¿Cómo redactar un objetivo de capacitación?

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El objetivo de capacitación debe definir con precisión el resultado esperado tras la formación. Debe especificar qué conocimientos, habilidades o aptitudes adquirirán los participantes, permitiendo una evaluación objetiva del aprendizaje alcanzado. Su redacción debe ser concisa y medible.
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La Precisión del Blanco: Cómo Redactar un Objetivo de Capacitación Eficaz

La capacitación es una inversión, y como toda inversión, requiere un retorno. Para garantizar ese retorno, es crucial definir con precisión el objetivo de la capacitación. Un objetivo bien redactado actúa como una brújula, guiando el diseño, la ejecución y la evaluación del programa formativo. No se trata simplemente de enunciar un tema general, sino de detallar el cambio concreto que se espera lograr en los participantes.

Un objetivo de capacitación eficaz no se limita a describir la temática del curso, sino que define con exactitud el resultado esperado tras la formación. Debe responder a la pregunta: ¿Qué serán capaces de hacer los participantes al finalizar la capacitación que no podían hacer antes? Para lograrlo, debe enfocarse en los conocimientos, habilidades o aptitudes (conocidas como KSAs, por sus siglas en inglés) que se adquirirán, permitiendo una evaluación objetiva del aprendizaje alcanzado.

A continuación, se presentan las claves para redactar un objetivo de capacitación que sea conciso, medible y, sobre todo, efectivo:

1. Utilizar verbos de acción medibles:

El corazón del objetivo reside en el verbo. Debe ser un verbo de acción observable y medible, que describa una conducta específica. Evite verbos ambiguos como “comprender” o “aprender”. En su lugar, opte por verbos como:

  • Aplicar: “Aplicar los principios de contabilidad en la elaboración de balances.”
  • Analizar: “Analizar datos de mercado para identificar oportunidades de negocio.”
  • Diseñar: “Diseñar un plan de marketing digital para un producto específico.”
  • Resolver: “Resolver problemas técnicos comunes en el software X.”
  • Implementar: “Implementar estrategias de comunicación efectiva en el equipo de trabajo.”

2. Especificar el criterio de desempeño:

Una vez definido el verbo de acción, es necesario establecer el estándar de rendimiento esperado. Esto implica definir el nivel de precisión, la velocidad, la calidad o la cantidad que se espera del participante. Por ejemplo:

  • “Resolver problemas técnicos comunes en el software X con una tasa de éxito del 90%.”
  • “Implementar estrategias de comunicación efectiva en el equipo de trabajo demostrando una mejora del 20% en la satisfacción del cliente.”

3. Definir las condiciones:

Es importante especificar las condiciones bajo las cuales se espera que los participantes demuestren el aprendizaje adquirido. ¿Utilizarán herramientas específicas? ¿Tendrán acceso a cierta información? Por ejemplo:

  • “Diseñar un plan de marketing digital para un producto específico utilizando la plataforma Y y con un presupuesto de Z.”

4. Enfoque en el participante:

El objetivo debe centrarse en lo que el participante será capaz de hacer, no en lo que el instructor hará. Debe ser una declaración del cambio esperado en el comportamiento o las habilidades del participante.

Ejemplo de un objetivo de capacitación bien redactado:

“Al finalizar la capacitación, los participantes serán capaces de aplicar los principios de contabilidad en la elaboración de balances, con una precisión del 95%, utilizando el software contable X y siguiendo las normas contables internacionales.”

Redactar objetivos de capacitación precisos y medibles es fundamental para garantizar el éxito de la inversión en formación. Al seguir estas recomendaciones, se maximiza el impacto de la capacitación y se facilita la evaluación del retorno de la inversión, asegurando que los participantes adquieran las competencias necesarias para alcanzar los objetivos de la organización.