¿Cómo se llama el paso del estado líquido a gaseoso?

¿Cómo se llama eso de que el agua, tan tranquila en su vaso, de repente… ¡puf! Desaparece en el aire? Bueno, no desaparece del todo, ¿verdad? Se transforma. Se vuelve… ¿cómo era? ¡Vaporización! Sí, esa palabra tan científica para algo que vemos todos los días.

Recuerdo a mi abuela, con su tetera silbando en la cocina. Ese vapor que salía, tan etéreo, tan mágico casi. Era agua, sí, pero ya no la podías tocar, solo sentir su calorcito en la mano. Es fascinante, ¿no? Cómo algo tan tangible puede volverse invisible, intangible.

Dicen los libros de química –y no es que yo sea una experta, ojo– que la vaporización es el paso del estado líquido al gaseoso. Y no solo del agua, eh. También pasa con otras sustancias, aunque a veces ni nos damos cuenta. ¿Has visto el alcohol evaporarse cuando te desinfectas una herida? ¡Puf! Ahí lo tienes.

Me explicaron una vez que es por el calor. Que las moléculas, esas cositas diminutas que forman todo, se agitan como locas cuando las calientas. Y tanto se agitan que… ¡zas! Se liberan y se convierten en gas. Algo así como cuando te hartas de estar encerrado y sales corriendo a la calle, ¿no te parece?

No me acuerdo de las cifras exactas –soy un desastre para los números–, pero leí por ahí que la temperatura a la que ocurre esto depende de cada sustancia. El agua, por ejemplo, hierve a 100 grados Celsius. Supongo que por eso la tetera de mi abuela silbaba tanto cuando el agua estaba lista para el mate.

En fin, la vaporización. Una palabra larga para algo tan cotidiano. Una de esas pequeñas maravillas que ocurren a nuestro alrededor, sin que a veces les prestemos atención. Pero ahora, cada vez que vea una olla humeante, o sienta el frescor del alcohol en mi piel, me acordaré. Me acordaré de la vaporización, de las moléculas locas, y de la tetera de mi abuela.

#Cambio Estado #Evaporación: #Liquido Gas