¿Cómo dar contención emocional a adolescentes?

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Reconocer y nombrar las emociones es fundamental. Aceptarlas sin juicio, aunque sean intensas, permite su expresión sana. Busca formas saludables de autorregulación, como actividades placenteras o la conversación con un apoyo confiable, para liberar la tensión emocional.
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Navegando el torbellino emocional: Conteniendo a los adolescentes

La adolescencia es una etapa de grandes cambios, tanto físicos como emocionales. Las hormonas, la búsqueda de la identidad y las presiones sociales pueden generar un torbellino de emociones intensas y a menudo abrumadoras para los jóvenes. Como padres, educadores y figuras de apoyo, es fundamental aprender a brindar contención emocional a estos adolescentes, guiándolos a navegar sus emociones de forma sana y constructiva. Este proceso, crucial para su desarrollo y bienestar, no se limita a silenciar las emociones, sino a acompañarlas y facilitar su manejo.

Reconocer y nombrar: El primer paso hacia la comprensión.

Un pilar fundamental en la contención emocional es la capacidad de reconocer y nombrar las emociones. Los adolescentes, a menudo, se sienten abrumados por la intensidad de lo que sienten. No siempre saben cómo etiquetar sus sentimientos, lo que dificulta su comprensión y manejo. Ayudarles a identificar esas emociones –desde la tristeza y la frustración hasta la alegría y la envidia– es el primer paso. Preguntarles “¿cómo te sientes?”, “¿qué te está pasando?” o “parece que estás un poco enfadado/a, ¿qué ha pasado?” crea un espacio seguro para la expresión y la reflexión.

Aceptar sin juzgar: Creando un espacio seguro.

Una vez identificadas las emociones, es crucial aceptarlas sin juicio. Es fundamental que los adolescentes sientan que sus emociones, incluso las más intensas o “negativas”, son válidas y comprensibles. Evitar comentarios como “no te pongas así” o “deberías estar más contento/a” envía un mensaje de invalidación. Crear un entorno donde las emociones se aceptan sin críticas ni etiquetas, incluso las que no encajen con los estereotipos sociales, les permite expresarlas libremente, sin temor a la censura.

El poder de la autorregulación: Manejando el torbellino emocional.

La contención emocional no se limita a la simple aceptación; también implica guiar a los adolescentes a desarrollar habilidades de autorregulación. Estimular la expresión a través de actividades placenteras, como la música, el deporte, el dibujo o la escritura, puede ser una valiosa herramienta para liberar la tensión emocional. Asimismo, la conversación con un apoyo confiable –ya sea un familiar, un amigo, un mentor o un profesional– permite ventilar los sentimientos y encontrar perspectivas alternativas.

Más allá del discurso: Acciones concretas.

Es fundamental traducir el discurso en acciones concretas. Esto significa proporcionar un ambiente de apoyo emocional, escuchando activamente, validando sus experiencias y ofreciendo recursos adecuados. Si un adolescente expresa sentimientos de ansiedad o depresión, es importante buscar ayuda profesional. Un terapeuta puede proveer herramientas específicas y estrategias para manejar las emociones complejas y desarrollar una mayor resiliencia.

En definitiva, la contención emocional con los adolescentes no es una tarea fácil, pero es crucial para su desarrollo personal y su capacidad para afrontar los retos de la vida. Al reconocer, aceptar y regular sus emociones, los adolescentes construyen una base sólida para la salud mental y un futuro más seguro.