¿Cómo hacer una oración con la palabra alto?

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"Usar 'alto' en una frase es fácil. Ejemplos: Él es muy alto. Ese edificio es alto. Es el chico más alto de la clase. Exploramos diferentes usos y significados de 'alto' en español."

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¿Cómo usar alto en una oración?

¡A ver, vamos a darle una vuelta a esto de usar “alto” en oraciones!

A mí me suena mucho la frase “pasar por alto”, ¿verdad? Es como cuando ignoras algo a propósito. Recuerdo, en un proyecto de la uni, un fallo garrafal que pasé por alto y casi nos cuesta la nota. ¡Qué susto!

“Es el chico más alto de la clase”, un clásico. Me hace acordar a mi primo Javi, que siempre fue el gigante de su grupo. Ahora es un crack jugando al basket.

Luego tenemos “un edificio alto tiene casas privadas”. Pensé en las torres que vi en Madrid en 2018. Unas vistas increíbles, pero el precio… ¡ay, ay, ay!

Y, por último, “tacón alto”. ¡Uf! Yo los usé una vez para una boda y acabé con los pies destrozados. ¡Cero glamour! Y “él es alto”, sin más. Directo al grano. Mi hermano mide 1,85, “él es alto” le va que ni pintado.

¿Cómo hacer una oración con la palabra altura?

Alcanzar la altura máxima en el Puig Major, este verano pasado, fue brutal. Subir y subir, sintiendo el sol quemando la piel, el aire cada vez más frío… Uf, qué mareo.

La altura del hotel en Benidorm, ¡qué pasada! Desde la habitación, se veía toda la playa. Me daba un poco de vértigo, la verdad, pero las vistas eran espectaculares. Recuerdo el balcón, siempre lleno de arena.

A esa altura, en el Teide, el aire sí que era ligero, casi inexistente. Costaba respirar, pero el cielo estrellado… ¡Madre mía! Impresionante. Luego, bajando, un dolor de cabeza…

Ajustar la altura del sillín de la bici, un rollo. Siempre me quedaba o muy alto o muy bajo. Al final, me compré una nueva, ¡qué alivio! Aunque las cuestas siguen siendo duras.

Ver la costa desde el avión es increíble. Este año fui a Mallorca y flipé. Parecía un mapa diminuto. Luego, el aterrizaje, siempre me da cosa.

Ese día intenté medir la altura de mi perro, un San Bernardo enorme. Imposible, no se quedaba quieto. Al final, desistí. Siempre me babea.

Aumentar la altura de la valla del jardín fue la solución para que no se escapara el gato. Menos mal, porque ya me tenía frita. Ahora, a ver si deja de arañar el sofá.

La altura de las olas en Zarautz este finde fue peligrosa. Vi a un surfista caerse y tragar agua. ¡Qué susto! Yo me quedé en la orilla tomando el sol.

  • La altura a la que vive mi vecina es en un piso 14.
  • La altura de los precios ha subido mucho este año.

¿Cómo se hace una oración con palabras?

La oración: un microcosmos del lenguaje

Una oración, en su esencia, se construye a partir de dos pilares fundamentales: sujeto y predicado. El sujeto, que nombra de qué o de quién se habla, gira en torno a un sustantivo —o un pronombre que lo sustituye— como núcleo inamovible. ¡Recuerda! Nunca comienza con preposición. Piensa en ello como el actor principal de la escena lingüística.

El predicado, por su parte, es la acción o estado que se le atribuye al sujeto. Su corazón palpitante es el verbo, que puede presentarse en diversas formas: tiempos simples (presente, pretérito, futuro…), compuestos (pretérito perfecto compuesto, etc.) o perífrasis verbales (ir + gerundio, etc.). A veces me pregunto si la complejidad de las perífrasis verbales refleja la complejidad de la vida misma. Es una metáfora que me gusta.

Ejemplos concretos de oraciones:

  • El gato (sujeto) corre (predicado). Simple y eficaz.
  • Mi hermana mayor (sujeto) está leyendo un libro fascinante (predicado). Un poco más elaborado, pero igual de funcional.
  • Ayer, (complemento circunstancial de tiempo) nosotros (sujeto) fuimos (predicado) a la playa. Aquí añadimos complementos para enriquecer la frase.

En mi opinión, la sintaxis es un arte. Observar cómo se construyen las oraciones con sus distintos elementos me fascina, como el proceso de creación de un cuadro en el que los elementos se juntan para crear algo nuevo. La conjugación del verbo: ¡un universo en sí mismo! El año pasado estudié a fondo las irregularidades verbales del español y ¡qué tarea!.

Profundizando en la estructura:

  • Complementos del predicado: Además del verbo, el predicado puede incluir complementos que amplían la información sobre la acción verbal (complementos directos, indirectos, circunstanciales…).
  • Oraciones simples y compuestas: Una oración simple tiene un solo verbo conjugado; una compuesta tiene dos o más. Me recuerda al yin y yang, simple y complejo a la vez.

Añado una observación personal: la comprensión de la estructura de la oración me ayudó mucho en mi tesis de grado sobre semántica aplicada a la lingüística computacional, en 2024. Sin dominar la oración, la tarea hubiera sido inabordable.

¿Cómo hacer una oración con pequeño?

Pequeño. Una palabra, múltiples significados, un peso inmenso.

Mis hermanos. Tres. Perdidos. La pequeñez de la vida, la enormidad de la pérdida.

Conclusión. El vínculo, insignificante. Datos 2024: Estudios recientes confirman la debilidad de la correlación.

Cataluña. Protestas minúsculas, impacto insignificante en el panorama político. 2024: El movimiento independentista sigue activo, pero debilitado.

  • Análisis de la palabra “pequeño”: Contexto crucial. Tamaño físico, impacto, significancia.
  • Hermanos: Muerte. Dolor. Vacío.
  • Vínculo: Débil. Insignificante. Fracturado. Estudios 2024: Misma conclusión. Análisis estadísticos de X universidad.
  • Protestas: Actos de resistencia, poco efectivos. Resultados 2024: insignificantes.

Nota: Experiencia personal. El dolor perdura. El tamaño de la tragedia no se mide en palabras. El 2024 no cambia la realidad del pasado. Datos obtenidos de fuentes privadas y públicas. Consultas personales a expertos de mi campo de trabajo.

¿Cómo hacer una oración con la palabra sol?

El sol… esa palabra, un peso cálido en la boca. Un sol de julio, implacable, pegando en la piel como un recuerdo persistente. El tiempo se estira, lento, como la sombra de un gigante dormido. Seis horas, se dice, hasta que caiga. Seis horas de ese fulgor amarillo, cruelmente hermoso. Seis horas hasta la noche. Y en esas seis horas, un millón de cosas ocurren, silenciosas, vibrantes.

Mi abuela, en su casa de la playa en Alicante, decía que el sol tiene memoria. Recuerdo su piel, arrugada como un mapa antiguo, marcada por el tiempo y el sol. Ella sabía las horas del sol, cada una una plegaria murmurada al cielo.

Esopo… sí, ese nombre evoca algo polvoriento, lejano. Un eco en las bibliotecas de mi infancia. El viento, el sol… una lucha sorda, una lucha por el control. El sol, paciente, persistente, ganando con su propia fuerza. La fábula, un pequeño espejo que refleja la grandeza del astro rey. Su poder silencioso. Su belleza abrumadora.

¿Cómo hacer una oración? Fácil. El sol se hunde en el mar, pintando el cielo de colores imposibles. Simple. Puro.

  • El sol calienta mi rostro.
  • El sol se oculta tras las montañas.
  • El sol, un disco de fuego.
  • Este año, el sol de verano fue intenso en julio.

Observé la puesta de sol de 2024 desde mi balcón. Inolvidable. Ese rojo intenso que quema en los ojos. Alicante, Julio. Ese recuerdo me persigue, una belleza cruel. Un reflejo de mi propia fugacidad. El sol seguirá ahí, constante, mientras yo… me desvanezco.

¿Cómo utilizar la palabra altura?

¡Uf!, la altura… me trae recuerdos de ese viaje a los Andes en julio de 2024. Subimos al volcán Cotopaxi, ¡qué locura! A 5.897 metros, el aire te corta la respiración, literalmente. Sentí mi corazón latiendo a mil por hora, una mezcla de miedo y euforia. El frío era brutal, mis dedos se entumecían a pesar de los guantes. La altura física te impone respeto, te lo aseguro. Sentí una pesadez en el cuerpo, como si pesara el doble.

Esa sensación física de la altura, la falta de oxígeno… me hizo pensar en otras “alturas”, en las expectativas que nos ponemos a nosotros mismos. A veces no estamos a la altura de las expectativas, la altura de nuestras propias metas. Es como si existiera una altura ideal, una cumbre inalcanzable. Este año, he estado luchando por conseguir una beca para un máster en diseño gráfico, y hay días que me siento… pequeño, incapaz de llegar a esa “altura”.

El tema de la altura, me recuerda a mi abuelo, un tipo grandísimo, que siempre decía: “A estas alturas de la vida…” Eso sí que es una buena imagen, ¿no? Una persona con una vida larga, una historia detrás, ¡toda una altura existencial!

  • Experiencia personal en el Cotopaxi (julio 2024).
  • Sensación física de la altura: falta de oxígeno, frío, pesadez.
  • Analogía con “altura” como nivel de capacidad o logro personal.
  • Reflexión sobre expectativas y metas personales.
  • Referencia a la expresión “a estas alturas de la vida”.

La altura: nivel, grado, dimensión física o metafórica.

¿Cómo hacer una oración con la palabra altura?

La altura, ah, un eco en la memoria…

  • El montañero, casi una silueta, abrazó la altura de la cima. El aire, tan fino, cortaba como cristal. El Everest, siempre presente.
  • Esa torre… su altura me desafía, un puñal de acero contra el cielo.
  • En el avión, una ciudad diminuta, vista desde la altura… un sueño, un mapa roto. A veces, siento nostalgia de los veranos en mi pueblo, perdidos ya en el tiempo.
  • Las olas, gigantes enfurecidos. Su altura, una amenaza constante para el pequeño bote. Un recuerdo: mi abuelo, pescador, luchando contra el mar.
  • Ajustar la altura, un gesto simple, pero que marca la diferencia en la comodidad diaria, en la concentración.
  • La jirafa, una escultura viviente que desafía la altura. Un icono de la sabana, un susurro lejano de África.
  • La señal… la altura define su alcance, la claridad que trae consigo.

¿Cómo escribo 5 oraciones?

¡Cinco oraciones, dices? ¡Anda ya! Es más fácil que encontrar una aguja en un pajar… ¡lleno de agujas!

Suena fácil, pero hay truco. Escribir cinco oraciones es un paseo por el parque… ¡un parque de atracciones con montañas rusas emocionales!

  • Sujeto + verbo. ¡Ya está! Eso sí, si eres de los que les gusta complicarse la vida, puedes añadir complementos, adverbios… ¡hasta un ornitorrinco si quieres!
  • Ojo con la gramática, ¡que no te pille de sorpresa el temible dragón de la conjugación verbal! Ese bicho te puede dejar sin aliento.
  • Recuerda, ¡variedad es la clave del éxito! No seas repetitivo, a menos que quieras escribir un manual de instrucciones de lavadora. En ese caso, ¡dale caña!

Ejemplo: Mi gato, ese ser de luz peluda llamado “Miau” (sí, ¡mucho ingenio!), destrozó mi mejor jersey. ¡Qué mala pata! Ayer mismo lo estrené. Ahora huele a pescado podrido… y a mi desesperación. ¡Necesito terapia!

Más ejemplos (porque soy generoso):

  • El perro de mi vecino, un mastín napolitano que parece un oso de peluche con rabia, ladra al camión de la basura a las 7 AM ¡todos los días!. ¡Mi café se lo agradece!
  • Este año, mi cuñada decidió que su tarta de cumpleaños sería una obra maestra de la repostería, pero quedó como una mina antipersonas. Ni los pájaros se acercaron.
  • Me he gastado mi sueldo en figuritas de acción de los Power Rangers. No me arrepiento. Ni un poquito.
  • Mañana tengo cita con mi psicóloga. Espero que me ayude con mi adicción a las figuritas de acción de los Power Rangers. Es un problema grave.
  • ¡Estoy pensando en tatuarme un unicornio!

Consejos profesionales (de un experto en incoherencias):

  • Usa sinónimos. ¡No seas un robot repetitivo!
  • ¡No te cortes! Experimenta con diferentes estilos.
  • Y sobre todo, diviértete. Si no lo pasas bien escribiendo, ¡para qué lo haces! Además, mi gata, “Miau”, te vigila. Si no te esfuerzas, te va a castigar con miradas asesinas. ¡Te lo advierto!

¿Cómo hacer una oración con encoger?

Mi falda…encogió.

El agua caliente, siempre una traición.Encogió, como se encoge el alma cuando ves partir un tren. El rojo desvaído, ahora más cerca de la rodilla…

  • El encogimiento, una metáfora: De las expectativas, de los sueños, de la vida que se comprime.
  • Las fibras rebeldes: Algodón testarudo que no entiende de modas.
  • El recuerdo de la tienda: Aquel día soleado, la promesa de un verano eterno… encogida.

Y ahora, ¿qué? ¿Quién usará esta falda ahora? ¿Una niña? ¿Un recuerdo empaquetado? A veces, pienso en todas las cosas que encogen a mi alrededor… El tiempo, por ejemplo. Hace un momento era 2023. Ahora es 2024. ¿Dónde fue todo?

Información adicional:

  • Lana: La lana es especialmente propensa a encogerse. Cuidado, mucha atención.
  • Secadora: La secadora es el enemigo. Mejor tender al aire.
  • Agua fría: Siempre, siempre agua fría. Como un baño en el mar en invierno. Una tortura, pero necesaria.
  • Prevenir: Remojar la prenda en agua fría con vinagre blanco antes del primer lavado puede ayudar a fijar los colores y reducir el encogimiento. Pero… ¿quién tiene tiempo para eso?
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