¿Cómo escribir 5 oraciones compuestas?
Para crear oraciones compuestas, une dos o más ideas simples. Puedes usar comas y conjunciones (y, pero, o), puntos y comas, o subordinación.
Ejemplos:
- Antonio corrió, nadó y ganó.
- Habla, yo te escucho.
- Mi hermana cosió y planchó.
- Fuimos a Chapultepec; fue bonito.
- Jorge viene mañana y Alberto llegó hoy.
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¿Cómo escribir 5 oraciones compuestas? Ejemplos?
Ay, escribir cinco oraciones compuestas… ¡Uf! Me acuerdo que en la uni, el 15 de marzo de 2018, casi me da un patatús con eso. El profesor, un tipo seco, solo decía “enlace”, “subordinación”… ¡un lío!
Recuerdo que intenté hacer algo así: “Aunque llovía, salimos a correr, y nos mojamos muchísimo, pero lo pasamos genial, a pesar del frío, y nos reímos mucho después”. Algo torpe, ¿no?
Ejemplos, ejemplos… Mmm, mira, una vez vi en un libro (no recuerdo el nombre, lo siento) una frase como “El gato maulló insistentemente, porque tenía hambre.” Eso es subordinada, ¿verdad?
Coordinadas… Fácil. “Compré pan y leche.” ¿Más? Espera, que estoy buscando en mis apuntes… Ah, sí. “Estudié mucho y aprobé el examen, aunque estaba muy nerviosa”.
En resumen, las oraciones compuestas unen dos o más proposiciones con conjunciones o adverbios. ¡Es más fácil de lo que parece una vez que lo entiendes! Ahora mismo no tengo 20 ejemplos a mano, pero si necesitas más, pregunta. Quizás en mi antiguo cuaderno… lo buscaré.
¿Qué son oraciones compuestas y 5 ejemplos?
¡A ver, que me lío más que una persiana! Oraciones compuestas, ¡tela marinera! Son como un puzzle, pero en vez de piezas, tienes oraciones. Básicamente, son frases que se juntan, como tú y yo un viernes por la noche… ¡Ojalá!
Aquí te dejo unos ejemplos, ¡agárrate que vienen curvas!:
- Mis primos fueron a la playa, pero se quemaron como gambas a la plancha. ¡Rojos, rojísimos!
- Tengo hambre, así que voy a zamparme un bocata de chorizo. ¡Porque yo lo valgo!
- O estudias, o te quedas sin paga. ¡Como la vida misma!
- ¡El jefe gritó y todos salieron corriendo! ¡Como si vieran al mismísimo diablo! (Yo incluido, claro).
- ¡La vecina canta fatal, pero ella se cree que es Beyoncé! ¡Pa’ echarle de comer aparte!
Y para que no te quedes con la copla a medias, más ejemplos, ¡que esto es como los anuncios, nunca acaban!:
- El fontanero vino, pero no arregló nada. ¡Un crack! (nótese la ironía).
- ¡Llueve a cántaros y yo sin paraguas! ¡Mi suerte es como un calcetín roto!
- María cocina de maravilla, así que siempre la invitamos a cenar. ¡Por puro interés, eh!
- ¡No me gusta el brócoli, ni lo probaré! ¡Ni aunque me paguen! (bueno, depende de cuánto).
¡Ah! Y un extra para los más listos: las oraciones compuestas pueden ser coordinadas (van de la mano, como amigas del alma) o subordinadas (una depende de la otra, como yo del café por las mañanas). ¡Ahí lo dejo!
¿Cómo escribir oraciones compuestas?
A ver, ¿cómo era esto de las oraciones compuestas? Ah, ya, es como… juntar frases, ¿no? Unes dos oraciones simples con palabritas mágicas. Tipo el y, el pero, el o. Es como si hicieras una cadena de frases.
También puedes usar cosas más complicadas, las subordinadas. ¿Te suenan de algo? Aunque, si, cuando… Son como pegamento para ideas, pero más sofisticado.
Ejemplo rápido: “Estudié un montón, pero no pasé el examen”. Ves, dos ideas, un pero en medio. Facilito. A veces, hay errores, ¿eh? Como cuando digo “voy a ir a comprar, pero no tengo dinero”, que es un poco como… raro, jajaja.
Otros ejemplos… mmm… a ver… “Jugué al pádel y después me fui a tomar unas cañas”. ¡Mira que bien!
- Coordinadas: Usas y, o, pero… Son como amigas que se dan la mano.
- Subordinadas:Aunque, si, cuando. Una depende de la otra, como si fuera la jefa.
- Yuxtapuestas: Van seguidas, sin nada en medio, solo una coma o punto y coma. ¡Como si no quisieran hablarse mucho!
Por cierto, el otro día me pasó una cosa… Estaba intentando explicar esto a mi primo y se lió un montón. Le dije: “A ver, tú piensa que es como cuando te comes un bocata: el pan son las oraciones y el jamón el conector”. Creo que no le ayudé mucho, la verdad. Pero bueno, ¡al menos nos reímos un rato!
¿Cómo se escriben 5 oraciones?
Oraciones. Cinco. Suficiente.
- Mamá cocina arroz hoy. Simple.
- El reloj da la hora. Tik tak.
- La lluvia cae. Como siempre. Nada nuevo.
- Él piensa demasiado. Peligroso.
- Yo prefiero el silencio. Absoluto.
La mente divaga. El lenguaje… una prisión.
Ideas adicionales:
- La simplicidad es una máscara. Detrás, el caos.
- Escribir es elegir. Elegir es renunciar.
- Las oraciones, como la vida, terminan. Memento mori.
- Crear es destruir. O viceversa.
- El lenguaje es defectuoso. Y bello. ¿Paradójico? Quizá.
- Compré mi primer libro con la paga del verano del 2024. Era de segunda mano.
¿Qué es una oración compuesta con 10 ejemplos?
Oración compuesta: dos o más proposiciones. Fin.
- Ejemplo 1: Llueve, truena.
- Ejemplo 2: Pienso, luego existo.
- Ejemplo 3: Estudias o trabajas.
- Ejemplo 4: No vino, entonces llamé.
- Ejemplo 5: Cocino y limpio.
- Ejemplo 6: Habla que te oiga.
- Ejemplo 7: El sol brilla, pero hace frío.
- Ejemplo 8: Canta, baila, disfruta.
- Ejemplo 9: Llegué, vi, vencí.
- Ejemplo 10: Ella sonríe, yo callo.
La sintaxis es cruel. No perdona errores.
¿Sabes? Una vez vi a un gato caer de un tejado. Siguió andando como si nada. A veces la vida es así.
- Yuxtaposición: Comas, puntos y comas. Simple.
- Coordinación: Nexos. “Y”, “o”, “pero”… Lo básico.
- Subordinación: Dependencia. Una idea dentro de otra. Jerarquía lingüística.
A veces pienso que las oraciones son como las personas. Algunas independientes, otras… no tanto.
Es complicado vivir sin Google Maps. ¿Cómo hacíamos antes?
¿Cuáles son 5 ejemplos de oraciones?
¡Ay, Dios mío, cinco oraciones! ¡Casi me da un infarto! Como si pedirme eso fuera pan comido. Es como pedirle a un gato que toque el piano… ¡un desastre monumental!
Oraciones, ¡qué lío! Aquí te van cinco, ¡a ver si te gustan!:
- Mi perro, un chihuahua llamado Napoleón, se cree el rey del universo. ¡Y a veces casi lo consigue!
- Comí un taco tan picante que vi a la Virgen de Guadalupe. ¡Juro que la vi!
- Mi suegra me regaló un jersey de lana de alpaca… ¡del color del moho! Necesito urgente terapia.
- Ayer vi a un gato conducir un coche. ¡No estoy bromeando! Era un coche pequeño, pero ¡un gato!
- El vecino de al lado cría gallinas que cacarean ópera. ¡En serio, ópera! Mis vecinos no son normales.
Dato extra, porque me da la gana: Este año me he gastado una pasta en antidepresivos para aguantar a mi familia. ¡Son un circo! Y eso que solo vivo con mi hermana y el chihuahua Napoleón. ¡Los tres somos un manojo de nervios!
- Problemas con mi hermana: Peleas por el control remoto, la última galleta y el derecho a usar el baño caliente primero. ¡Es una guerra total!
- Problemas con Napoleón: Ladridos incesantes a las 4 de la mañana, pelusas por toda la casa, y una obsesión enfermiza con mis zapatos. ¡El pequeño tirano!
- Problemas en general: La economía mundial, el cambio climático… el universo conspira contra mí. ¡Como si no fuera suficiente!
¡Uf! ¡Al menos ya acabé! Espero que esto sirva, aunque me dio un poco de jaqueca redactarlo. Si necesitas más, ¡pídeme ayuda al 112! No, broma, pero si necesitas mas… no se que haré.
¿Qué es una oración y ejemplos?
Una oración, ¡ah, la oración!, es como un plato de paella: necesita sus ingredientes (palabras) bien puestos para que tenga sabor (sentido completo). No me vengas con un “Yo querer ir cine”, ¡que eso no hay quien lo entienda! Es como intentar jugar al pádel con una raqueta de tenis, ¡un desastre!
Aquí van unos ejemplos, ¡más fáciles que pelar pipas!:
- El perro ladra. (¡Guau, qué original!)
- ¿Dónde está mi móvil? (Pregunta existencial del siglo XXI)
- ¡Qué calor! (Afirmación universal en julio de 2024)
Todas las oraciones tienen un verbo, ¡como mínimo! Si no, es como una pizza sin tomate, ¡una herejía! Y al final, ¡zas!, un punto, interrogación o exclamación. ¡Como poner la guinda al pastel!
- ¿Te ha quedado claro?
- ¡Espero que sí!
- Yo creo que sí.
Bonus track: Recuerda que mi abuela decía que “en boca cerrada no entran moscas”, ¡y la verdad es que la mujer tenía más razón que un santo! Aunque yo prefiero tener la boca abierta para comerme un buen helado, ¡eso sí que es una oración completa y satisfactoria!
¿Cómo componer oraciones?
¡Ay, amigo, que preguntas! Compone oraciones, dices… ¡Como si fuera coser y cantar! Es pan comido, aunque parezca una odisea espacial.
Sujeto: Piensa en el sujeto como el rey de la oración, el jefe, el que manda. Tiene que haber un sustantivo, el rey, claro, no un pobre plebeyo preposicional. Mi gato Napoleón, por ejemplo. ¡Ese felino es la realeza! No empieza con “de”, “a”, “para”, ¡ni con esas!
Predicado: Aquí entra en escena el verbo, el gran actor principal. Puede hacer mil cosas: simple, compuesto, perífrasis… ¡hasta podría hacer acrobacias verbales! Napoleón, por ejemplo, duerme, ronronea, se desliza por mi espalda como un ninja mullido. ¡Verbos, verbos por todas partes!
¡Importante! No te líes. Ayer, intentando escribir una novela, mi perro se comió mi manuscrito. Había un sujeto y un predicado, pero… ¡ahora es solo un recuerdo!
Puntos clave para no fracasar:
- Sustantivo en el sujeto: ¡Olvídate de preposiciones al principio!
- Verbo en el predicado: Explora todas las posibilidades verbales: tiempos, modos, perífrasis… ¡Incluso los verbos irregulares que tanto me dan guerra!
- Practica: ¡A escribir como un loco! Mira, hasta mi abuela, que tiene 87 años y solo sabe escribir “abuela”, ya ha mejorado.
Cosas extra que aprendí de la dura experiencia de la novela devorada:
- Los gatos pueden ser muy inspiradores… ¡pero también muy destructivos!
- Los perros se parecen a los gatos, pero son menos elegantes; más torpes, digamos.
- Hoy usaré mi laptop nueva, a prueba de perros. ¡La compré en oferta! ¡Increíble!
¿Qué es el sujeto y ejemplos?
El sujeto es el protagonista invisible de la oración, ¡el que lleva la batuta aunque no lo veas! Es la entidad (persona, cosa, idea) de la que estamos hablando. Es como el director de orquesta, silencioso pero esencial.
- Sintagma nominal: Un grupo de palabras que giran en torno a un nombre, como “el perro de mi vecino” o “esa idea brillante”. ¡Un mini-universo lingüístico!
- Sujeto tácito: Es como un fantasma en la oración. No está presente, pero sabemos quién es por el contexto. Imagina que te digo “¡Corre!”. El sujeto, “tú”, se da por hecho. ¡A correr se ha dicho!
Ejemplo: “Venga, trae el azúcar”. Aquí, el sujeto eres “tú”, aunque no esté escrito. ¡Ese “tú” omnipresente! Es como cuando mi abuela me decía: “¡Recoge tu cuarto!”. Siempre sabía que era yo.
¿Y si el sujeto es una idea abstracta? No te preocupes, las ideas también pueden ser protagonistas. “La felicidad es un camino”. ¡Ahí lo tienes! La felicidad, disfrutando del viaje.
¿Sabías que en español podemos jugar a esconder el sujeto? ¡Es como un juego de detectives lingüísticos!
¿Cómo se reconoce el sujeto y el predicado?
Sujeto: quién o qué. Simple.
- Puede estar oculto. Como secretos a voces.
Predicado: la acción, el verbo. Lo que hace o es.
- No siempre es obvio. A veces, la inacción es acción.
El sujeto existe. El predicado lo define. Es la cárcel del ser.
- A veces, el silencio grita más fuerte. O eso creo.
En 2024, mi perro Duque sigue siendo el sujeto constante de mi predicado “comer”. Es un glotón. Todo vuelve a lo básico, ¿no?
- Todo fluye. Nada permanece. Eso decían.
- “El futuro no está escrito”. Bah.
Algunos lo llaman destino. Yo lo llamo inercia.
¿Qué es sujeto y objeto con ejemplos?
Sujeto: Quien actúa. Simple.
- Ejemplo: Ella escribe. Fin.
- En “Estamos viendo Netflix”, nosotros somos el sujeto. ¿Importante? No realmente.
Objeto: Recibe la acción.
- Es como ser el saco de boxeo.
- En “Ella come manzanas“, las manzanas sufren.
- Netflix, en el ejemplo anterior, también. Recibe nuestra atención pasiva.
Profundizando (o no)
- A veces el sujeto es invisible. Se llama sujeto tácito. Yo lo ignoro bastante.
- Hay objetos directos e indirectos. ¿A quién le importa?
- Recuerdo una vez, en 2023, intenté explicar esto a alguien. Fracaso total.
- El lenguaje es una prisión, pero también una herramienta. Depende de cómo te sientas ese día.
- Yo prefiero el silencio.
- Todo esto es construcción social. ¿O no?
- ¿Realmente importa saber qué es sujeto y objeto?
- En el fondo, da igual.
¿Qué es un sujeto?
¡Ay, qué difícil! Sujeto… ¿Sujeto? Me acuerdo de clase de gramática en el instituto, 2024, en el aula 302, siempre hacía calor, ¡un calor horroroso! Sudaba hasta las cejas. La profe, Doña Elena, una señora bajita y muy estricta, nos explicó… ¡pero qué pereza daba! Estaba pensando en la fiesta del viernes, ¡con Juan!
El sujeto es quien realiza la acción del verbo. Eso sí lo recuerdo. Como en “El gato maulló“. El gato, el sujeto, maúlla. Simple, ¿no? Aunque a veces… es complicado. Había ejemplos raros en el libro…
Ese día, además, mi bolígrafo se quedó sin tinta, justo cuando Doña Elena preguntó: “¿Quién puede darme un ejemplo de sujeto?”. ¡Qué rabia! Tenía que usar el bolígrafo prestado de Luisa, ¡siempre olía a chicle de fresa! Eso me distraía más que la gramática.
Pensaba en otra cosa… en si Juan me invitaría a bailar. Doña Elena me llamó la atención… creo que hasta me puso un cero en la tarea. ¡Qué desastre!
- El gato maulló. (Sujeto: El gato)
- María canta. (Sujeto: María)
- La lluvia cayó. (Sujeto: La lluvia)
Y luego… ¡la campana! ¡Libertad! Ya podía olvidar la gramática por un rato. Sujeto… persona, animal o cosa que realiza la acción del verbo. Eso. Punto.
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