¿Cómo se resume la palabra mensaje?

El Arte de Destilar la Comunicación: Resumiendo la Esencia del “Mensaje”

En la era de la información, donde la sobrecarga comunicacional es una constante, la capacidad de resumir la esencia de un mensaje se ha convertido en una habilidad invaluable. ¿Pero cómo destilamos la complejidad de la comunicación, encapsulada en la palabra “mensaje”, a su núcleo más fundamental?

Partamos de la base: Un mensaje es una comunicación breve, un aviso o recado enviado de una persona a otra, transmitiendo información o una idea específica. Puede ser escrito, hablado o incluso gestual.

Esta definición nos proporciona los pilares para una buena síntesis:

• Brevedad: Un mensaje, por definición, es conciso. Evita la redundancia y la información innecesaria. La longitud no es sinónimo de efectividad.
• Intencionalidad: Todo mensaje persigue un objetivo: informar, advertir, persuadir, instruir… Identificar la intención principal es crucial para resumirlo adecuadamente.
• Transmisión: El mensaje implica un emisor y un receptor, un canal y un código compartido. Al resumir, considera el contexto de la comunicación: ¿quién lo envía? ¿a quién va dirigido? ¿cómo se transmite?
• Contenido Clave: La información o idea específica que se desea transmitir es la joya de la corona. Identificarla y preservarla en el resumen es fundamental.
• Multimodalidad: Un mensaje puede adoptar diferentes formas. Al resumir, es importante considerar si la forma (escrita, hablada, gestual) aporta información adicional o matices relevantes al contenido.

Entonces, ¿cómo resumimos “mensaje” en sí mismo?

Podríamos decir que un mensaje es una “comunicación concisa con una intención específica, transmitida entre un emisor y un receptor a través de un canal definido, cuyo objetivo es compartir información o una idea clave.”

Sin embargo, para pulir aún más la definición, podemos enfocarnos en la acción que implica el mensaje: “Acto de comunicar una información o idea de manera concisa y con una intención definida.”

Esta última opción captura la esencia del mensaje como un proceso activo y dinámico.

Más allá de la definición:

Resumir un mensaje no se limita a condensar palabras. Implica una comprensión profunda del contexto, la intención y el público objetivo. Requiere discernimiento para separar la información esencial del “ruido” comunicacional. En definitiva, el arte de resumir un mensaje reside en la capacidad de capturar su alma y transmitirla de manera efectiva y memorable. En un mundo inundado de información, esa capacidad es más valiosa que nunca.

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