¿Cómo se empieza a comer con los cubiertos?

La Sinfonía del Banquete: Una Guía para Dominar el Arte de Comer con Cubiertos

El arte de la mesa va más allá de simplemente alimentarse; es una expresión de cortesía, refinamiento y, por qué no, una sutil danza de cubiertos. Dominar el protocolo, aparentemente complejo, de utilizarlos correctamente puede añadir un toque de elegancia a cualquier ocasión, desde una cena íntima hasta un evento formal. Pero, ¿por dónde empezar?

La disposición de los cubiertos en la mesa es, en sí misma, una guía silenciosa. A menudo, la pregunta “¿Por dónde empiezo?” se responde con una simple observación: los cubiertos se ordenan según el orden de los platos. Imaginemos una orquesta, cada cubierto un instrumento esperando su turno para brillar.

A la derecha del plato, encontramos los instrumentos de “acción”: las cucharas y los cuchillos. Observe que tanto el cuchillo como la cuchara se colocan con la hoja o el borde curvado dirigidos hacia el plato – un detalle sutil que evita accidentes y refleja un cuidado refinado. Las cucharas se ubican a la derecha del cuchillo.

A la izquierda, esperan los instrumentos de “recepción”: los tenedores. Al igual que con los cubiertos de la derecha, el orden de los tenedores también sigue el orden de los platos, siendo el tenedor más externo el destinado al primer plato.

El secreto para una experiencia gastronómica fluida reside en la secuencia: se comienza por los cubiertos más externos y se trabaja hacia el interior, a medida que avanza la comida. Si hay múltiples tenedores, por ejemplo, el tenedor más alejado del plato se utilizará para el primer plato, el siguiente para el segundo, y así sucesivamente. Lo mismo aplica para las cucharas y cuchillos, si se sirven varios platos que requieren estos utensilios.

No se preocupe si se siente intimidado al principio; la práctica hace al maestro. La clave está en observar, con calma, la disposición de los cubiertos y seguir el orden natural. Con el tiempo, la sinfonía del banquete se convertirá en una danza elegante y armoniosa, una demostración sutil de buen gusto y consideración. Recuerda que la elegancia en la mesa no se trata solo de técnica, sino de disfrutar el momento y la compañía, utilizando los cubiertos como herramientas para una experiencia más completa y placentera. ¡Buen provecho!