.